Cheney denuncia a Trump como “amenaza interna” que intenta “desarmar” estado de derecho

Este jueves, la representante Liz Cheney dijo que el comité del 6 de enero considerará hacer referencias penales por los intentos de miembros del Trumpworld de intimidar o afectar el testimonio de los testigos ante su panel.

Cheney declaró a Good Morning America, según Reuters: “Es algo que nos tomamos muy en serio. Y es algo de lo que la gente debería ser consciente. Es un tema muy serio, y me imagino que el Departamento de Justicia estaría muy interesado y nosotros nos tomamos muy en serio eso también”.

Los intentos que han atestiguado hasta ahora “nos dan una idea real de cómo está operando la gente que rodea al expresidente”, agregó.

Durante un discurso pronunciado ante invitados en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan, un monumento a uno de los líderes republicanos más reconocidos, Cheney atacó al expresidente por sus intentos actuales de socavar la confianza en el sistema electoral de Estados Unidos y el estado de derecho en general.

“En este momento, nos enfrentamos a una amenaza interna a la que nunca nos habíamos enfrentado, y eso es un expresidente que intenta desmoronar los cimientos de nuestra república constitucional”, le dijo a los presentes, según The New York Times.

“Él cuenta con la ayuda de líderes republicanos y funcionarios electos que se convirtieron en rehenes voluntarios de este hombre peligroso e irracional”, continuó Cheney. “Incluso después de todo lo que hemos visto, están permitiendo sus mentiras”.

Los comentarios no fueron mal recibidos, según los informes noticiosos que también señalaron que la multitud le dio a Cheney una ovación de pie cuando entró al lugar.

Previamente, una de las principales asistentes de Mark Meadows, el ex jefe de gabinete de la Casa Blanca, reveló en su testimonio exactamente cuánto sabían Trump y su equipo sobre la probabilidad de que estallara la violencia el 6 de enero como resultado de sus intentos de anular las elecciones, a pesar de lo cual continuó con su plan ilegal.

Cassidy Hutchinson le dijo al comité del 6 de enero el martes que su jefe le confió que pensaba que el 6 de enero podría ponerse “muy, muy mal” solo unos días antes de que ocurriera el ataque, y también dio una vívida descripción de cómo el presidente supuestamente se abalanzó sobre un agente del Servicio Secreto desde la parte trasera de su camioneta blindada e intento conducir el vehículo hacia al Capitolio, luego de que le informaran que no lo llevarían allí tras su mitin en la Elipse para ayudar a sus seguidores.

También remarcó que el equipo de Trump y sus aliados han sabido durante meses que la multitud no solo era violenta sino que estaba bien armada, incluso con pistolas, porras y rifles estilo AR-15, que es totalmente ilegal portar en el Distrito de Columbia. Los comentaristas proTrump como Tucker Carlson han dicho mentiras durante meses sobre que la multitud era pacífica y estaba desarmada y, por lo tanto, no constituía una “insurrección” en sus mentes.

Cheney comentó sobre ese testimonio en una entrevista que fue publicada por Good Morning America el jueves; en esa conversación, Cheney afirmó a Jon Karl de ABC que tiene plena fe en la exactitud del testimonio de Hutchinson (a pesar de las negativas de Trump y el Servicio Secreto de EE.UU.).