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Calu Rivero le mandó un tierno mensaje a su expareja, el cantante Joaquín Vitola

Instalada junto a su nueva pareja en un refugio de animales rescatados, la modelo hizo un guiño a su exnovio en las redes sociales
Fuente: LA NACION

Hace algunos días, Calu Rivero contó que se instaló en un refugio de animales rescatados y presentó a su nuevo novio. La modelo, que hasta hace un tiempo estaba en Brooklyn, Nueva York, eligió tomar un nuevo rumbo en plena pandemia de coronavirus y se mudó a un entorno natural. En ese marco, publicó una historia en Instagram enviando un guiño a su exnovio, el músico Joaquín Vitola, cantante de Indios.

Se mudó a Uruguay. Hacía 80 km para ir al trabajo, se cansó de viajar y cambió gerencia por calidad de vida

"Sentí la necesidad de estar en la naturaleza con todo lo que está pasando a nivel mundial, con lo que todos sabemos", explicó "Dignity" a la periodista Paula Galloni a través de un audio que compartió en Esto no es Hollywood (Mucha Radio FM 89.5), el programa conducido por Fernanda Iglesias. "Yo estaba viviendo en Nueva York y me pasó que la ciudad me pareció muy mucho. Mucha intensidad. Acá se vienen las elecciones, todo sale a la luz", añadió.

Un día después de que se conociera el audio en el que contaba cómo era su nueva vida, la modelo envió un guiño a Vitola al recomendar una de las canciones que estrenó el joven rosarino. "El Joaquincin de nuestro corazón sacó un temón", escribió. "A mí me hizo llorar, ¿a vos?", manifestó en su cuenta oficial de Instagram.

Así, la modelo dejó en evidencia que todavía mantiene una buena relación con su exnovio, al poco tiempo de presentar a su flamante pareja. Además de descubrir el santuario Tamerlaine, a 90 minutos de Manhattan, Calu conoció un nuevo amor: un joven rubio que no habla español, con quien está empezando a mostrarse en fotos románticas en sus redes. "El primer viaje fue hermoso, tres días en bici, una gran aventura, totalmente inconsciente, llena de bellezas, pero inconsciente porque parás en carpas durante invierno, que hacía bastante frío", recordó.

Al enamorarse de los paisajes y percibir el amor de los animales, decidió pasar el mayor tiempo posible en el santuario, hasta que finalmente decidió instalarse: "Quería vivir acá y me hice muy amiga de los dueños, averigüé y lo pudimos hacer. Generamos un vínculo muy verdadero y honesto".