Cardenal hondureñó dice no son los poderosos quienes dirigen el mundo

Tegucigalpa, 13 jun (EFE).- El cardenal hondureño y arzobispo de Tegucigalpa, Óscar Andrés Rodríguez, dijo este domingo que "no son los poderosos" quienes dirigen el mundo, sino "el amor de Dios", y le recordó a los hondureños que la manera para cambiar la sociedad es "votar a conciencia" en las elecciones generales del 28 de noviembre.

"Nunca perdamos esa fe y esa esperanza, que no son los seres humanos, ni lo poderosos, ni el G7 (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Japón y Canadá), quienes dirigen el mundo, sino el amor de Dios, quien nos ama y que nos quiere llevar por el camino del bien", subrayó Rodríguez en la misa dominical oficiada en la Basílica menor, de Tegucigalpa.

El religioso recordó que el pasado día 10 la Conferencia Episcopal de Honduras le pidió a los hondureños que en las próximas elecciones no voten por políticos que estén asociados con la corrupción y el narcotráfico.

"Hoy más que nunca necesitamos candidatos con un comportamiento ético reconocido por todos, candidatos que no estén marcados por la lacra de la corrupción o el narcotráfico, qué tanto daño han hecho a nuestro país", indicaron los obispos hondureños en un pronunciamiento público.

Rodríguez resalto que "siempre, aquellos que rechazan el evangelio, tienen listas las espadas y los puñales de la crítica para no recibir el mensaje”.

El cardenal señaló además que los hondureños que no saben qué hacer frente a la realidad del país, deben reflexionar en torno al pronunciamiento de la Conferencia Episcopal, que señala que la manera para hacer cambiar a la sociedad "es votar a conciencia".

Agregó que el proceso de la transformación de la sociedad no depende de algo exterior y que Jesús "nos recuerda que la vida no se puede reducir a actividades, a trabajos, a rendimiento, la vida es un regalo y tenemos que valorarla suficientemente".

Los hondureños acudirán en noviembre a las undécimas elecciones generales desde 1981, aunque los diez gobiernos que han pasado desde entonces, después de casi 20 años de regímenes militares, no se han traducido en bienestar para las mayorías, que son los pobres, quienes ya rozan el 70 por ciento de los 9,5 millones de habitantes que tiene el país centroamericano, según analistas.

(c) Agencia EFE