Un camino desigual para los Pumas

Los Pumas, ante un desafío singular en el Championship
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Cuando en unos años se escriba la historia del rugby durante la pandemia habrá que empezar por una mujer: Jacinda Ardern. La primer ministra de Nueva Zelanda llevó adelante un exitoso plan sanitario que le permitió a su país prácticamente aislar el virus. Uno de los secretos está en lo que señala Owen Eastwood, coach mental de los All Whites, el seleccionado de fútbol, en su libro "Belonging" (Pertenecer): "En Nueva Zelanda el liderazgo se entiende como el ejercicio de guiar apoyándose en cuidar al otro responsablemente".

La enorme mayoría de los casi 5 millones de habitantes de las dos islas respetaron las medidas de aislamiento y salvo minoritarios sectores de extrema derecha, no se organizaron, promovieron ni difundieron marchas de cualquier signo político. Pese a entrar en recesión económica a raíz de la aparición del covid-19, Ardern -partido Laborista- logró el sábado un apabullante triunfo en las elecciones generales, con el 49% de los votos, relegando a una de sus peores derrotas a su principal oposición, el National Party de centroderecha.

Es oficial: la URBA confirmó que no habrá competencia oficial en lo que resta del año

El efecto Ardern significó que mientras el deporte y buena parte del mundo estaban parados, el rugby, religión en Nueva Zelanda, saliera a la cancha antes que nadie. Con las cinco franquicias, la Unión de ese país armó su propio Super Rugby, jugando la mayoría de los partidos en estadios repletos de gente. Con ello, alteró la programación de la Sanzaar. Tanto que tampoco habrá torneo de los equipos de los cuatro países en 2021, y el Rugby Championship, ante la deserción de Sudáfrica, volvió a su denominación anterior a 2012: Tres Naciones. La algarabía popular por la victoria de Ardem tuvo un correlato al día siguiente, cuando en el Eden Park de Auckland colmado por 47 mil personas, los All Blacks doblegaron a los Wallabies con una consagratoria actuación de Caleb Clarke, otro wing maorí que promete hacer historia.

Ledesma y sus dirigidos deberán lidiar ante dos rivales con mucho más roce y ritmo de competencia
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La Unión Argentina de Rugby (UAR) tiene el mismo voto que sus tres socios en la Sanzaar, pero hay cuestiones de historia (es el accionista más nuevo) y de geografía (está lejos de los 3) que no la ponen en un mismo nivel a la hora de negociar. Por eso, y por motivos de contratos y deportivos, en ese orden, los Pumas no siguieron el mismo camino que los Springboks y afrontarán en condiciones desiguales el torneo que les espera ante los All Blacks y los Wallabies. Neozelandeses y australianos habrán jugado antes de enfrentar a los argentinos cuatro tests entre ellos más sus respectivos Super Rugby, mientras que los dirigidos por Mario Ledesma sólo tendrán el amistoso de pasado mañana con Waratahs.

De todos modos, los Pumas tienen un plantel y una historia que los pone siempre a la altura de las circunstancias. Desde la UAR aseguran que el año que viene -con la incertidumbre que aún genera la pandemia- están garantizados los 12 tests: los 6 del Rugby Championship y los 6 de las ventanas de julio y noviembre. Lo que todavía no se sabe es en cuál competencia se instalará el grupo de profesionales que se quedó en la Argentina. La dirigencia local apunta a la Liga Sudamericana. Si bien no tiene el nivel de juego que se necesita en el alto nivel, la ven como la mejor opción desde el lado económico. Y es por eso que también descartan un torneo doméstico como lo era el Campeonato Argentino.

Si Sudáfrica lleva sus franquicias a Europa, la Argentina quedará sin su principal aliado. Tener a Jaguares en la Currie Cup no parece una opción, así que el panorama, en ese aspecto, sigue complicado. Habrá que ver hacia dónde apunta Agustín Pichot, a quien la UAR nombró como su asesor. Sin los cargos a los que renunció tras perder la elección en la World Rugby, el ex capitán de los Pumas seguirá marcando el pulso de las decisiones de importancia para el rugby argentino. Que no esté en el día a día es un apenas un detalle.