En casa, se extraña a amigos

Teresa Moreno

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 25 (EL UNIVERSAL).- Como 30 millones de alumnos, Alondra, Marley, Danna y Alexa iniciaron este lunes el ciclo escolar 2020-2021; a pesar de su ánimo por regresar a clases, experimentaron tristeza porque ni la televisión ni las clases en línea les pudieron dar lo que más extrañan de la escuela: estar con sus compañeros y maestros.

Las cuatro niñas y sus familias permitieron a EL UNIVERSAL acompañarlas en este inicio del ciclo escolar en su preparación para tomar clases y en fragmentos de sus sesiones. Tenían todo preparado: cuadernos en blanco, computadora en casa, pilas nuevas en el control remoto. Bañadas, peinadas y listas para iniciar su jornada escolar, coincidieron en sentir emoción de volver a clases, pero también tristeza porque no tendrán la oportunidad de convivir con sus compañeros y nuevos amigos.

Danna Paola Pérez Pichardo tiene 11 años de edad y es alumna de sexto grado de primaria pública en Nezahualcóyotl, Estado de México; vive con su hermana Alexa, sus papás Yasmín y Óscar, y su abuelita, con quienes ha podido convivir más e, incluso, el confinamiento en casa les da la oportunidad de comer juntos todos los días.

Su maestro les pidió a ella y a sus compañeros que no siguieran los contenidos del programa de la SEP Aprende en Casa II; en lugar de ello, diariamente les da tres horas de clases, les envía videos y sube contenidos a la plataforma de Google Classroom.

"Me gusta tomar clases así, es más divertido porque en mi sillón estoy más cómoda que en la escuela, pero me gusta más ir a la escuela porque es más divertido, así veo a mis amigos y platico con ellos. Quisiera decirles a mis maestros y amigos que los extraño", dijo Danna.

Alexa, la más pequeña de la familia, tiene 10 años y pasó a quinto grado de primaria. Se aburre en casa, pero el encierro le ha permitido pasar más tiempo con sus papás, que antes de la pandemia por coronavirus trabajaban todo el día en la calle y a veces no tenían oportunidad de estar con ellas y hacer tareas.

Su maestra le envía semanalmente una lista de actividades que ella complementa con los contenidos que se transmiten por televisión, y luego lo envía por correo electrónico.

"En la escuela era más tardado y había más trabajo, aquí es diferente. Me gusta tomar clases en casa porque estoy con mi familia, aunque me aburro a veces, pero extraño estar en la escuela porque estaba con mis amigos y jugaba", dijo.

Alondra Nohemí Flores Sánchez, de 10 años, pasó a quinto grado de primaria. Aunque aún no ha recibido sus libros de texto gratuitos, la noche del domingo acomodó su lapicera y sus cuadernos para tener todo listo al día siguiente antes de tomar su primera clase, a las 12:00 del día.

Sus materias favoritas son Historia y Español, pero no se ha acomodado a tomarlas por televisión y extraña la escuela porque en ocasiones la señal de TV se traba y para repasar algo que no le queda claro tiene que esperar las repeticiones.

"Me siento bien y a la vez mal porque extraño ver a mi maestra, que era muy buena, y a mis compañeros en persona, extraño sus travesuras. De tomar clases a distancia, no me gusta que hay cosas que no pasaban en la tele y nosotros teníamos que buscar en el teléfono; espero que eso cambie. Me siento mal de no poder salir porque no he podido ver a mis familiares y mi abuelita se enfermó", dijo.

Su mamá, Luz Adriana, está preocupada. Con un ingreso mensual de 12 mil pesos, la familia acaba de gastar 6 mil 500 pesos en una computadora nueva para las niñas y a ese gasto habrá que sumarle otros 4 mil 500 de un multifuncional para imprimir y escanear las tareas, y una cámara web para conectar a la computadora, como piden los maestros. Su gasto en copias para entregar actividades ha llegado a los 130 pesos, que representa 30% de lo que gana su esposo al día.

Marley Atziry Díaz Sánchez tiene 12 años y pasó a primero de secundaria. Está de acuerdo con no regresar a clases de manera presencial para evitar contagios de Covid y reconoce que le gusta más estar en su casa porque tiene una mesa para trabajar sola y no se distrae con el ruido y los juegos de sus compañeros.

"Lo que se me hace más difícil es que voy a tener que buscar Classroom, correos, además de la información de cómo hacer los trabajos", dijo.