En Caracas, un centro de equinoterapia ayuda a niños de familias de bajos recursos

CARACAS, 12 ago (Reuters) - Drake, el hijo de seis años de Claireth Mendoza, se retuerce en el regazo de su madre. Ella le pide que levante la cabeza y el niño se endereza.

Drake sufre de parálisis cerebral y, hasta hace poco, luchaba por hacer algo tan simple como mirar a su madre.

Mendoza atribuye las mejoras de Drake a la equinoterapia, que utiliza paseos a caballo guiados para influir en la postura, la coordinación y el movimiento muscular, que se ven afectados por la parálisis cerebral.

"Ha sido lento, pero se le ha notado el progreso bastante", dijo Mendoza, un ama de casa de 26 años.

Drake es uno de los 103 pacientes que han recibido tratamiento en la Fundación Centro de Terapia Integral de Venezuela (CTIV) de Caracas, una organización sin fines de lucro que ofrece terapia asistida por caballos a niños y adolescentes con discapacidades.

CTIV no cierra sus puertas a las familias de bajos recursos, y otorga subsidios en los pagos de entre el 50% y el 100% a algunas familias con dificultades económicas.

La asistencia ha sido un salvavidas para Mendoza, quien está desempleada en un país con una de las tasas de inflación más altas del mundo.

"Queríamos atender y dar un servicio y rehabilitar, especialmente a niños que fueran de escasos recursos", dijo Patricia de Chumaceiro, fundadora y directora de CTIV, quien agregó que atienden aquellos casos en los cuales los padres no tienen la posibilidad de "darle una mejor calidad de vida" a sus hijos y no pueden costear todas las terapias.

La inspiración de Chumaceiro para abrir CTIV en 2008 fue personal: su hijo menor, que ahora tiene 18 años, nació con parálisis cerebral y se ha beneficiado personalmente de la equinoterapia.

Situada en un predio de 13.000 metros cuadrados en una colina al este de la capital de Venezuela, CTIV, mas conocida como la Quinta San Pedro, cuenta con un equipo de 16 personas, entre trabajadoras sociales, psicólogas, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas, que asisten a niños en sesiones de 45 minutos dos o tres veces por semana.

Las lecciones de equitación, una galería de arte y el alquiler de instalaciones en el lugar ayudan a pagar los subsidios a familias como la de Drake, dijo Chumaceiro.

Para Mendoza, la oportunidad de recibir terapia gratuita para Drake ha sido un alivio en un momento en que a veces le cuesta poner comida en la mesa. "Estoy súper agradecida (...) Aquí en la Quinta San Pedro ha avanzado muchísimo", dijo.

(Reporte de Efraín Otero y Vivian Sequera; editado por Carlos Serrano)