Scioli y Macri cerraron sus campañas; ¿Quién llega mejor al histórico balotaje?

Scioli y Macri cerraron sus campañas; ¿Quién llega mejor al histórico balotaje?

Ya está todo dicho. La veda rige desde el viernes a las 8 de la mañana. Los candidatos ya no pueden hacer actos proselitistas, los medios no pueden difundir encuestas y sólo un actor puede pronunciarse cómo y cuándo quiera sobre los comicios de este domingo: la ciudadanía.

En un escenario que parecería favorecer a Macri por el inesperado giro de los acontecimientos desde que Scioli ganó ajustadamente en primera vuelta, lo cierto es que ni los analistas más expertos pueden responder la pregunta por quién gobernará la Argentina durante los próximos cuatro años. ¿Cómo pueden incidir estos últimos días de campaña en el resultado del domingo?

El cierre de Scioli: la advertencia, dos modelos de país

El candidato oficialista no se salió del libreto que usó durante la campaña. De cabo a rabo: Macri representa los 90, él, la continuidad del modelo kirchnerista. Y lo enfatizó con duras palabras: “Desde la humildad vamos a unir a todos los argentinos que quieren ir encontrando la senda hacia el desarrollo. La opción es clara: una liberal, del demonio del capitalismo salvaje de la alianza reconvertida que representa Macri”, disparó.

Acompañado de Carlos Zannini, su compañero de fórmula, las palabras salieron como un último aliento en el acto en La Matanza. “Nosotros somos la base fundacional del peronismo que trae el desarrollo a estos nuevos tiempos. Llega la hora de la verdad".


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Sin embargo, el discurso tuvo un componente ausente hasta entonces, que apareció en el debate: el gobernador bonaerense intensificó la idea de “ser más Scioli que nunca”, sugiriendo un leve corrimiento de las directivas presidenciales. Lo que, quienes apoyan las medidas tomadas por el kirchnerismo pero disienten del estilo de Cristina, vienen reclamando hace rato.

Además, Scioli endureció su discurso contra dos actores que no suelen estar en su agenda de ataques: la Justicia y el capital financiero. “Quieren un nuevo golpe al mercado intimidatorio para generar incertidumbre, usando el brazo judicial para llevar adelante la estafa que es una gran devaluación”, sentenció. En ese momento, explotó el público: "El domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar", cantaban las tribunas en el polideportivo Juan Domingo Perón de González Catán.

Scioli aprovechó para introducir otro elemento habitual de sus campañas: el Papa Francisco. Y, de paso, le pegó al macrismo: “Lo que ocurrió en las últimas horas, y que muestra la soberbia que estamos enfrentando, el asesor, el conductor, el verdadero candidato, Durán Barba, que lo dirige así a Macri, saben lo que dijo, qué me importa la palabra del papa Francisco, si tiene 10 votos”, sentenció.


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Llamativo fue que el acto haya sido en La Matanza, distrito peronista por excelencia y potencialmente votante de Scioli -a raíz de los números que de la elección nacional se desprendieron-, haya sido el lugar elegido para cerrar la campaña. Quizás, la estrategia del exmotonauta fue jugar de local para asegurarse una simbología contundente ante la sociedad, y sugerir lo que en su cabeza es una expresión de deseo que podría convertirse en realidad: ser el presidente de todos los argentinos.

El cierre de Macri: reforzar un terreno que no vota al PRO

"Los verdaderos héroes no son un pequeño grupo de iluminados. Sos vos, vos, vos, los que vamos a hacer que este país salga adelante". El estilo es inconfundible: así le habla Macri a su público. Esta vez, en Humahuaca, en la Provincia de Jujuy, en un terreno que suele serle esquivo en las urnas al saliente jefe de Gobierno porteño: el noroeste argentino.

Como todavía señalan al interior del macrismo, el número de los indecisos se mantiene alto. Por esta razón, esta semana fue clave para reforzar los puntos flojos de la campaña, que entró en su recta final y pretende revertir el ajustado resultado que lo dio a Scioli como ganador por 3 puntos.

El acto no contó con la presencia de Elisa Carrió, una figura que si bien se colocó debajo del paraguas macrista, siempre se reserva una cuota de estrellato para sí misma. Tampoco pudo asistir Gabriela Michetti, internada por una gastroenteritis en la Ciudad de Buenos Aires. Pero sí estaban los soldados de la primera hora, curiosamente, los macristas de la línea divergente: Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, electos por la capital porteña y la Provincia respectivamente.


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Los recursos a los que apeló Macri en su discurso fueron los que le dieron frutos durante la campaña. La no confrontacion: "No peleemos, no discutamos, reservemos la energía para construir", dijo al pie del Monumento a los Héroes de la Independencia en la quebrada de Humahuaca.

Macri va confiado a una elección que, antes de la primera vuelta lo tenía de punto y terminó siendo la banca.

A todo o nada: el próximo presidente de la Nación

Los números hablan: el 25 de octubre, Scioli sacó 37,08% de los votos, contra 34,15% de Macri y 21,39% de Sergio Massa. Para poder llegar a la presidencia, el FpV o Scioli deberán hacerse de los votos de Massa.

Ante las señales que llegaron desde el massismo esta semana, las últimas cartas podría jugarse entre los actores que se fueron pronunciando de acuerdo a su voto.

Sea como sea, este domingo la palabra la tendrá el electorado. Alejandro Tullio, director nacional electoral, anticipó que alrededor de las 19.30 habrá un resultado preliminar, y que a las 22 habrá una tendencia más bien definitiva.

La única certeza es que el domingo a última hora los argentinos tendrán un nuevo presidente y el ciclo de Cristina Fernández de Kirchner habrá terminado, tras cerrar un proyecto político de más de 10 años en el poder. Los indecisos tienen algo más que un día para definir su voto. Scioli y Macri tienen el mismo tiempo, sólo para esperar esa transferencia de votos a sus respectivos partidos.

Una vez más, en la Argentina, serán las urnas las que hablen, y el electorado el que decida. Treinta y dos años de democracia ininterrumpida que, quizás, sea el triunfo de todo un país más allá del partido que se consagre como ganador para los próximos cuatro años.

La elección, en números:

  • A las 7.30, comenzará el despliegue del Ejército y de las fuerzas de seguridad

  • Habrá 13.500 lugares de votación.

  • En todo el país, se dispondrán 95 mil mesas.

  • Se votará en el mismo lugar que en la elección anterior y se repetirán las autoridades de mesa.

  • Sólo habrá una boleta en todo el país, por lo que la distribución y escrutinio, según dijo, serán más fáciles.

  • Los resultados preliminares se darán a partir de las 19.30.

  • La Web se actualizará cada 5 minutos.

  • A las 22, habrá tendencias medianamente sólidas, por acuerdo de los partidos políticos.