Los Camarones de Diamantina, un equipo de waterpolo que se ríe de los estereotipos gais

COMPETIR. GANAR. Luchar. Reír. Disfrutar. Aprender. Todo esto forma parte de la experiencia que Cédric le Gallo y Maxime Govare, directores de la película The Shiny Shrimps (Los Camarones de Diamantina), plasmaron en una comedia en la que retratan el camino que sigue un equipo de waterpolo en su recorrido a los Juegos Olímpicos Gais.

En esta historia, que este fin de semana se estrena en México, Shiny Shrimps es un equipo de hombres gais que disfrutan de su identidad, pero también de practicar y jugar waterpolo, a partir de una fuerte crítica a los clichés que implica practicar este deporte, pero también de disfrutar el camino en compañía de este grupo de amigos que también son una familia.

La historia nace de un hecho real en el que Cédric le Gallo, coautor y codirector, forma parte del equipo de Shiny Shrimps, en la vida real. El filme está inspirado en su equipo de waterpolo gay, que ha seguido durante los últimos siete años, de torneo en torneo, incluidos los Juegos Gais.

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“Sabía muy bien que me había embarcado en una aventura única que me cambiaría la vida y quería defender nuestros valores fundamentales: la libertad, el derecho a la diferencia y el exceso y, sobre todo, el triunfo del humor sobre el lado serio de la vida. En definitiva, son valores universales”, señala Le Gallo.

La historia de los Camarones de Diamantina no podía escribirse sin Matthias le Goff, un medallista de plata que compite para ser parte del Campeonato Mundial de Natación, sin embargo, comete el terrible error de realizar un desatinado comentario homofóbico en televisión.

Como castigo a este evento es sancionado para entrenar a un equipo gay de waterpolo al cual las fiestas lo motivan más que la competencia; hasta que un personaje importante en esta historia los anima a calificar a los Juegos Olímpicos Gais en Croacia. Una competencia única y grandiosa en el mundo.

Para Maxime Govare, la historia de Los Camarones de Diamantina es una oportunidad para hablar de la homofobia y cómo algunos deportistas deciden no esconder su identidad sexual a partir de una comedia como esta.

“UNA CELEBRACIÓN A LA DIFERENCIA”

A partir de una comedia, tanto Le Gallo como Govare ponen sobre la mesa temas que siguen siendo de vital importancia para la comunidad LGBT+, una de ellas es aceptar y celebrar la diferencia dentro del mismo grupo de amigos que conforman, a la vez, un equipo de waterpolo.

En Los Camarones de Diamantina, los directores adentran al público en la historia de cada miembro del equipo, desde un padre orgulloso de sus hijos y un joven francés a quien le han roto el corazón en repetidas ocasiones hasta un nuevo integrante que acepta su identidad sexual y quiere vivirlo junto a ellos. Incluso la visión de un hombre gay maduro que ve pocas expectativas de volver a enamorarse.

Esta explosiva combinación de entrenador y equipo que se dirige a Croacia para participar en Los Juegos Gais le mostrará a Matthias la oportunidad de descubrir un mundo desconocido que lo obliga a mirar de nuevo a sí mismo y repensar sus prioridades.

Para Maxime, esta película representa una oportunidad de romper con los estereotipos y clichés que implica practicar deportes como el waterpolo, en el que se requiere rigor físico, pues Los Camarones de Diamantina muestran que lo importante es la pasión por practicarlo como un estilo de vida, no de competencia.

“Es parte de la idea original donde esos grandes deportes son muy superiores y muy físicos. Estar en el agua es realmente difícil y fue muy interesante hablarlo porque rompes con los clichés acerca de los juegos [olímpicos] y las presiones de tener un gran físico o cualquier otra cosa, que es una tontería, pues tú puedes ser quien tú quieras ser y eso fue muy importante de mostrar”, dice Maxime Govare en entrevista con Newsweek México desde Francia.

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Otro de los temas importantes que ambos directores ponen sobre la mesa es la diversidad que existe en la comunidad LGBT+, donde personas gais, lesbianas y trans y queer se aceptan unos a otros.

“El hecho es que aquí tenemos a un héroe en la historia que puede ser cualquiera. Nadie es perfecto y no es que tengas que ser perfecto, puedes ser intolerante, pero también sucede dentro de la comunidad. La gente puede pertenecer a ella y seguir siendo una gran comunidad”, agrega.

En este sentido, Govare también explica que las personas gais siempre harán comunidad, aun con personas heterosexuales ya que, sin importar de donde se venga se puede ser parte de una minoría, se puede ser un poco intolerante o estar en desacuerdo.

UNA COMEDIA CON CRÍTICA SOCIAL

Sí, esta comedia francesa permite al público ver los problemas sociales que aún imperan en actos de intolerancia a la comunidad LGBT+ en el mundo. A partir de este filme, tanto Maxime como Cédric quieren que esta película sea interesante para el público al retomar situaciones como un comentario homofóbico desde el género comedia o el hecho de señalar que esto sigue ocurriendo y no es divertido cuando afecta a otros.

“Tú puedes reírte de todo, pero no de cada uno. Nosotros intentamos, desde el humor negro, colocar estos temas en la conversación para otros a partir de una comedia”, explica.

Esta comedia francesa pone sobre la mesa los actos de intolerancia que aún imperan contra la comunidad LGBT+. Foto: Los Camarones de Diamantina

Esto es lo que hace que la película, más allá de ser una comedia, haga una crítica a la unión entre las personas como amigos que pueden formar, al mismo tiempo, una familia al no dividirlos por tener una identidad sexual diferente entre ellos; esta es una historia que acerca y retrata esta diversidad de personalidades, que comparten problemas, pero también iniciativas, “y eso fue muy importante mostrarlo”.

“Es una comedia dinámica, pero queremos que la gente se vea como ellos. Nos gustaría que los vieran como un gran equipo que comienza. No es una película que sea insensible, el hecho es que es un largometraje que garantiza hablar de estos temas”, concluye Govare.