Cientos de subsaharianos repatriados por clima de acoso en Túnez
Unas 300 personas de Malí y Costa de Marfil partieron este sábado de Túnez en dos aviones de repatriación de ciudadanos del África subsahariana, que buscan huir de la hostilidad desencadenada por una diatriba del presidente tunecino contra los migrantes irregulares.
El mandatario, Kais Saied, denunció el 21 de febrero la presencia de "hordas" de clandestinos que forman parte de "una empresa criminal" que pretende "cambiar la composición demográfica" del país magrebí.
Un grupo de 135 nacionales malienses, incluidos niños y estudiantes, llegaron a Bamako a última hora del sábado, reportó un periodista de la AFP.
Allí fueron recibidos por el ministro de Defensa, Sadio Camara, y el ministro para los malienses residentes en el extranjero, Alhamdou Ag Ilyene, quien explicó que el gobierno de Malí había fletado su avión.
En Abiyán, un vuelo con 145 pasajeros también aterrizó el sábado por la noche. Fueron recibidos por el primer ministro Patrick Achi y varios ministros, dijo un periodista de la AFP, y posteriormente, trasladados a un centro de acogida, donde pasarán tres días recibiendo atención médica y psicológica antes de reunirse con sus familias.
El miércoles, ya fueron repatriados 50 guineanos.
- 'No me siento seguro' -
Saied ha sido acusado por oenegés de hacer "racistas" y de "fomentar el odio".
Tras su discurso, se multiplicaron las denuncias de agresiones contra migrantes subsaharianos, que acudieron en masa a sus respectivas embajadas para pedir ser repatriados.
Frente a la embajada de Malí, los candidatos a la repatriación, cargados con maletas y fardos, cuentan el clima de amenazas en el que vivieron los últimos días.
"Los tunecinos no nos quieren y por eso estamos obligados a irnos, pero los tunecinos que están en nuestro país también deberán irse", afirma Bagresou Sego, antes de subir a un autobús fletado por la embajada para llevarlos al aeropuerto.
Abdrahmen Dombia, que llegó a Túnez hace cuatro años, se vio obligado a interrumpir una maestría. "Aquí hay una situación crítica, me vuelvo porque no me siento seguro", explica.
Según el gobierno marfileño, 1.100 ciudadanos de ese país pidieron ser repatriados desde Túnez. Un número considerable en una comunidad de 7.000 personas, la más importante de África subsahariana debido a la exoneración de visados de ingreso al país.
"Hay agresiones casi todos los días, amenazas, o los echan de sus viviendas", dijo a la AFP por teléfono desde el aeropuerto el presidente de la Asociación de Estudiantes Marfileños de Túnez, Michaël Elie Bio Vamet.
Muchos provienen de familias con recursos económicos y partieron por sus propios medios.
Los estudiantes que decidieron partir tienen residencia legal, pero sienten que la situación es insostenible.
- "Milicias" -
Muchos de los 21.000 subsaharianos registrados en Túnez, la mayoría en situación irregular, se quedaron de la noche a la mañana sin casa y sin trabajo.
Decenas fueron detenidos en controles policiales y algunos se hallan aún en prisión. Otros señalaron la acción de "milicias" que los persiguen y desvalijan.
Otros migrantes, más desprotegidos aún por venir de países sin representación diplomática en Túnez, improvisaron un campamento frente a las oficinas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), donde duermen en condiciones insalubres.
Otro motivo de angustia procedía de las multas impuestas por las autoridades tunecinas por permanencia irregular en Túnez, de 80 dinares por día (25 euros o dólares).
Pero el gobierno decidió anular esas multas a quienes "deseen regresar voluntariamente a su país", indicó el sábado ministerio de Relaciones Exteriores.
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