Cazadores de dividendos miran a mercados emergentes, ayudados por fondos de pensiones locales

Por Sujata Rao LONDRES (Reuters) - Los mercados emergentes, alguna vez considerados sólo como inversiones por su crecimiento, están viendo como echa raíces entre las empresas una cultura de dividendos, especialmente en los países con grandes fondos de pensiones que presionan para un cambio. Las empresas de países emergentes pagaron un récord de 119.000 millones de dólares en dividendos el año pasado, el doble que en 2009 y tres veces más que en 2005. La tasa de dividendos, el porcentaje de la ganancia que se reparte a los accionistas, superó en un 4 por ciento a la de países desarrollados, según Aye Soe, director de investigación de S&P Dow Jones Indices. (http://link.reuters.com/dac94w) Eso es menos de un tercio de lo que pagaron el año pasado las empresas de Estados Unidos a sus accionistas. Pero si se ajusta por el tipo de cambio y los pagos extraordinarios, los dividendos están creciendo en los mercados emergentes más rápido que en otras regiones, en cerca de un 30 por ciento al año, según el Índice de Dividendos de Henderson Global. Las empresas en muchos mercados emergentes como India aún prefieren invertir las ganancias en su propio negocio, lo que ofrece a los inversores pocos ingresos, salvo la perspectiva de alzas del precio de las acciones. Sin embargo, otros están ofreciendo más efectivo a los accionistas. Como los mercados emergentes han tenido un desempeño inferior a los desarrollados durante cinco años consecutivos, más compañías se están dando cuenta del papel que juegan los dividendos en impulsar las acciones y atraer a los inversores, dijo Julian Mayo de Charlemagne Capital, cuyo fondo especializado en dividendos ha tenido un retorno de un 40 por ciento en libras esterlinas desde 2012, según Lipper. "El caso de los dividendos en mercados emergentes no se ha reconocido lo suficiente. Los inversores miran a los mercados emergentes en busca de crecimiento y ven ganancias decepcionantes, pero la realidad es que muchas empresas de buena calidad están combinando ganancias y pago a los accionistas", dijo Mayo. IMPULSO DE LAS PENSIONES Hay otro poderoso impulso para los dividendos: la necesidad de ingresos de los fondos de pensiones y las aseguradoras en los países en desarrollo. Los activos de pensiones son una fracción de los de Japón o Reino Unido, pero la tasa anual de crecimiento supera a las de sus pares: un 19,4 por ciento en México en la última década y un 13 por ciento en Sudáfrica, según un estudio Towers Watson. En América Latina, la empresa de análisis Cerulli dijo el año pasado que los activos de fondos de pensiones superaron los 900.000 millones de dólares, duplicándose cada cinco o seis años en algunos países. Esos fondos de pensiones, enfrentados al enfriamiento del crecimiento en los mercados emergentes y al colapso de los rendimientos de los bonos en el mundo, están volcándose a los ingresos de las acciones, dijo Peter Lee, director ejecutivo de Mirae Asset Global Investments. "Para los fondos de pensiones los retornos lo son todo. Si no obtienes rendimiento estás condenado y por eso algunos fondos de pensiones se han vuelto activistas", agregó. Ese cambio se ve en Corea del Sur, donde una nueva ley que aplica impuestos al exceso de efectivo de las compañías obliga a las más "tacañas" a pagar más dividendos. Eso obligó a empresas como Hyundai y Samsung a subir sus dividendos del 2014 entre un 40 y 50 por ciento. La tasa promedio de pago de las firmas coreanas subió a 19,5 por ciento el año pasado desde el 15 por ciento del 2012. Ese nivel sigue muy por debajo del de economías emergentes como Brasil o México, que pagan un 33 por ciento y 50 por ciento respectivamente, mostraron datos de Thomson Reuters. Chile, un pionero entre los mercados emergentes en las reformas a los fondos de pensiones, exige a las compañías pagar en dividendos un 30 por ciento de sus utilidades anuales. Julian Mayo de Charlemagne atribuye las robustas tasas de dividendos latinoamericanas a "una base de inversores domésticos sofisticada y de larga data, lo que significa que ha habido una demanda más consistente por dividendos comparada con la repentina presión de los fondos de pensión". (Reporte adicional de Tripti Kalro en Bangalore; Abhishek Vishnoi en Mumbai; Editado en Español por Javier López de Lérida y Ricardo Figueroa)