Cientos de miles salen a las calles en otro sábado de protestas en Israel

Jerusalén, 22 abr (EFE).- Cientos de miles de israelíes salieron hoy de nuevo a las calles, por decimosexto sábado consecutivo, de todo el país, con Tel Aviv como epicentro, para protestar contra el gobierno de Benjamín Netanyahu, el más derechista de la historia de Israel, y su polémica reforma judicial.

Las manifestaciones multitudinarias de hoy se produjeron tres días antes de que Israel celebre su "Día de la Independencia", el 75º aniversario de la fundación del Estado, y la víspera del Día de los Caídos, con la polémica sobre si los actos conmemorativos y solemnes deben impregnarse de reivindicaciones políticas o no.

Además de la manifestación central en Tel Aviv con más de 110.000 asistentes, hubo convocatorias en más de un centenar de lugares en todo el país, como Jerusalén, Haifa, Beersheba, Netanya, Ashdod, Beit Shemesh, Kfar Saba o Bat Yam.

"Al continuar con el golpe judicial, el gobierno está abriendo una grieta más profunda dentro de la sociedad israelí, dañando la economía y dañando la seguridad de Israel", dijeron los organizadores de las protestas, que no ceden después de más de cuatro meses a pesar de que Netanyahu congelara la reforma a finales de marzo para buscar una propuesta consensuada con la oposición.

Sin embargo, las conversaciones al respecto, auspiciadas por el presidente Isaac Herzog, se han sucedido durante todo abril sin indicios claros de acuerdo, mientras los convocantes mantienen su pulso en las calles hasta que sea enterrado definitivamente el planteamiento inicial de la reforma, que pretendía socavar la independencia de la Justicia y la separación de poderes, al dar al Ejecutivo y Legislativo más control.

Uno de los aspectos que más preocupa a los israelíes sobre la reforma es la ley de selección de jueces, que da al Gobierno un poder casi total sobre el comité que los nomina, y que debería haberse aprobado en la Knéset (Parlamento israelí) la última semana de marzo, pero que Netanyahu decidió posponer mientras impulsa un diálogo con la oposición.

La reforma ha puesto en jaque al gobierno de Netanyahu, que ha perdido gran parte de su respaldo social, con un 53 % de ciudadanos que cree que la reforma judicial es perjudicial para el país, y un 60 % dijo no sentirse representado por el Ejecutivo, según una encuesta publicada este fin de semana por la emisora pública Kan.

Otro sondeo publicado ayer por el diario Maariv muestra que la actual coalición liderada por Netanyahu no revalidaría el gobierno si se celebraran hoy elecciones sumando solo 47 escaños frente a los 64 que tiene hoy en una Knéset de 120 diputados.

El Likud de Netanyahu no sería el partido más votado, con solo 26 escaños -frente a los 32 de ahora- y sería sobrepasado con un diputado más por el partido de centro-derecha Unidad Nacional, liderado por el ex ministro de Defensa, Benny Gantz.

Las formaciones que hoy conforman el bloque opositor aglutinarían 68 diputados, una mayoría suficiente para gobernar, con Gantz al frente, quien es visto como una figura moderada y de centro capaz de lograr apoyos en ambos lados del arco político.

(c) Agencia EFE