Al Cholo Simeone le está condenando el que siempre fue su talón de Aquiles
El Atlético de Madrid cayó eliminado en la fase de grupos de la Liga de Campeones tras empatar a dos de la forma más dramática posible ante el Bayer Leverkusen en el Metropolitano. Más allá de la jugada final y del grave perjuicio deportivo y económico que supone para el club, hay varias lecturas que hacer y que nos dan las claves de por qué el Atlético ha llegado a esta situación. Es evidente que algo se ha roto en la relación del Cholo Simeone con los jugadores y con parte de la afición, pero hay algo más importante aún y que no viene de hoy, y es la ausencia de un plan B en la forma de jugar del Atleti con Simeone en el banquillo.
Cuando el Atleti no consigue ser ese equipo fiable y ordenado que defiende 4-4-2 o 5-3-2, pero con las líneas muy juntas y saliendo bien a la contra, no es capaz de sacar adelante los partidos que requieren llevar la iniciativa o remontar un resultado. Y ese problema no es nuevo ni viene ahora que parece erosionada la relación entre Simeone, el club, los jugadores y la afición. Eso le ha sucedido siempre con el Cholo en el banquillo y ahora que el Plan A no sale igual de bien o quizá los jugadores no son los ideales para jugar como jugaba el Atleti hace 6- 8 años, se pone más de manifiesto la ausencia de ese segundo plan.
En este año 2022 hay tres partidos que retratan especialmente al Atlético de Madrid en la Champions. La temporada pasada en la vuelta de los cuartos de final ante el Manchester City, cuando tuvo al rival acorralado en su área y no fue capaz de generar el fútbol suficiente para hacer ese gol que hubiera mandado el partido a la prórroga.
Ante el Brujas esta misma temporada en el Metropolitano, de nuevo el Atleti sometió al rival en área propia, Mignolet, guardameta belga, hizo el partido de su vida, pero le faltó fluidez y claridad de ideas para que el único recurso no fueran los centros laterales. Y por último el partido que ha supuesto quedar fuera de las eliminatorias de Champions ante el Leverkusen. El equipo rozó la victoria e incluso gozó de un penalti en el descuento que marró Carrasco, pero durante muchos minutos no fue capaz de generar ocasiones claras.
Hay un déficit de creatividad evidente. El Atleti ha jugado esta temporada con tres centrales y con línea de cuatro atrás, pero con ambos dibujos tiene problemas en ambas áreas. El tramo final del partido ante el Leverkusen exigía algo más. Quizá juntar a Joao con Griezmann y Morata, pero Joao no entró hasta los últimos minutos, ya sin Morata, aunque sí con Griezmann y Cunha.
El mediocampo no es precisamente una fuente de la que brote futbol. Witsel y Kondogbia forman un doble pivote de mucho cemento y hormigón, que trabaja bien y está completando buenos partidos, pero si el equipo necesita velocidad en la circulación de balón se queda muy corto. Las características del juego del Atleti han cambiado poco desde que el Cholo llegó al banquillo en 2011. El problema está en la calidad de las piezas actuales en posiciones clave. Es paradójico que mucha gente creía que la plantilla de la temporada pasada e incluso esta estaban entre las mejores de la historia del Atleti, pero la realidad demuestra otra cosa muy diferente.
La solidez que ofrecían al equipo los Godín, Miranda, Gabi y compañía está muy lejos de la que ofrecen ahora por ejemplo Savic y Giménez. Dos muy buenos centrales, pero con muchos problemas físicos. De hecho el Cholo no pudo poner de inicio a Savic ante el Leverkusen por miedo a una nueva recaída y Giménez acabó de nuevo tocado. La lesión de Llorente le ha restado de un pulmón clave en cualquier posición.
Griezmann está rindiendo muy bien y ahora ya puede por contrato jugar desde el inicio, pero es el único que intenta bajar a generar fútbol. Además trabaja una burrada y en el minuto setenta de muchos partidos está agotado. Sin duda el mayor talento puro de la plantilla es Joao Félix, pero su relación con Simeone parece estar en un punto sin retorno. Él piensa que merece más minutos y otro trato y su técnico que no se lo gana cuando tiene la oportunidad. De titular ha sido muy irregular y es muy mal suplente. Lo contrario que Correa, mucho mejor de revulsivo que de inicio.
La consecuencia de todo ello es un Atlético muy lejos de su nivel ideal. En la Liga se mantiene tercero y ha mejorado en los últimos partidos, pero en Europa no ha sido capaz de cumplir el objetivo y solo ha ganado de momento uno de los cinco partidos disputados.
Es momento de hacer una reflexión. Es evidente que hay un deterioro y un desgaste con Simeone once años después de su llegada, pero también es cierto y más importante si cabe la inexistencia de una alternativa a la idea de juego preferida de Simeone. Es verdad que es la que más éxitos le ha dado, pero ahora que no sale o no puede plasmarla igual, debería buscar alternativas que no llegan.
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