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Catar actualiza su sistema laboral al siglo XXI

El Cairo, 27 sep (EFE).- Catar está reformando su sistema laboral para adaptarse al siglo XXI, cumplir con los estándares en derechos humanos y dejar atrás un corsé que choca con proyectos de tanto relieve internacional como la Copa del Mundo de 2022, aunque el proceso despierta dudas sobre la capacidad del emirato para acometer una renovación real.

La presión de ONG y organismos internacionales, como la propia Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA), para que el pequeño emirato del golfo Pérsico cumpla con los estándares ha incentivado la reforma en Catar, aunque las dudas recaen en si va a ser implementada correctamente.

En los últimos años, varias organizaciones han denunciado el impago de salarios, empleados muertos de hambre y deportaciones de inmigrantes que trabajan en el sector de la construcción y, en especial, en los preparativos del Mundial.

Catar ha aprobado un salario mínimo no discriminatorio, algo único en Oriente Medio, y el "desmantelamiento" del sistema de control y patrocinio denominado "kafala", que ata el estatus legal del inmigrante a la voluntad de su empleador.

Pero los trabajadores inmigrantes todavía no tienen derecho a crear sindicatos, su situación legal en el país depende de su patrón y no tienen la fuerza necesaria para alzar la voz a pesar de que representan el 95 % de la mano de obra en el país.

El emirato no es el único país del golfo Pérsico que recibe críticas por la situación laboral de los inmigrantes y que promete reformas, pero "solo Catar está dando pasos concretos", dice a Efe el jefe de la oficina en Doha de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Houtan Homayounpour.

UNA REFORMA PIONERA EN EL GOLFO PÉRSICO

A finales de agosto, Catar anunció a bombo y platillo una serie de medidas para mejorar las condiciones laborales a las que los trabajadores inmigrantes están sujetos.

Entre ellas, un salario mínimo de 1.000 riales cataríes (unos 274 dólares), al que se le suman otros 500 riales (unos 137 dólares) para alojamiento y 300 riales adicionales (unos 82 dólares) para comida, siempre y cuando estos gastos no estén previstos en el contrato laboral.

Asimismo, se anula el denominado certificado de no objeción, que impide que los inmigrantes cambien de trabajo sin el permiso del empleador antes de que expire su contrato, una medida calificada de "histórica" por la OIT, organizaciones internacionales y la propia FIFA.

De acuerdo con Homayounpour, estas medidas "desmantelan" el sistema de la kafala, "pero no significa su abolición".

"Si miras a la kafala desde el punto de vista en el que necesitas una oferta de trabajo antes de llegar al país, es decir, que necesitas que alguien te traiga al país (...) esta parte todavía permanece", apunta el jefe de Catar para la OIT.

De acuerdo con la OIT, la kafala "crea un desequilibrio de poder" entre el empleador y el empleado que va en contra de las convenciones de la organización, al limitar la libertad de movimiento de los trabajadores, un elemento que es indicador de prácticas como el trabajo forzoso.

Para la investigadora de Human Rights Watch (HRW) Hiba Zayadin, esta es la vez que Catar ha estado más cerca de abolir la kafala y apunta que estas reformas son "pasos concretos para proteger los derechos de los trabajadores inmigrantes".

"Pero somos cautelosos cuando hablamos de Catar y otros países del Golfo porque, incluso cuando anuncian reformas sobre el terreno, no las hemos visto aplicadas efectivamente", asevera.

¿UNA REFORMA REAL?

Para la OIT y HRW la legislación es importante, pero lo es más la implementación de estas reformas, un aspecto que genera muchas dudas.

En 2018, las autoridades del país ilegalizaron la confiscación de pasaportes por parte de empleadores a trabajadores inmigrantes, pero según Zayadin esta práctica sigue siendo "muy común" porque no se ha implementado correctamente.

"El hecho de que las reformas que se han introducido antes no se estén implementando efectivamente mina por completo este proceso. Y es en esto en lo que no tenemos fe", apunta.

Además, un empleador puede acusar a su trabajador de fuga si se cambia de empleo, algo que implica el arresto y la deportación, puesto que es el patrón quien está a cargo de la expedición, la renovación o la cancelación del visado del inmigrante.

UN PROCESO DE TRANSFORMACIÓN

Catar ve en la reforma un paso hacia la transformación económica del país en un momento clave.

En una carta enviada a Efe, el embajador catarí en España, Abdalla al Hamar, asegura que "Catar está estableciendo nuevos estándares en la región, cumpliendo sus promesas y llevando a cabo reformas que apoyarían la creación de un mercado laboral vibrante".

Explica que "la reforma laboral es fundamental para el desarrollo a largo plazo" del país y se enmarca dentro del proceso de transformación hacia una "economía diversificada", para lo que Catar tiene el compromiso de "crear un mercado laboral dinámico y vibrante que aumente la competencia, atraiga talento e inversiones".

"Estamos a dos años de ser la sede del Mundial y seguiremos trabajando, durante muchos años después, con socios internacionales como la Organización Internacional del Trabajo", añadió.

Eso sí, admite que el Gobierno "espera que algunas empresas intenten eludir estos cambios, como lo han hecho en el pasado" por lo que las autoridades están "endureciendo las medidas de cumplimiento y aplicación". Carles Grau Sivera

(c) Agencia EFE