Caso Baldwin: el testimonio de un proveedor de armas podría ser clave en el avance de la investigación

Caso Baldwin: el testimonio de un proveedor de armas podría ser clave en el avance de la investigación
Caso Baldwin: el testimonio de un proveedor de armas podría ser clave en el avance de la investigación

Un proveedor de armas para filmaciones de películas y series apareció en las últimas horas como una figura clave en la investigación de la muerte de Halyna Hutchins, víctima del disparo accidental de un arma manejada por el actor Alec Baldwin durante la filmación del western Rust, el 21 de octubre pasado.

La policía de Nuevo México dispuso el allanamiento de la firma PDQ Arm & Prop, cuyo propietario, Seth Kenney, fue identificado por el diario Los Angeles Times como mentor de Hannah Gutiérrez-Reed , responsable de todas las armas y municiones usadas en la película Rust, en cuyo rodaje se produjo la tragedia. Kenney, además, fue quien recomendó la contratación de Gutiérrez-Reed como armera de esa producción.

Según informó la prensa de Hollywood, los investigadores tratan de determinar cómo aparecieron balas y municiones reales en medio del armamento de utilería utilizado para la película , que como ocurre en todas las filmaciones se supone que no entraña ningún peligro al ser utilizado. El allanamiento podría aportar datos certeros acerca del camino que recorrieron esas balas reales para llegar a mezclarse con los materiales de utilería.

Hannah Gutierrez-Reed, de 24 anos, es la jefa de armas de la película y estaba atravesando una de sus primeras experiencias en realizando ese trabajo
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La armera Hannah Gutiérrez-Reed (instagram /)

El allanamiento dispuesto por la Oficina del Sheriff de Santa Fe (Nuevo México) se produjo después de la primera declaración testimonial de Kenney. Allí dijo que creía saber cuál era el origen de las balas utilizadas en el rodaje de Rust: explicó a la policía que hace dos años había recibido municiones que le llamaron la atención e identificó como “recargadas”; ese material tenía la identificación de Starline Brass, una empresa que se dedica a vender exclusivamente armamentos y accesorios de utilería.

Al mismo tiempo aparecieron nuevos detalles del testimonio brindado por la armera Gutiérrez-Reed y su padre, Thell Reed, uno de los más reconocidos y experimentados armeros del cine de Hollywood. Thell Reed declaró a la policía el 17 de noviembre que en el pasado había trabajado con Kenney y le pidió en una ocasión que llevara munición real a una sesión de entrenamiento que iba a realizar con actores.

Kenney le entregó a Reed una caja con alrededor de 300 cartuchos. Una vez concluida esa actividad, Reed volvió a Nuevo México con el material sobrante, en el cual todavía quedaban algunos cartuchos de calibre 45. Reed sugirió que esos cartuchos podrían coincidir con la munición real hallada en el set de Rust.

Los investigadores ahora tratan de establecer una posible conexión entre los dichos de Kenney y el recorrido de la caja de armamentos que estuvo en manos de Reed, cuya hija terminó convirtiéndose en la armera de Rust.

En la orden de allanamiento se especifican además nuevos detalles de la declaración de Gutiérrez-Reed a los investigadores. La armera dijo que las armas fueron revisadas en el set en las horas previas a la tragedia, pero a la vez reconoció que no ocurrió lo mismo con el revólver usado por Baldwin que provocó el disparo fatal. Según la declaración, Gutiérrez-Reed “no lo revisó demasiado porque estuvo encerrada durante el almuerzo” a raíz de las medidas sanitarias dispuestas para prevenir posibles casos de Covid.

Gutiérrez-Reed detalló a la policía el procedimiento por el cual le entregó el revólver Colt 45 al asistente de dirección Halls, que se la dio a su vez a Baldwin después de exclamar a viva voz: “Cold Gun” (”arma fría”, expresión que se emplea para avisar que puede utilizarse de manera segura porque solo tiene municiones de fogueo). En ese momento, durante el ensayo de una escena, Baldwin practicó un movimiento de extracción rápida del arma y apretó el gatillo. No sabía que de allí saldría una bala de plomo. El disparo mató a la directora de fotografía Hutchins e hirió al director de la película, Joel Souza.