Una ONG y la oposición de Nicaragua critican a Almagro por echar al jefe de la CIDH

Managua, 25 ago (EFE).- Organismos defensores de derechos humanos y opositores de Nicaragua criticaron este martes la decisión del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de no renovar el mandato del secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao.

La primera en elevar su voz en favor de Abrao fue la escritora Gioconda Belli, quien mostró su apoyo al brasileño, y se sumó a la protesta de la CIDH, que reclama que su independencia y autonomía ha sido golpeada por Almagro.

"Pocas personas hay en el continente que puedan competir con la integridad y profesionalismo de Paulo Abrao en el manejo de las misiones de la CIDH. Me uno a la protesta por esta inexplicable actitud del secretario Almagro", dijo Belli, miembro de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, en Twitter.

Previamente, la CIDH, un órgano autónomo de la OEA, informó que Almagro había decidido "abstenerse de avanzar en el proceso de renovación" de Abrao para el periodo 2020-2024.

FUE CLAVE EN NICARAGUA

Por su lado, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, compuesto por activistas nicaragüenses en el exilio, también mostró públicamente su respaldo al reclamo de la CIDH en favor de Abrao.

"Nunca Más respalda a la CIDH en su labor fundamental de fiscalización sobre las graves violaciones a derechos humanos en Nicaragua, y demanda el respeto de su autonomía e independencia por parte de Almagro", señaló esa ONG.

Por su lado, el no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) acusó a Almagro de "extralimitarse en sus funciones y obstaculizar el ejercicio de la renovación del mandato del secretario ejecutivo de la CIDH".

Asimismo, advirtió que la decisión de Almagro "atenta contra la vigencia de los derechos humanos de las víctimas en un continente necesitado del funcionamiento adecuado de los mecanismos de protección internacional, ante el ataque a los defensores y organizaciones de derechos humanos de carácter nacional, como es el caso específico de Nicaragua".

Por su parte, la ONG Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) escribió una carta a Almagro en la que le señala que "su posición no aporta al buen funcionamiento de la institucionalidad, y da discontinuidad a los procesos que se han empezado para la defensa de los derechos humanos".

Abrao realizó una visita a Nicaragua en el marco de las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en abril de 2018, donde presenció una protesta estudiantil en el recinto de la estatal Universidad Nacional Agraria (UNA), en Managua, que fue atacada por la Policía Nacional.

En esa ocasión, Abrao denunció el ataque ante el jefe de la Policía, Francisco Díaz, quien negó lo que estaba ocurriendo, sin saber que el representante del organismo lo llamaba desde el interior de la UNA, mientras los agentes disparaban, según se escuchó en el audio de la conversación distribuido por los alumnos.

SANDINISTAS RESPALDAN A ALMAGRO

La posición de Almagro y la denuncia de la CIDH despertaron diferentes reacciones entre los nicaragüenses en las redes sociales.

Mientras los que se identificaban con la oposición mostraban su apoyo a Abrao y recordaban afinidades entre el secretario general de la OEA y el presidente del país, Daniel Ortega, los que se identifican como sandinistas celebraban la decisión del uruguayo y se referían al brasileño con palabras ofensivas.

Almagro explicó que su decisión se basó en que existen "decenas de denuncias" contra Abrao, por parte de funcionarios de la OEA, algunas supuestamente graves, que no especificó.

La delegación de la CIDH fue expulsada de Nicaragua por el Gobierno de Ortega, mientras investigaba los sucesos ocurridos en la crisis sociopolítica que llevó a masivas protestas antigubernamentales y ataques armados para controlar a los manifestantes.

La CIDH logró confirmar la muerte de 328 personas en el marco de la crisis, frente a las 200 que admitió el Gobierno, pero también reveló acciones conjuntas entre policías y paramilitares en contra de los manifestantes, incluyendo ejecuciones selectivas, arrestos ilegales, torturas, violaciones sexuales, obstrucción de acceso a la salud o a la Justicia por parte de las autoridades, y otros crímenes "de lesa humanidad".

Ortega, quien lleva más de 13 años en el poder, ha dicho que se defendía de un intento de "golpe de Estado".

(c) Agencia EFE