La cara de Gerard Piqué refleja muy bien lo que le puede esperar esta temporada

Prácticamente todo era felicidad en el Barcelona tras el Trofeo Joan Gamper de este 7 de agosto en el que los azulgranas vencieron por 6-0 al Pumas mexicano haciendo un gran partido con el estreno goleador, además, de su nueva estrella, Robert Lewandowski. Sin embargo, alguien no estaba contento. Precisamente tras el tanto del polaco, que llegó cuando solo se llevaban tres minutos del primer tiempo, las cámaras de televisión captaron la imagen en el banquillo de un Gerard Piqué muy serio y aparentemente preocupado. En medio del estado de euforia culé, la situación del central catalán se ha convertido en un problema.

Con tantas caras nuevas (y las que aún podrían llegar), Xavi Hernández no tiene aún su once titular e incluso confirmó en rueda de prensa que podría jugar tanto con un 3-4-3 como con un 4-4-2. Para el Gamper eligió este último sistema y los centrales fueron Ronald Araújo y Eric García. En la segunda parte entraron Jules Koundé y el propio Piqué, quien podría tener que acostumbrarse al banquillo en esta temporada.

El Barça cuenta con hasta cinco centrales, los cuatro que jugaron en el Gamper y Andreas Christensen, que estaba lesionado, y Piqué podría ser la última opción. Quizá contaría con más oportunidades si Xavi apostara por el 3-4-3, pero incluso así no tiene asegurada la titularidad.

Koundé parece fijo, Araújo se ha convertido en uno de los líderes de la zaga y Christensen y García están realizando una gran pretemporada. Piqué, en cambio, no se encuentra en plena forma y aún arrastra la tendinopatía en el abductor de su pierna izquierda que ya le mermó la pasada campaña. Además de sus problemas físicos, también preocupan sus distracciones fuera del fútbol.

Xavi quiere recuperar la solidez defensiva que el Barça había perdido en los últimos años y el sacrificado podría ser el 3 culé. Según ‘Sport’, el técnico de Tarrasa ya le comunicó que tendría complicado contar con muchos minutos, pero el central, que en febrero cumplirá 36 años, quiere seguir y confía en volver a ser titular.

Piqué lleva siendo indiscutible en el Barça desde que regresó tras su etapa en el Manchester United en 2008. A su lado han ido pasando Carles Puyol, Javier Mascherano, Jérémy Mathieu, Samuel Umtiti o Clément Lenglet y él siempre se ha mantenido en el once. Sin embargo, las cosas podrían cambiar a partir de ahora. Y es que es evidente que su rol dentro del vestuario ha cambiado.

Además, la falta de minutos puede no ser el único problema del defensor azulgrana esta temporada. Y es que, según Jijantes, Joan Laporta y Mateu Alemany se reunieron con él para solicitarle otra rebaja salarial que ayude a inscribir a los nuevos fichajes. Una petición que también se hará al otro capitán del equipo, Sergio Busquets.

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Pese a las famosas palancas que han permitido al Barça ser el equipo que más ha fichado en el mercado veraniego, el club debe liberar masa salarial para inscribir a sus nuevos jugadores y Piqué tiene uno de los sueldos más altos de la plantilla.

Sin embargo, hay que recordar que ya aplazó el cobro de su salario tras llegar a un acuerdo la temporada pasada con el club, que le sigue debiendo 31,6 millones de euros brutos. Habrá que esperar para ver si acepta esta nueva rebaja.

Todos estos problemas podrían hacer pensar que su futuro en el club se encuentre en entredicho, aunque el futbolista no tiene dudas. “Claro que me voy a quedar”, dijo a Jijantes.

No obstante, además de su cara de preocupación en el banquillo, durante su presentación se le vio algo ausente. Eso sí, el público le dedicó una sonora ovación.

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