Capitán de la Policía de Opa-locka que disparó a colega con pistola Taser es uno de tres agentes que enfrentan cargos
Se espera que las autoridades anuncien el miércoles los cargos penales contra tres policías del sur de la Florida: dos de ellos por presunto uso excesivo de la fuerza durante detenciones y un tercero por disparar a un compañero con una pistola Taser.
Los agentes son acusados en casos separados y todos se enfrentan a cargos de delitos menores de agresión, ha conocido el Miami Herald. Uno de los agentes, de la Policía de Miami-Dade, también está acusado de un delito de conducta oficial indebida por haber mentido en un informe de arresto.
Los casos son manejados por la Fiscalía Estatal de Miami-Dade, que ha acusado a varios agentes por detenciones bruscas en los últimos años.
El caso más destacado es el de Sergio Pérez, capitán de la Policía de Opa-locka, que se espera que se entregue a las autoridades estatales el miércoles por la mañana.
Se cree que disparó un pistola eléctrica Taser equipada con lo que se conoce como un cartucho “hook-and-loop” que no descarga electricidad. Axon, la empresa que produce la pistola Taser, dice que el cartucho —que dispara ganchos con punta de velcro— se usa para entrenar a alguien que lleva un traje de protección especial.
El Herald informó inicialmente en septiembre que Pérez era investigado por supuestamente disparar al sargento Michael Steel con el arma tras una discusión. La acusación salió a la luz después que empezó a circular un memorando anónimo que detallaba la acusación y que el administrador de la ciudad, John Pate, durante una reunión de la Comisión municipal refutó las acusaciones de encubrimiento.
“Se está analizando”, le dijo entonces Pate al Herald. “Pero la ciudad está segura, a través de medios preliminares, de que la pistola Taser no se disparó”.
Pérez tiene un legado ignominioso en Opa-locka, una ciudad que ha luchado durante mucho tiempo con escándalos financieros y de corrupción.
Llegó a los titulares en 2013 cuando una investigación municipal descubrió que persiguió a un vehículo en sentido contrario por la Interestatal 95, antes que el auto que perseguía chocara contra una camioneta, matando a cuatro turistas. Fue despedido dos años más tarde y restituido después que un árbitro dictaminara que la investigación de la ciudad sobre el accidente de tránsito era incierta.
En octubre de 2020, una familia de Opa-locka acusó a Pérez de maltratar a un adolescente esposado, arrastrándolo por las escaleras de una casa.
En octubre de 2021, la ciudad perdió a otro jefe de policía, Steven Barreira, que dimitió por razones no especificadas.