Así se fue infectando la Casa Blanca: cómo Trump y su personal desobedecieron las directrices básicas para no propagar el virus

El presidente Donald Trump habla durante una deliberación con fiscales generales estatales en la Sala del Gabinete de la Casa Blanca, en Washington, el 23 de septiembre de 2020. (Oliver Contreras/The New York Times).
El presidente Donald Trump habla durante una deliberación con fiscales generales estatales en la Sala del Gabinete de la Casa Blanca, en Washington, el 23 de septiembre de 2020. (Oliver Contreras/The New York Times).

El brote de coronavirus en la Casa Blanca ha afectado a más de 20 personas, y cada vez hay más pruebas de que el gobierno no hizo mucho por evitar o contener la propagación del virus. Durante meses, el presidente Donald Trump le restó importancia a la amenaza del virus y no siguió las medidas básicas de seguridad, como usar cubrebocas o mantener una distancia de dos metros respecto de otras personas.

Además, en varios eventos de la semana pasada, los miembros del personal de la Casa Blanca desobedecieron las recomendaciones —de los científicos, las autoridades locales y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés)— para disminuir los contagios, incluso después de que el presidente dio positivo.

A continuación, analizamos cómo Trump y su personal desobedecieron las directrices básicas.

La directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Alyssa Farah, durante una entrevista con Fox News en la Casa Blanca, en Washington, el martes 6 de octubre de 2020. (Doug Mills/The New York Times).
La directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Alyssa Farah, durante una entrevista con Fox News en la Casa Blanca, en Washington, el martes 6 de octubre de 2020. (Doug Mills/The New York Times).

La Casa Blanca confió demasiado en las pruebas rápidas.

LAS DIRECTRICES

La Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó las pruebas rápidas para el coronavirus que empleó la Casa Blanca para su uso solo “durante los siete días posteriores a la aparición de síntomas”. Estas pruebas casi nunca detectan la infección en personas asintomáticas.

Los CDC afirman que tal vez sea necesario que quienes den negativo en una prueba rápida confirmen el resultado mediante una prueba de laboratorio, sobre todo si tienen síntomas o han estado en contacto con alguna persona infectada.

LO QUE SUCEDIÓ

Desde los primeros días de la pandemia, la Casa Blanca ha realizado pruebas rápidas de coronavirus periódicamente a los miembros del personal y los invitados debido a que son rápidas, portátiles y fáciles de manejar. Pero quienes daban negativo casi siempre omitían otras precauciones, como usar cubrebocas o mantener la distancia social. Los expertos aseguran que las pruebas rápidas son menos precisas en las personas que no presentan ningún síntoma de infección, y no deben usarse como la única medida de precaución.

Dar negativo no garantiza que no haya infección, ya que quizás las personas que se contagiaron recientemente no tengan en el cuerpo la cantidad de virus suficiente para que la prueba lo detecte. Stephen Miller, asesor sénior del presidente, y Kayleigh McEnany, la secretaria de prensa, dieron positivo a principios de esta semana luego de dar negativo los días anteriores.

Además, aunque los funcionarios habían dado a entender que le realizaban pruebas a Trump todos los días, la Casa Blanca ahora ha reconocido que las pruebas no eran tan frecuentes y se ha negado a revelar cuándo fue la última vez que Trump dio negativo.

Los miembros del gobierno sostenían reuniones en espacios cerrados, no usaban cubrebocas y no mantenían la distancia social recomendada.

LAS DIRECTRICES

Las directrices de los CDC para evitar la propagación del coronavirus son mantenerse a una distancia de al menos dos metros de personas que no viven en la misma casa y “cubrirse la boca y la nariz con una mascarilla cuando se convive con otras personas”. El organismo para la protección de la salud del país también recomienda que, cuando sea posible, las reuniones se celebren al aire libre.

LO QUE SUCEDIÓ

El gobierno de Trump permitió que las personas que obtenían un resultado negativo asistieran sin cubrebocas a reuniones y eventos, que incluyeron una recepción dentro de la Casa Blanca para Amy Coney Barrett, la jueza nominada a la Corte Suprema.

El presidente también estuvo demasiado cerca de sus asesores en las sesiones de preparación, en las que no usaron cubrebocas, antes del primer debate presidencial, celebrado el 29 de septiembre. Muchas de las personas que participaron —entre ellas Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey, Kellyanne Conway, exasesora de la Casa Blanca, Hope Hicks, asesora actual, y Bill Stepien, coordinador de la campaña de Trump— han dicho que desde esa ocasión han dado positivo.

La semana pasada, el presidente y los miembros de su Gabinete también pasaron varias horas en el espacio cerrado del avión presidencial para asistir a eventos en Pensilvania, Minnesota, Ohio y Nueva Jersey. Desde entonces, al menos ocho personas que estuvieron en esos vuelos, entre ellas Hope Hicks, Kayleigh McEnany, Stephen Miller y Bill Stepien , han dado positivo por coronavirus.

La Casa Blanca y la campaña de Trump organizaron grandes reuniones en las que se violaron las restricciones locales y estatales.

LAS DIRECTRICES

Las pautas de los CDC establecen que, de todos los tipos de eventos y reuniones, los grandes y presenciales donde es difícil conservar la distancia social de al menos dos metros plantean el “riesgo más alto” de propagación del coronavirus. Esto incluye los eventos al aire libre y en interiores.

LO QUE SUCEDIÓ

La semana anterior a que el presidente diera positivo, la Casa Blanca y la campaña de Trump celebraron varios mítines, eventos para recaudar fondos y otros eventos grandes.

El día después de que el mandatario recibió a por lo menos 200 personas en el Jardín de las Rosas, organizó una recepción en el interior la Casa Blanca en honor a las familias que perdieron familiares en la guerra de Irak. A este evento asistieron al menos 100 personas, entre las que se encontraba el almirante Charles Ray, vicecomandante de la Guardia Costera, quien ha dado positivo, lo que provocó que muchos de los altos oficiales militares del país entraran en cuarentena.

Una orden que se aplica en todo Washington prohíbe las reuniones de más de 50 personas, pero debido a que la Casa Blanca está ubicada en una propiedad federal, está exenta de las reglas locales.

Esa semana, la campaña de Trump también celebró tres grandes mítines al aire libre en Virginia, Pensilvania y Minnesota, tres estados cuyas directrices restringen las reuniones a 250 personas. Las autoridades de Pensilvania censuraron la campaña de Trump por desobedecer las normas locales, y el evento de Virginia también estuvo sujeto a escrutinio.

La Casa Blanca no está rastreando los contactos de quienes asistieron a un eventopotencialmente ’superpropagador’.

LAS DIRECTRICES

Los CDC recomiendan rastrear a las personas que tuvieron contacto con quienes dieron positivo por coronavirus o que se consideran casos probables. Quienes rastrean los contactos notifican, entrevistan y dan recomendaciones a los contactos cercanos de la persona infectada, y los CDC establecen que los contactos cercanos deben hacerse la prueba.

LO QUE SUCEDIÓ

Pese a que al menos doce asistentes han dado positivo, la Casa Blanca ha decidido no rastrear los contactos de quienes asistieron al evento del Jardín de las Rosas para Barrett. La Casa Blanca señaló que, más bien, notificaría solo a quienes estuvieron en contacto con Trump durante los dos días anteriores a que diera positivo el 1.° de octubre.

Un vocero de la Casa Blanca afirmó que “se concluyó” el rastreo de contactos del viaje de Trump a Bedminster, Nueva Jersey, el 1.° de octubre. Un invitado confirmó haber recibido tres correos electrónicos que le advertían de una posible exposición al virus (uno procedente de la campaña de Trump y dos de los rastreadores de los gobiernos local y estatal), pero comentó que nadie le había llamado.

Ni el presidente ni sus colaboradores estuvieron en cuarentena después de que las personas cercanas a ellos presentaron síntomas y dieron positivo.

LAS DIRECTRICES

Los CDC establecen que quienes hayan estado en “contacto directo” con alguien que da positivo deben cumplir con una cuarentena de catorce días, que se cuentan desde dos días antes de que la persona infectada empiece a sentirse enferma. La Casa Blanca afirma que está siguiendo las directrices de los CDC para el personal esencial que ha estado en contacto con las personas infectadas.

LO QUE SUCEDIÓ

El 30 de septiembre, Trump viajó a bordo del avión presidencial con miembros de su Gabinete y del Congreso a Minnesota a un evento de recaudación de fondos y a un mitin. Esa noche, Hicks se sintió mal y de regreso se sentó separada de los demás en la parte trasera del avión.

Cualquiera que hubiera estado en contacto directo con Hicks los dos días anteriores a que comenzaran sus síntomas debió haber guardado cuarentena.

Sin embargo, pese a tener conocimiento de la enfermedad de Hicks, Trump y sus colaboradores viajaron al día siguiente a Bedminster, a una pequeña mesa redonda celebrada en interiores y luego a un evento de recaudación de fondos más grande al aire libre. Esa noche, Bloomberg News informó que Hicks había dado positivo y, después de la medianoche, Trump reveló que también había dado positivo.

Aunque Trump y Hicks dieron positivo, McEnany, quien había estado en contacto directo con Hicks, siguió trabajando. Organizó una conferencia de prensa sin cubrebocas en el jardín de la Casa Blanca el día después de que el presidente dio positivo y fue a trabajar ese fin de semana, diciendo después que su trabajo era esencial. El lunes, señaló que había dado positivo.

Mark Meadows, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, y Dan Scavino hijo, jefe de Gabinete adjunto, han seguido trabajando desde el Ala Oeste pese a las repetidas ocasiones en que estuvieron cerca del presidente. Ambos estuvieron con Trump en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, luego de que fue hospitalizado el fin de semana y se reunieron con el mandatario en el Despacho Oval el miércoles, seis días después de que el presidente dio positivo.

El presidente no se aisló luego de dar positivo.

LAS DIRECTRICES

Según los CDC, las personas que dan positivo por coronavirus deben aislarse de las demás durante un periodo mínimo de diez días después del resultado positivo, o al menos durante diez días después de la aparición de los primeros síntomas.

LO QUE SUCEDIÓ

Los funcionarios afirman que Trump dio positivo el 1.° de octubre, lo que significa que debió haberse aislado al menos hasta el 11 de octubre, incluso si había dejado de tener síntomas.

No obstante, el domingo, Trump, escoltado por los agentes del Servicio Secreto, dejó el aislamiento para saludar a sus partidarios desde un auto, voló a la Casa Blanca en el Marine One el lunes, y volvió a ingresar a la Casa Blanca sin usar cubrebocas, desobedeciendo las directrices destinadas a proteger a los demás. En las imágenes de video del lunes antes de que el presidente entrara caminado a la Casa Blanca, se le observa cerca de un fotógrafo y de muchas otras personas.

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This article originally appeared in The New York Times.

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