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Indignación y críticas al Gobierno a cuenta del Estado de Alarma basadas en comparar dos situaciones no equivalentes

La pandemia del coronavirus ha desatado una situación a nivel mundial tan compleja y de difícil análisis en el día al día que en muchas ocasiones está dando lugar a informaciones contradictorias, erróneas o confusas publicadas incluso con minutos de diferencia provocando que la población, a veces, no sepa a qué a tenerse. La mañana de este jueves se recogían en el Boletín Oficial del Estado (BOE) las restricciones de obligado cumplimiento por parte de las Comunidades Autonómicas en el caso de que alguna de las localidades de su territorio supere la tasa de 500 contagios por cada 100.000 habitantes teniendo en cuenta otros datos también especificados en el texto.

Rosa Díez e Iván Espinosa de los Monteros acusan al Gobierno de haber mentido a cuenta del Estado de Alarma, pero comparan dos situaciones que no son equivalentes. (Foto: AP Photo/Manu Fernandez)
Rosa Díez e Iván Espinosa de los Monteros acusan al Gobierno de haber mentido a cuenta del Estado de Alarma, pero comparan dos situaciones que no son equivalentes. (Foto: AP Photo/Manu Fernandez)

Esto implica que Madrid, por ejemplo, debe proceder a su cierre perimetral. Nadie puede salir o entrar de la capital sin una causa justificada –existen una serie de supuestos en los que sí está permitido–. La aplicación de este ‘cierre’ de municipios ha hecho que la indignación contra el Gobierno central se desate en redes sociales acusándoles de haber mentido cuando aseguraban que el confinamiento y las medidas impuestas en marzo para controlar la curva eran imposibles sin el Estado de Alarma. Voces que cargan contra Pedro Sánchez y sus ministros al considerar que lo ocurrido ahora pone de manifiesto un supuesto engaño previo cuando en realidad ambas situaciones no son equivalentes.

El marco legal para regular todas las medidas que están tomando las autoridades tanto a nivel nacional como autonómico y municipal es complejo y de difícil comprensión para quienes no estén familiarizados con la ley. Isabel Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ya ha manifestado que acatará la restricciones recogidas en el BOE este jueves puesto que se señala que son de obligado cumplimiento, pero que recurrirá a los tribunales porque no las considera legales. A falta de que esto ocurra y haya un fallo judicial al respecto, lo cierto es que Madrid no es la primera ciudad que se cerrará para contener los contagios sin necesidad de que se haya declarado el Estado de Alarma.

En Miranda de Ebro la Junta de Castilla y León ya ha decretado en dos ocasiones este cierre y sus 35.000 habitantes han visto cómo sus movimientos se restringían a los límites municipales cerrando las carreteras y controlado los accesos y salidas del municipio. El segundo se produjo hace solo unos días. Y esta es la situación que se plantea ahora para Madrid y otras localidades en su misma situación y con su misma tasa de contagios. No se trata de un confinamiento como el de marzo, que requirió de la aprobación del Estado de Alarma, sino de un cierre de la ciudad.

La diferencia está en que en los peores meses de la pandemia, durante varias semanas los ciudadanos vieron restringidos sus movimientos en un sentido más amplio que el que se plantea ahora. No se podía salir a la calle salvo para ir a la farmacia o al supermercado y, en el caso de ser incompatible la actividad laboral con el teletrabajo, acudir al puesto de trabajo. Después se permitió salir a dar un paseo y hacer deporte, aún en Estado de Alarma, con unas franjas horarias establecidas según edad. Los comercios cerraron. Los colegios, también. La situación era otra y las medidas a tomar, por así decirlo, más drásticas, más restrictivas.

El cierre que se establece ahora no es como aquel que sí requirió de la declaración del Estado de Alarma, sino que se restringe la movilidad fuera del municipio afectado, pero dentro de él los ciudadanos sigue pudiéndose mover con toda la normalidad que se puede en una situación sanitaria como la actual. Con mascarilla, con unos horarios establecidos y unas reducciones de aforo, distancia de seguridad…

En estos meses de pandemia, han sido tres los escenarios que se han visto. Primero fue el confinamiento, con las restricciones ya mencionadas. Otro, aplicado hace un par de semanas en Madrid, ha sido el de la restricción de movilidad por zonas, que afectó solo algunos barrios de la capital de los que sus habitantes solo podían salir para trabajar, acudir a clase y poco más. Y el tercero es el actual, el del cierre perimetral de municipios.

Aún así, y no siendo los dos escenarios –el de marzo y el actual– equivalentes, han sido muchas las voces que se han alzado para cargar contra el Gobierno por asegurar que para poder confinar era necesario el Estado de Alarma y echarles en cara que ahora se está haciendo sin él. Entre las que más ruido han hecho se encuentran las de Rosa Díez e Iván Espinosa de los Monteros, que han cargado duramente contra Sánchez y su Ejecutivo.

“¿O sea, que el Gobierno central *SÍ* tenía competencias para hacer esto así, sin más? ¿Sin necesidad de declarar el estado de alarma? Ah. Ya. Pero entonces…”, se pregunta el dirigente de Vox. Por su parte, la fundadora de UPyD, manifiesta que “Sánchez dijo que el Estado de Alarma era el único instrumento para evitar la movilidad. Ahora saca una “resolución sanitaria” (ni siquiera una orden) para confinar, de entrada y de golpe, a cinco millones de ciudadanos. Ni seguridad jurídica, ni rigor, ni criterio, ni vergüenza”.

Pese a lo aplaudido del mensaje de ambos políticos y los innumerables comentarios en la misma línea, también hay quien ha intentado hacer ver a los más críticos que no son escenarios comparables.

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