La catedral del tecno de Berlín se abre a nuevos tipos de sonidos

La instalación de sonido "Once canciones" se ve en el Berghain Club en Berlín

BERLÍN, 3 ago (Reuters) - Berghain, el club nocturno más famoso de Berlín, está volviendo a palpitar mientras el templo del tecno del tamaño de una catedral desafía meses de cuarentena por el coronavirus para presentar "Eleven Songs", una instalación de sonido única.

La pandemia y las reglas de distanciamiento social establecidas para contenerla paralizaron la exuberante vida nocturna de Berlín, con la prohibición de las discotecas, aunque algunos clubes han experimentado con conciertos donde los asistentes agitan las extremidades y la cabeza al ritmo de la música.

Para la instalación en Berghain, el dúo de artistas "tamtam" conectó la sala principal del club con parlantes que llenan la antigua estación de electricidad con una secuencia de sonidos de una hora de duración, desde graves profundos a una canción que recuerda a las ballenas.

"El desafío en esta sala era hacer que su dimensión hablara", dijo Sam Auinger de tamtam, que crea instalaciones de sonido que permiten a los visitantes experimentar la sala como un instrumento. "Nunca se puede trabajar contra la física en una habitación como ésta", agregó.

Berghain, conocido por sus largas filas y decisiones aparentemente arbitrarias de Sven Marquardt sobre quién entra, rompió algunas de sus propias reglas para la exhibición, incluida la apertura de las ventanas para dejar entrar el sonido de la ciudad.

"La ciudad entra de vez en cuando en lugares tranquilos, con autos, bocinas", dijo el curador Carsten Seiffarth.

Con sólo 50 personas permitidas por vez, las colas no son tan largas como de costumbre. Pero los visitantes permanecen tumbados en el suelo y dejando que el sonido los envuelva.

"Es una instalación de sonido fenomenal. Te sientes como en una catedral, quedé muy impresionado", dijo Michael Altner, quien había estado tratando de entrar durante días.

(Información de Reuters TV, escrito por Thomas Escritt, editado en español por Lucila Sigal)