El cine erótico y transgresor pierde a Isela Vega

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 11 (EL UNIVERSAL).- La actriz Isela Vega murió el martes a los 81 años, víctima de cáncer. Popular por sus desnudos en teatro y revistas y aclamada por su actuación

en La viuda negra, será cremada este jueves.

El pueblo (todo el pueblo) se acerca. Es una muchedumbre iracunda que amenaza a Isela Vega. Ella cierra las puertas de la iglesia y desde adentro grita: "¡Dios me ha elegido su juez, que ardan las llamas en el infierno de los condenados!"

Esta escena de la película "La viuda negra" es una metáfora de lo que fue la vida de Isela Vega, cuyo personaje en ese filme se llamaba Matea, una mujer que vive un encierro sexual y amoroso con el sacerdote de la parroquia.

Su muerte este martes (luego de una larga lucha contra un cáncer que hizo metástasis en la cabeza) trajo a la memoria las muchas veces que Isela Vega desafío a una sociedad que la criticó y persiguió.

Fue la primera mexicana en posar desnuda para "Playboy", con una foto en la que aparece mojada, con el cabello húmedo y con el pecho recargado en un tronco.

El nulo pudor para mostrar su cuerpo en pantalla y en teatro se convirtió en un desafío para el México de la época, que reaccionó con el látigo de la censura: la película "La viuda negra" estuvo enlatada por cinco años. Fue filmada en 1977 pero fue hasta 1983 cuando el público pudo verla en pantalla seduciendo en la cama al sacerdote interpretado por Mario Almada.

"En las películas ni sudaba, estaba muy tranquila", recordó este miércoles durante el funeral Rafael Inclán, con quien actuó en varias películas. "Tenía una personalidad positiva, divertida, hablaba con firmeza".

En su funeral, Tania Vázquez, su nieta, contó que en sus últimas horas de vida, Isela Vega no sufrió, pero tenía momentos lúcidos y de delirio, producto de la sedación.

Vázquez fue de las últimas personas que tuvo contacto con la actriz de 81 años, a la que le detectaron cáncer el mes pasado.

"De pronto decía cosas muy raras, un momento me dijo que ya no aguantaba su cuerpo. Yo esperaba que la tuviéramos más tiempo, pero no pudo, es un momento triste".

Nació en un rancho de Hermosillo, Sonora, y muy pronto aprendió el poder de una mentada de madre, según cuenta ella misma en un libro autobiográfico editado por el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.

Isela narra ahí que una noche, siendo ella una niña, su papá la castigó y la sacó de la casa por estar llorando. "Cállate o no entras", le decía su padre. Isela les gritó: ¡Hijos de la chingada, métanme!

"Y se rieron todos, me festejaron y me metió mi papá".

Memoria

Arturo Vázquez, hijo de Isela, explicó este miércoles en la funeraria que el cuerpo de su madre será cremado este jueves al mediodía y que luego las cenizas se llevarán a Acapulco para esparcirlas en el mar.

La otra hija de la actriz, Shaula, señaló: "Estoy en paz, tuvimos una vida fantástica".

Por eso mismo, Arturo dijo que la herencia es lo de menos: "De sólo pensar en eso me da frío, pero nuestra mamá nos enseñó a amar, a dar amor".

El padre de Arturo, el cantante Alberto Vázquez, dijo: "Lo único importante es mi hijo Arturo y mis nietos, ellos tienen que hablar de su madre, yo no tengo nada que decir, simplemente que le doy el pésame a mi hijo que perdió a su madre y que le eche ganas a la vida".

Isela conservó hasta la última de sus películas ("Cindy la regia", donde interpretaba a una tía malhablada) su irreverencia y poco recato, lo que le dio aún más valor a su carrera.