Tras la cancelación de la temporada en la costa, mañana será un día clave para el teatro en la ciudad

Avenida Corrientes, el emblema de actividad teatral porteña en su año más oscuro
Fuente: Archivo - Crédito: Tomas Cuesta

Mañana, jueves, es un día clave para la actividad teatral y musical. Por la tarde, Aadet, la entidad que nuclea a las salas comerciales, y Artei, que agrupa a los teatros independientes porteños, tendrán una reunión con el ministro de Cultura Enrique Avogadro y con el ministro de Salud porteño Fernán Quirós. No es una reunión más. Ocurre tras el anuncio del gobierno de la provincia de Buenos Aires que encabeza Axel Kicillof de queno habrá actividades de entretenimiento en espacios cerrados durante la temporada de verano. Las salas de la ciudad de Mar del Plata, la gran plaza del teatro de la Costa Atlántica, quedarán sin actividad ¿qué pasará con la ciudad de Buenos Aires?

Productores como Lino Patalano y Carlos Rottemberg coincidieron que la medida anunciada los dejó en estado de shock. "Sentí una puñalada en el medio del corazón. Y entiendo que si la cuestión sanitaria sigue así no debería haber teatro, pero estamos en octubre y una medida de este tipo se podría haber anunciado el mes próximo. Esto es como sacar la esperanza, la ilusión", aseguró Patalano. "Mi enemigo es el virus, no las personas. Tenemos que ayudar, apelando a un ingenio sanitario, para que no se rompa el tejido teatral", sumó su voz Rottemberg mientras Javier Faroni, otro productor de peso, decía a LA NACION: "el panorama por delante de un año cerrado es algo devastador para el sector".

Aadet solicitó ayer mismo al gobierno provincial una reunión para debatir el tema, pedido que fue aceptado por el gobierno. Mañana, a las 10, dueños de salas y productores se juntarán con autoridades de Producción y Salud, abriéndose así una instancia de diálogo entre ambas partes.

La hipótesis de terminar el año con las salas sin funcionamiento y la perspectiva de que no habrá teatro de verano en la Costa Atlántica (mientras se espera atentamente a lo que suceda en Carlos Paz, la otra gran plaza nacional) tendría un efecto demoledor. Según una nota publicada el domingo pasado en LA NACION, la dimensión de la crisis tiene números concretos: la pandemia hará que a lo largo de este año la actividad teatral de Buenos Aires pierda casi 5 millones de espectadores. Un dura realidad para un amplio sector (actores, dramaturgos, bailarines y directores, pero también productores, agentes de prensa, vestuaristas, acomodadores, iluminadores) que, se estima, congrega a 40.000 trabajadores que desde marzo perdieron sus fuentes laborales.

En este marco de crisis, las dos reuniones de mañana concentran la atención. Desde ayer, desde la escena alternativa se viralizó una carta abierta escrita por el director, dramaturgo y gestor Javier Daulte en la que reflexiona sobre el valor del arte presencial en la sociedad. "A la cancha vamos a apoyar a nuestro equipo y sabemos las emociones que están en juego: regocijo por el triunfo, decepción y dolor por la derrota. Al teatro, al cine, a una sala de conciertos, vamos a obtener un tipo de goce misterioso (e) indeterminado", expresa allí el prestigioso creador.

En otro párrafo, el dueño de la sala Espacio Callejón afirma que "el Estado debe declarar esencial la praxis presencial del arte porque es el único alimento que satisface una suerte de hambre que de otro modo no se saciará más que con violencia (entendiendo el consumismo como una de las formas de la violencia). La cultura es algo vivo y móvil. Es un ejercicio. Y ese ejercicio más que un derecho es una obligación que debe ser estimulada. Si el espíritu fuera un músculo, deberíamos cuidar que no se atrofie". Culmina su texto de la siguiente manera: "Todos sabemos que se establecen y se seguirán estableciendo protocolos para el funcionamiento de muchas actividades, también para las manifestaciones artísticas. No lo niego ni lo ignoro. Los distintos ministerios (a nivel ciudadano, regional, provincial y nacional) no tienen más remedio que dar la cara y tratar de encontrarle una vuelta al asunto. Después de todo, para eso cobran un sueldo".

En medio de este mapa de tensiones, el sector artístico espera las reuniones de mañana atentamente.