Yahoo Noticias “No fueron capaces de abrir una reja”: la fiscalía cree que los guardias mexicanos no hicieron nada para salvar a los 39 migrantes del incendio
CIUDAD JUÁREZ.- La Fiscalía General de la República (FGR) identificó a ocho personas que podrían ser responsables de las 39 muertes ocurridas el lunes en el centro de detención en Ciudad Juárez, donde los migrantes quedaron encerrados en sus celdas mientras un incendio consumía el penal.
La secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, dijo en una conferencia de prensa este miércoles que la fiscalía general investiga el suceso como un posible homicidio.
Los presuntos responsables son dos agentes federales, un funcionario estatal de migración y cinco miembros de una empresa de seguridad privada, añadió.
Funcionarios mexicanos trasladan la presunta responsabilidad por las muertes en el incendio principalmente en los guardias de seguridad privada subcontratados por el centro de detención de Ciudad Juárez, cerca de la ciudad fronteriza de El Paso, Texas.
El gobierno de México está bajo presión para averiguar por qué murieron todas víctimas hombres después de que las autoridades dijeran que las mujeres migrantes del centro habían sido desalojadas de forma segura.
Autoridades de Migración aseguraron que 15 mujeres fueron liberadas cuando comenzó el fuego, pero no dieron ninguna explicación sobre por qué no se dejó salir a los hombres.
La investigación se enfoca en el hecho de que los guardias se van del centro de detención en llamas, sin hacer intento alguno de liberar a los hombres detenidos antes de que la sala se llene de humo en cuestión de segundos.
Un breve video que circuló por redes sociales el martes- que parecían ser imágenes de seguridad del interior del centro durante el incendio- mostraba a unos hombres dando patadas a los barrotes de una puerta cerrada mientras su celda se llenaba de humo.
Se ve a tres personas uniformadas pasar de frente sin intentar abrir la puerta.
“¿Quién no permitió la salida de esas personas? Claramente hay un delito grave”, dijo Rodríguez, señalando que el video formaba parte de la investigación. “No fueron capaces de abrir una reja”, subrayó.
Se examinarán los protocolos de emergencia y si la empresa de seguridad privada estaba debidamente entrenada, añadió Rodríguez.
“Se ve que no tenían ninguna capacitación estos guardias”, dijo.
Sara Irene Herrerías, jefa de la unidad de derechos humanos de la FGR, dijo en la misma conferencia de prensa que aún no se habían realizado detenciones, pero que se solicitarían órdenes judiciales esta noche y el jueves.
Añadió que la investigación incluiría examinar si había una llave disponible para abrir la celda de los hombres o si había otra forma de romper la cerradura.
Un hombre que sobrevivió al incendio, un paramédico y un funcionario de seguridad del gobierno del estado de Chihuahua, donde se encuentra Ciudad Juárez, afirmaron que la puerta de la celda donde se encontraban los hombres permaneció cerrada mientras el fuego y el humo se propagaban.
No fue sino hasta que llegaron los equipos de rescate cuando se abrió la puerta. No está claro cuánto tiempo transcurrió entre el inicio del incendio y la apertura de la puerta.
El sobreviviente, quien estaba recibiendo oxígeno por la nariz debido a la inhalación de humo y que pidió que no se revelara su nombre por temor a represalias de autoridades de migración, confirmó la información en un mensaje de voz enviado desde su cama de hospital.
Las autoridades creen que el incendio del lunes por la noche, que mató en su mayoría a hombres de Guatemala y otros países centroamericanos, fue iniciado por migrantes que prendieron fuego a colchones en un acto de protesta cuando descubrieron que serían deportados.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el incendio comenzó a las 9.30 pm. El Equipo de Rescate de Ciudad Juárez, un servicio paramédico privado, llegó al edificio a las 10:05 pm y encontró a hombres con atuendo militar sacando a personas de la unidad de hombres, dijo un miembro del grupo que estaba en el lugar, que declinó ser identificado.
Afuera de un hospital en Ciudad Juárez, familiares esperaban ansiosamente noticias de sus seres queridos que habían resultado heridos en el incendio.
Entre ellos estaba Viangly Infante, con una hija en brazos y cuyo esposo Eduard Caraballo sobrevivió al incendio. La mujer explicó que su esposo estaba siendo tratado por inhalación de humo, recibiendo oxígeno por la nariz, y que esperaba que fuera dado de alta del hospital el jueves.
Estados Unidos ofreció su ayuda para atender a las cerca de 30 personas que han sido hospitalizadas en estado crítico, la mayoría por inhalación de humo.
Los migrantes estaban en Ciudad Juárez a la espera del trámite migratorio debido a que las políticas migratorias de Estados Unidos no permiten que crucen a ese territorio para presentar su solicitud de asilo. Pero habían sido retenidos en grupos porque los habitantes de esa ciudad mexicana están cansados de la presencia de migrantes que bloquean el paso fronterizo o que piden dinero.
“Hubo varias denuncias de los vecinos de que un grupo de migrantes, no sabemos si este u otro, agredió a la gente, pidiendo, exigiéndole dinero a la gente”, declaró la secretaria Rodríguez.
El incendio, una de las tragedias migratorias más mortíferas en años, ocurrió mientras Estados Unidos y México luchan para hacer frente a niveles récord de cruces fronterizos en su frontera compartida.
Las muertes de los migrantes derivaron en frustración y han sido relacionadas con la marcha masiva de cientos de migrantes el miércoles por la tarde que se dirigían hacia el cruce fronterizo con Estados Unidos con la intención de que las autoridades estadounidenses les dejasen pasar a su territorio.
A la ira derivada por las muertes se añadió la frustración acumulada de migrantes que llevan semanas intentando sacar un turno a través de una aplicación en el celular para presentar ante Estados Unidos una solicitud de asilo.
Agencias Reuters y AP
