Es de Catamarca y cocinó para el director de la NASA: quién es el joven que cambió arquitectura por gastronomía

En marzo de este año, Martín Agüero se recibió como técnico en gastronomía y al día de hoy vivió experiencias que lo emocionaron por completo
En marzo de este año, Martín Agüero se recibió como técnico en gastronomía y al día de hoy vivió experiencias que lo emocionaron por completo - Créditos: @Gentileza

Desde lo más profundo de sus sentimientos, Martín Agüero sabía que quería seguir el camino de la gastronomía. Sin embargo, por diversos motivos, tomó la decisión de comenzar la carrera de arquitectura. Bajo esta iniciativa, cuando terminó la escuela en Catamarca, por el año 2015, se mudó a Córdoba con el objetivo de comenzar con sus estudios de formación. No obstante, el destino tenía otros planes para él.

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Casi de manera automática leía sobre los temas asignados y realizaba las maquetas correspondientes del plan educativo, hasta que en el tercer año de la carrera, la rutina se le cambió por completo. En 2019, desaprobó una de las entregas más importantes y esto fue el desencadenante para darle un giro radical a su vida: abandonó los planos de construcción e incursionó en la cocina. ¿El resultado? Un éxito.

Martín Agüero tomó la decisión de arribar al mundo de la Gastronomía y no se arrepiente de todo el camino que logró
Martín Agüero tomó la decisión de arribar al mundo de la Gastronomía y no se arrepiente de todo el camino que logró - Créditos: @Gentileza

En diálogo con LA NACION, y bajo otro presente, el joven de 26 años recordó cómo le dio inicio a este cambio y ofreció detalles de un emocionante encuentro que tuvo con el director de la NASA, Bill Nelson, quien se presentó al restaurante donde trabaja en la actualidad.

“En el momento de realizar esta transformación vivía con algunos problemas familiares y me fue mal en la entrega final de la materia más importante. Ahí fue cuando pensé si realmente era lo mío y descubrí que no me veía siendo arquitecto en un futuro, más allá de que la carrera es hermosa. Luego dije ‘amo cocinar, puedo estar horas en una cocina y no me canso, lo disfruto’, entonces averigüé donde podía estudiar en Córdoba”, explicó.

A pesar de que ya había procesado la información en cuanto a su nuevo propósito, se encontraba temeroso por revelarles la noticia a su familia. Afortunadamente, cuando se las comunicó, lo apoyaron gratamente. “Me costó un poco tomar la decisión. Tenía miedo que mis padres me digan algo al dejar arquitectura a mitad de carrera y meterme en otra que nada que ver, pero cuando se los dije me incentivaron para que lo haga si era realmente lo que me apasionaba”, sostuvo.

Tras su descargo emocional, en el 2020 tomó la iniciativa de anotarse en la Tecnicatura Superior en Gastronomía, dictada por el Instituto Mariano Moreno, establecimiento donde en el 2023 se recibió en tiempo y forma. Según afirmó, las experiencias, teorías y clases del día a día lo cautivaron por completo, tal y como lo que experimentaba cuando era muy pequeño.

Martín Agüero, el protagonista de esta historia, tiene 26 años
Martín Agüero, el protagonista de esta historia, tiene 26 años - Créditos: @Gentileza

“Yo creo que desde siempre estuve interesado en la gastronomía, pero no me daba cuenta. Recuerdo que me encantaba ir a lo de mis abuelas, Alicia y Amelia, y verlas cocinar o ayudarlas en algo. Creo que por ahí se fue incrementando mi interés gracias a ellas, que son dos grandes cocineras que amo. Después, cuando me mudé solo, tuve que cocinarme y empecé a sentir el producto con mis manos, mezclar sabores, sentir aromas”, comentó.

Asimismo, en su primer año lejos de casa, Martín vivió en una residencia junto a otras personas, escenario con el que aprovechó a mostrar sus dotes culinarios. “Descubrí que me gustaba mucho cocinarles a otros y ver sus reacciones”, afirmó.

Las primeras experiencias en la gastronomía

Ya afianzado en el rubro, Agüero se puso manos a la obra e instaló “Keloke” su propio emprendimiento de hamburguesas, durante el primer año que ingresó a la carrera. El surgimiento de este local se dio a raíz del Covid-19, contexto en el cual tuvo que volverse a Catamarca por la pandemia: “En el 2020 empecé a vender estos productos desde mi casa, como se podía. Me fue muy bien la verdad ese año del emprendimiento, luego tuve que cerrarlo porque me volví a Córdoba cuando volvimos a cursar presencial”.

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Cuando retomó su rutina habitual, entregó currículums a diferentes lugares con el objetivo de ingresar a trabajar en un local gastronómico. Luego de varios intentos, lo consiguió. “En 2021 trabajé en Bullanga Milanga, un reconocido local gastronómico de Córdoba. Luego, en el 2022 participé de muchos eventos para festivales y en caterings, posteriormente estuve varios meses en un bar del barrio Güemes llamado Capitan y hoy en día estoy trabajando en Bruma, un reconocido restaurante que está ubicado en el tercer piso del Hotel Azur”, enumeró.

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En este último lugar, donde se desempeña como cocinero, Martín vivió una anécdota de la que nunca se olvidará: el 30 de julio atendió al director de la NASA, Bill Nelson, y el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, quienes se hospedaron junto a toda su comitiva en el reconocido espacio ubicado en San Jerónimo 257.

Bill Nelson, administrador de la NASA
Bill Nelson, administrador de la NASA - Créditos: @Embajada de EEUU

Respecto de todo lo que vivió ese día, aseguró: “Fue un orgullo porque son personas muy importantes en el mundo y que prueben la comida que hacemos en Bruma con mis compañeros fue una satisfacción. Ese día llegué y había policías por todos lados, cuando entré a la cocina me dijeron que más tarde llegaban ellos así que nos empezamos a preparar muy bien para que no falte nada”.

Por otro lado, enumeró la lista de platos que probaron los comensales:

  • Stracciatella con remolacha, emulsión de zanahoria, alcaparras, pesto, mostaza encurtida.

  • Bife de chorizo con milhojas de papa, hongos y cebolla.

  • Berenjena apanada en panko, con salsa tonnato y acelga.

  • Pesca del día con beurre blanc, emulsión de queso y aceto con espinaca y chauchas.

  • Porchetta con polenta blanca y Zanahoria negra.

Uno de los platos que Martín realizó junto a sus compañeros de Bruma
Uno de los platos que Martín realizó junto a sus compañeros de Bruma - Créditos: @Gentileza

En cuanto a la respuesta por parte de las autoridades, fue sumamente positiva. Los platos fueron un éxito y no hubo ningún reclamo, solo miradas de disfrute. “El saber que les gustó fue algo muy lindo”, afirmó Martín.

Además de estas experiencias, el profesional nombró algunos de los festivales en los que aportó su labor y con los cuales creció exponencialmente: “Participé en muchos eventos para los integrantes del ‘Ritual Gastronómico’. Julián, uno de los socios, siempre me tuvo en cuenta en cada festival que tenían desde el primer día. Los que más disfruté fueron el ‘Festival del humor y el choripán’, donde salimos el primer puesto en el mejor chori gourmet, después otro que me gustó mucho fue el ‘Festival Nacional de la Dulce Ciudad’, en Arroyito, donde éramos los únicos que ofrecíamos una oferta gastronómica”.

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En cuanto a los próximos proyectos que tiene en mente, indicó que su idea es continuar en el trabajo donde se encuentra en la actualidad y profesionalizar aún más su desarrollo profesional: “Desde que entré cada día aprendo algo nuevo. Eso es gracias a mi jefe, Bruno Martín, que está encima de nosotros todo el tiempo y trata de enseñarnos cosas… él de verdad se interesa de que aprendamos y siempre nos tira para delante. Cuando sienta que es el momento, tengo ganas de irme a trabajar a la Patagonia o al exterior, eso sería un sueño, el poder ir a conocer otras culturas, otros productos y aprender de eso”.

Martín Agüero, a la izquierda, en uno de los eventos en los que formó parte
Martín Agüero, a la izquierda, en uno de los eventos en los que formó parte - Créditos: @Gentileza

En lo que se refiere al largo plazo, sostuvo que tiene la expectativa de instalar un restaurante con su propia impronta. “Me gustaría ponerlo en Catamarca, usando productos regionales, trabajar con productos de estación y con proveedores locales”, afirmó. Con toda esta trayectoria a sus espaldas, Martín dejó una reflexión para todos aquellos que, como él, se encontraron desmotivados y envueltos en incertidumbre respecto de sus carreras educativas.

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En este sentido, concluyó: “A los que están en la duda les diría que se sienten y piensen si de verdad quieren eso para su futuro. Si no lo quieren, deben saber que siempre están a tiempo de cambiar, que piensen qué es lo que los apasiona y le metan para adelante con eso porque no saben lo hermoso que es trabajar de lo que amás realmente”.

Tras varios meses sumido en interrogantes, y gracias a que expresó abiertamente lo que transitaba, el protagonista de esta historia logró su cometido y planea brillar en este camino que desarrolla con esmero y pasión.