Cientos de rusos se despiden del crítico del Kremlin Nemtsov

Por Alexander Winning MOSCÚ (Reuters) - Cientos de rusos, muchos con claveles rojos, hacían cola el martes para rendir sus respetos a Boris Nemtsov, el crítico del Kremlin cuya muerte la semana pasada puso de manifiesto los peligros de hablar contra el presidente ruso, Vladimir Putin. Los ayudantes de Putin niegan cualquier implicación en la muerte de Nemtsov, que recibió cuatro disparos en la espalda el viernes a la vista de los muros del Kremlin, pero los amigos de Nemtsov dicen que fue víctima del odio azuzado contra cualquiera que se oponga al presidente. En un gesto de conciliación desde el Kremlin, el viceprimer ministro Arkady Dvorkovich se unió a los dolientes en la sala donde se ubicaba el ataúd abierto de Nemtsov. Dvorkovich, que pertenece a la tendencia liberal cada vez más marginada en el Kremlin, llevaba un ramo de flores rojas. Para la mayor parte, sin embargo, los asistentes eran liberales que sienten una alarma profunda por la muerte de Nemtsov pero que representan sólo a una minoría de la población rusa. Las encuestas muestran que la mayoría de rusos apoyan a Putin, a pesar de un rublo que cae en picado y las sanciones internacionales por la crisis de Ucrania. "Él era nuestra esperanza", dijo Tatyana, una jubilada que hacía fila para rendirle sus respetos. "Me siento como si Putin me hubiera matado el día que él murió. Este año ha estado lleno de sufrimiento". Sobre las paredes colgaban fotografías de Nemtsov, y sonaba una música lúgubre. El ex primer ministro británico, John Major, estaba entre los asistentes. Lev Ponomaryov, activista a favor de los derechos humanos, señaló como culpable a la televisión estatal, que rutinariamente describe a los oponentes al Kremlin como traidores. "Si miras lo que la gente dice de la muerte, las versiones difieren. Algunos culpan a Vladimir Putin, algunos no. Pero todos están de acuerdo en que la televisión estatal rusa creó la atmósfera que llevó a esto". La muerte de un líder opositor con el telón de fondo del Kremlin, en una zona muy vigilada por los servicios de seguridad, ha sido profundamente embarazosa para Putin. En una entrevista con Reuters en Washington, el presidente Barack Obama dijo que era un síntoma del empeoramiento de la situación en Rusia, donde los derechos civiles y las libertades de los medios de comunicación han retrocedido. Los investigadores rusos dicen que están trabajando activamente en descubrir a los asesinos de Nemtsov. El Comité Investigador, el organismo a cargo de las pesquisas, dijo que había obtenido grabaciones de un circuito cerrado de televisión de la escena, y programado pruebas balísticas y médicas. La novia de Nemtsov, Anna Duritskaya, que estaba con él en el momento en que fue disparado, ha vuelto a su Ucrania natal, dijo el comité en un comunicado, y señaló que ya había aportado pruebas y se había comprometido a continuar cooperando con los investigadores. El comité sostuvo que los disparos se hicieron con una pistola Makarov, y que se habían recuperado seis casquillos de bala. También que la muerte fue cuidadosamente planeada y que los organizadores sabían de antemano dónde estaría Nemtsov. Pidió la ayuda de cualquiera que tuviera información sobre la muerte y ofreció una recompensa de 3 millones de rublos (unos 38.450 euros).