'Cata' Domínguez y la peor maldición que vivió en Cruz Azul: irse por el repudio de la afición

Cata Domínguez marcando a Jonathan Rodríguez en un amistoso entre Cruz Azul y América, diciembre de 2022. (Jonathan Mondragon/Jam Media/Getty Images)
Cata Domínguez marcando a Jonathan Rodríguez en un amistoso entre Cruz Azul y América, diciembre de 2022. (Jonathan Mondragon/Jam Media/Getty Images)

Julio César Cata Domínguez vivió en Cruz Azul muchos maleficios. El más largo fue aquel que trató sobre el campeonato que se negaba a La Máquina. Cuando Cata debutó en Primera División, su club ya tenía nueve años sin ser campeón. Le tocó vivir las épocas más dramáticas de esa sequía —15 años más—. Las dos finales perdidas en 2008, ante Santos Laguna y Toluca; la caída ante Rayados de Monterrey en una final que iban ganando 3-1. Y mucho más.

Las dos finales ante el América, que ya parecían el clímax de una historia depresiva. La remontada de Pumas que nadie pudo creer, en las Semifinales del Clausura 2020. Domínguez soportó los peores momentos siempre en el mismo club. Supo convertirse en el jugador con más partidos en esa institución: jugó 655 partidos con la camiseta cementera, más que nadie en todos los tiempos. Pero, a la vez, padeció en los últimos años el rechazo de una afición que ya no quería verlo con sus colores.

Era un histórico, pero no lo valoraban como tal y su rendimiento en el campo daba argumentos a esa postura. Domínguez, que en sus primeros años fue considerado un central para el futuro y luego se consolidó como elemento cumplidor, empezó a cometer errores primarios que lo hacían el eslabón más débil de la defensa cementera. El soñado título, que llegó para el Clausura 2021, aminoró la visión crítica que había sobre Domínguez, porque ese torneo, como todos sus compañeros, elevó su nivel y mostró una seguridad constante en todo el certamen.

Pero, pasada la euforia por tamaño logro, todo volvió a la normalidad que conocía, o todavía peor. Su salida era lo primero que se esperaba en cada nuevo mercado de fichajes. Finalmente, en mayo del año pasado, la relación entre Cruz Azul y su jugador con más partidos llegó a su fin. Partió con rumbo al Atlético San Luis, un club en el que no se esperaba demasiado de un defensa clase 1987, veterano ya. Pero su desempeño sorprendió durante la primera campaña, en la que los potosinos alcanzaron las Semifinales del futbol mexicano.

Él dice nunca haber entendido cómo pasó todo. “Me sorprendió porque fue de la noche a la mañana (abucheos). No había pasado antes. Traté de ser fuerte mentalmente y terminé jugando a pesar de los abucheos y por algo lo hacía, entonces me enfocaba en eso. Salí por la presión de la afición”, reveló a Toño de Valdés en septiembre pasado. Domínguez recordó también que su familia recibía muchos mensajes negativos en redes sociales. No había tiempo para más en Cruz Azul.

Ahora le tocará volver a casa, de manera nunca mejor dicha. No sólo enfrentará a Cruz Azul, él como visitante, sino que lo hará en el Estadio Ciudad de los Deportes, en el que jugó la mayor parte de su carrera (2006-2018). Domínguez perdió cuatro finales de Liga MX durante esa etapa (de las cinco en las que cayó; la otra, ante América, fue cuando Cruz Azul ya se había mudado al Azteca). Será una nostalgia especial, como la que arropó a Jesús Corona, otro referente de Cruz Azul, que fue bien recibido por la afición en la reciente visita de Tijuana a La Máquina.

Carlos Rodríguez, excompañero de Domínguez, ha exhortado a la afición a dar una bienvenida cálida a su excapitán “Espero que lo reciban de la misma forma. Es un jugador histórico para la institución, con muchos partidos. Además, que es un amigo mío. Espero que la afición le reconozca esos años en el club y la dedicación”, expresó en conferencia de prensa. Es un presagio sobre la división que genera Julio César Domínguez. La colonia Nochebuena, que lo vio debutar, ahora lo tendrá de vuelta como rival. Es la peor maldición para un histórico: no haber sido profeta en la tierra de toda una vida.

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