Las calles de Key Largo están tan inundadas por Ian que hay cocodrilos nadando en ellas

Durante años, los cocodrilos americanos han podido verse holgazaneando, con las fauces semiabiertas, en las rampas de botes en Stillwright Point, una comunidad de Key Largo.

El jueves, la marejada ciclónica que provocó el huracán Ian, lanzó a la Bahía de la Florida mucha más agua de lo que el promedio de la Marea Rey suele hacer. Ello causó que casi tres pies de agua salada estancada llenaran las calles, al punto que era imposible decir dónde terminaban los patios y dónde empezaban los canales.

Al parecer, tampoco los cocodrilos sabían esto. Con las rampas inundadas, los cocodrilos que viven en los canales fueron vistos nadando como si nada por las calles de Stillwright Point.

“Si uno se mantiene cerca de las cocheras de las casas y lejos de los pantanos, puede estar a salvo”, le dijo una mujer desde una camioneta que pasaba a un reportero que trataba de atravesar las calles inundadas.

Las calles de Key Largo están tan inundadas por el huracán Ian que hay cocodrilos nadando en ellas. En la foto, uno descansa en Stillwright Point el sábado, 24 de septiembre de 2022.
Las calles de Key Largo están tan inundadas por el huracán Ian que hay cocodrilos nadando en ellas. En la foto, uno descansa en Stillwright Point el sábado, 24 de septiembre de 2022.

Si la imagen de cocodrilos paseándose por calles inundadas no fuera suficientemente aterradora, pensar que los residentes no pueden descargar el inodoro se ha convertido en una preocupación más.

El jueves, el Distrito de Tratamiento de Aguas Residuales dio a conocer un comunicado donde le pedía a los residentes que actuaran discretamente a la hora de descargar los inodoros, ya que las severas inundaciones en el área han afectado el sistema de alcantarillado.

“Es muy importante que la población minimice la descarga de los inodoros y usen otras aguas que entren en el sistema de alcantarillado”, dijo la agencia en el comunicado. “Esta situación continuará hasta mediados del sábado”.

A principios de esta semana, Michael y Amanda Davignon dejaron su casa en North Blackwater Lane para escaparse del huracán Ian. Cuando el jueves regresaron, se encontraron con la vivienda llena de agua y el muelle bajo un pie de agua. La casa de ambos es una de las pocas del barrio que no está sobre pilotes.

“Nos fuimos de Key Largo solo por un par de noches para alejarnos del huracán, y entonces ocurrió esto”, dijo Michael Davignon.

Por su parte, Scott y Shelly Flomenhft viven en Stillwright Point desde hace 20 años. Dijeron haber visto peores inundaciones tras el paso del huracán Wilma en octubre del 2005, pero no desde entonces.

“Desde hacía dos semanas, teníamos agua salada en las calles, pero se compara con lo que tenemos ahora”, dijo Scott Flomenhft.

Si conducir por aguas estancadas es peligroso, hacerlo a través de aguas saladas estancadas es una forma segura de destruir un automóvil debido a la lenta corrosión.

Neighbors interact as they pass one another on a wet hike up North Blackwater Lane while the street was flooded due to the effects of Hurricane Ian at Stillwright Point in Key Largo, Florida, on Thursday, September 29, 2022. Residents left their home by truck, kayak, or foot to avoid the unusually high waters.
Neighbors interact as they pass one another on a wet hike up North Blackwater Lane while the street was flooded due to the effects of Hurricane Ian at Stillwright Point in Key Largo, Florida, on Thursday, September 29, 2022. Residents left their home by truck, kayak, or foot to avoid the unusually high waters.

Tanta agua salada estancada en calles residenciales durante tanto tiempo, significa que los residentes que no tienen una camioneta alta podrían estar varados en sus casas durante días.

Mike Melendez, de 25 años, trabaja en la compañía Reef Tropical Pools dándole mantenimiento a las piscinas. El jueves, condujo la camioneta de su compañía todo lo lejos que pudo en North Blackwater Lane hasta que se encontró con más de dos pies de agua que empezaba a subir por encima de su parachoques delantero.

Melendez tenía que trabajar en varias piscinas del barrio, pero la inundación hizo que fuera imposible.

“Les tengo que comunicar a los vecinos que no podré hacerlo”, dijo Melendez.

Unas dos millas al sur, en la subdivisión Twin Lakes, Carlos Díaz, de 54 años, pudo limpiar debajo de su casa sobre pilotes en Bostwick Drive después que la inundación por fin comenzó a retroceder de su cochera. El agua empezó a inundar la calle, y luego su patio, a aproximadamente las 11 p.m. del miércoles, dijo Díaz.

La magnitud de la inundación era algo que ni él ni sus vecinos imaginaron, ya que el centro de Ian pasó por los Cayos lejos de Cayo Hueso, pero, según Díaz, a fin de cuentas, solo fue una inconveniencia.

“Comparado con lo que he visto en Fort Myers, no me puedo quejar”, dijo.

‘IAN APROVECHÓ LA SITUACIÓN’

La temporada de la Marea Rey, que dura hasta octubre, año tras año suele inundar con agua salada las calles residenciales del norte de Key Largo a lo largo del este de la Bahía de la Florida.

A principios de este mes, sin embargo, el huracán Earl y luego el Fiona permanecieron sin moverse en el Océano Atlántico durante días, lo que lanzó cantidades enormes de agua a la Corriente del Golfo, que después llegó hasta la Bahía de la Florida, dijo Jonathan Rizzo, meteorólogo coordinador de alertas del Centro Nacional de Meteorología (NWS) en Cayo Hueso.

Entonces, cuando el huracán Ian pasó por los Cayos el miércoles, bombeó todavía más agua hacia la bahía, que no tiene adónde ir hasta que lleguen los vientos del este al área, lo que no se pronostica hasta dentro de varias semanas, dijo Rizzo.

Earl y Fiona “crearon las condiciones para que ocurriera esto, y entonces Ian lo aprovechó, lo que envió a la bahía mucha más agua”, dijo Rizzo.

Aunque se vaticina que la acumulación del agua baje un poco el sábado, Rizzo no cree que el área experimentará un verdadero alivio hasta más o menos el próximo miércoles. Después de ese día, todavía se sentirán los efectos de una marea rey en Stillwright Point, dada la ausencia de un período de fuertes vientos del este, agregó.

La situación, dijo Rizzo, “deja el agua donde está”.

Traducción de Jorge Posada