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Científicos piden a estados de Brasil impedir una "explosión" del COVID-19

Miami, 2 jun (EFE News).- Científicos de la Universidad de Miami (UM) a cargo del Observatorio Latinoamericano de políticas públicas para contener el COVID-19 instaron este martes a los estados brasileños a actuar para evitar una "explosión" de la pandemia en Brasil que tendría consecuencias para toda la región.

"Empezaron tarde pero todavía hay tiempo para mitigar los peores efectos de la crisis. Ante una política nacional inadecuada o ausente, es menester que los estados actúen", dijeron a Efe Felicia Knaul, directora del Instituto de Estudios Avanzados de las Américas de UM, y Michael Touchton, profesor asociado de ciencia política de UM, que está a cargo del análisis de datos de Brasil.

El Gobierno de Jair Bolsonaro perdió "un tiempo valioso" mientras el COVID-19 se propagaba por todo el país, ha hecho "muy poco" por combatir la pandemia e incluso se opone "activamente" a las medidas de distanciamiento que permiten ralentizar la propagación, señalan los científicos de la Universidad de Miami.

La responsabilidad de evitar que la situación se salga de control recae, por ese motivo, en los gobernadores de los estados de Brasil, que si bien han sido también lentos y tímidos a la hora de tomar medidas, son "esenciales" para cambiar el curso de la pandemia.

UN OBSERVATORIO PARA BRASIL

Knaul y Touchton presentaron hoy virtualmente el "observatorio" brasileño, una plataforma interactiva que muestra la magnitud, oportunidad y éxito de las medidas tomadas por los estados de Brasil para reducir el contacto entre personas, así como la movilidad real de la población, y compara los datos con el resto de América Latina.

A fines de abril el equipo de UM presentó el observatorio estatal mexicano, el primero de este proyecto de ámbito regional que presenta datos actuales y desglosados.

Nicaragua, Brasil y México destacan en las tablas y gráficos del observatorio por la inacción o el rezago en responder al COVID-19.

Algunos estados, a través de acertadas y oportunas políticas de distanciamiento y salud publica, están logrando hasta ahora "aplanar la curva" de contagios y muertes pero son la minoría, según dice Knaul en respuesta a una pregunta de Efe.

EL PRECIO DE LA INACCIÓN SE PAGA EN VIDAS

El precio de la falta de acción y la lentitud frente al nuevo coronavirus se paga en vidas humanas, recordó

América Latina, con solo un 8,5 % de la población mundial, acumula el 40 % de las muertes que se producen en el mundo por el nuevo coronavirus y casi un 60 % de los decesos en la región corresponde a Brasil, el país más grande y poblado, que registra alrededor de un millar por día.

Knaul, que es profesora en el Departamento of Salud Pública en la Facultad de Medicina Miller de UM, dice a Efe que esa desproporción "tremenda" entre población y muertes se debe a varios factores, entre ellos la desigualdad en el acceso a los servicios de salud y el empleo, y una falta de políticas públicas, de control de la movilidad y de uso del tapabocas adecuadas.

También a que son sociedades que empiezan a sentir el envejecimiento de la población y las personas mayores son más vulnerables al COVID-19 y al hacinamiento en los barrios pobres de las grandes ciudades latinoamericanas.

Además, destaca algo que no se ha visto en países del mundo desarrollado: muchos enfermos no van al hospital y mueren en sus casas, lo que pone a toda su familia en peligro y especialmente a las "cuidadoras", que suelen ser mujeres.

Entre los datos que contiene el observatorio sobre Brasil está que, en promedio, los gobernadores esperaron hasta más de tres semanas después del primer caso de COVID-19 (26 de febrero) para ordenar medidas de distanciamiento y además optaron por medidas parciales que "se han hecho menos efectivas con el tiempo".

La movilidad de la población ha decrecido en Brasil pero no tanto como en otros países de América Latina, según datos de Google, y hay estados que han reanudado la actividad antes de lo que la ciencia aconseja y eso se ha traducido en un aumento de la movilidad.

UNA PANDEMIA PARTIDISTA

Esa es la tendencia general en todo Brasil pero hay estados que han actuado mejor y antes que otros y lo que enseña el observatorio es que no necesariamente son los más ricos.

En el caso de Brasil "la pandemia es partidista", dice Touchton para explicar que los gobernadores opositores a Bolsonaro han ido más allá de lo que el Gobierno central predica y sido más activos en tomar medidas de contención del virus.

Eso explica por qué algunos estados del Nordeste, una región pobre, están mejor situados en el Índice de Adopción de Políticas Públicas del observatorio y en el análisis sobre movilidad.

Los estados con mejor desempeño en ambos índices son Alagoas, Bahia, Ceara, Pernambuco, Piaui, Rio de Janeiro, Rio Grande do Norte, Santa Catarina, y Sergipe, y los peores Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Tocantins.

A juicio de Touchton, lo que sucede en Brasil es parecido a lo que sucede en EE.UU. en los estados que son gobernados por políticos afines al presidente estadounidense, Donald Trump, y siguen sus teorías y consejos acerca del COVID-19.

El populismo, que no responde a una ideología, está detrás de la respuesta de Trump, Bolsonaro, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, y Daniel Ortega, presidente de Nicaragua.

Knaul subraya como un motivo de preocupación el hecho de que en países con regímenes autoritarios o donde la democracia está en riesgo la baja movilidad se deba a un control de la población que no tiene que ver con el COVID-19 sino con una violación de los derechos humanos.

(c) Agencia EFE