China trata de alentar la confianza económica tras el menor ritmo de crecimiento desde 2009

En la imagen, un contenedor en el puerto de Qingdao, provincia de Shandong, China, 19 de octubre de 2018. REUTERS/Stringer

Por Kevin Yao y Elias Glenn

PEKÍN (Reuters) - El crecimiento económico de China se enfrió a su ritmo trimestral más débil desde la crisis financiera mundial, y los reguladores anunciaron rápidamente su disposición a tomar medidas que calmen a los inversores.

En los datos del último trimestre se aprecia el impacto en la economía del gigante asiático de la guerra comercial con Estados Unidos y de la campaña que puso el Gobierno hace años para reducir los riesgos asociados a un mayor endeudamiento.

Las autoridades chinas se enfrentan a numerosos desafíos, ya que los temores por la guerra comercial han provocado una venta masiva en los mercados de valores nacionales y una fuerte caída en el yuan frente al dólar, lo que aumenta las preocupaciones sobre las perspectivas de crecimiento.

La economía creció un 6,5 por ciento en el tercer trimestre con respecto al año anterior, por debajo del 6,7 por ciento del segundo trimestre, dijo el viernes la Oficina Nacional de Estadísticas. Los analistas encuestados por Reuters esperaban que la economía creciera un 6,6 por ciento en el trimestre julio-septiembre.

Esta lectura del PIB supone el crecimiento interanual más débil desde el primer trimestre de 2009, en el apogeo de la crisis financiera mundial.

"La tendencia de desaceleración se está fortaleciendo a pesar del compromiso de las autoridades chinas de alentar la inversión nacional para respaldar la economía. La demanda interna resultó más débil que las inesperadamente sólidas exportaciones", dijo Kota Hirayama, economista de SMBC Nikko Securities en Tokio.

Tras otra gran caída en la renta variable china el jueves, las autoridades lanzaron un intento coordinado para calmar los mercados, y el gobernador del banco central, Yi Gang, dijo que las valoraciones en los mercados financieros no están en línea con los fundamentales económicos.

Yi y los principales reguladores prometieron medidas específicas para ayudar a aliviar los problemas de financiación de las empresas y alentar a los bancos comerciales a aumentar los préstamos a las empresas privadas. Pekín ha estado incrementando las medidas de estímulo en los últimos meses para impulsar el crecimiento.

El índice Shanghai Composite, que se desplomó más del 1 por ciento en las operaciones de primera hora del viernes, se recuperó con fuerza en la contratación vespertina para terminar el día con una ganancia del 2,6 por ciento.

El crecimiento del tercer trimestre se vio afectado por la producción en fábricas más débil desde febrero de 2016 en septiembre, ya que los fabricantes de automóviles redujeron la producción en más del 10 por ciento ante una desaceleración de las ventas.

"La debilidad proviene en gran medida de la industria secundaria, especialmente de la industria manufacturera. Podemos revisar nuestros pronósticos del cuarto trimestre", dijo Betty Wang, economista de ANZ en Hong Kong.

Trimestralmente, el crecimiento se desaceleró del 1,7 por ciento del segundo trimestre al 1,6 por ciento, cumpliendo con las expectativas.

El crecimiento intertrimestral del segundo trimestre se revisó a la baja desde el 1,8 por ciento estimado anteriormente, lo que sugiere que la economía entró con menos impulso en la segunda mitad del año de lo que muchos analistas calculaban.

Antes de la publicación de los datos, los economistas esperaban que el crecimiento en China se ubicara en el 6,6 por ciento este año, cumpliendo cómodamente el objetivo del 6,5 por ciento del Gobierno, y el 6,3 por ciento el año que viene.

Pero ahora algunos dicen que el crecimiento podría desacelerarse aún más dramáticamente el próximo año.

"De cara al futuro, el panorama económico no es optimista, ya que las exportaciones se enfrentan a más obstáculos debido al impacto de los aranceles de EEUU y la menor demanda en países emergentes. Es probable que el crecimiento del PIB se desacelere al 6,0-6,2 por ciento el próximo año", dijo Nie Wen, analista de Hwabao Trust Shanghai.

Los fabricantes de automóviles, que en el pasado experimentaron fuertes crecimientos en China, están ahora sintiendo el efecto del debilitamiento del consumo. Las ventas de automóviles registraron en septiembre la mayor caída en casi siete años, según datos publicados la semana pasada, y GM y Volkswagen registraron descensos de más del 10 por ciento.

(Información de Kevin Yao; información adicional de Stella Qiu en Pekín, Vatsal Srivastava en Singapur y Kaori Kaneko en Tokio.; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)