Piden a habitantes de California extender confinamiento

LOS ÁNGELES (AP) — Ante el aumento de los casos del nuevo coronavirus y más de 100 muertes en California, los legisladores han pedido a los habitantes del estado pasar un segundo fin de semana en casa aun cuando han permanecido en confinamiento para desacelerar la propagación de la enfermedad.

El gobernador Gavin Newsom dijo el sábado que el número de pacientes hospitalizados con COVID-19 subió a más de 1.000 en California y que la cantidad de personas que ingresaron durante la noche a las unidades de cuidados intensivos se duplicó de 200 a más de 400.

Señaló que las cifras son relativamente modestas en comparación con los 52.000 casos confirmados en Nueva York, el epicentro del brote en Estados Unidos, aunque debido a la tendencia los hospitales podrían saturarse en California.

California podría enfrentar condiciones similares a las de Nueva York “si dejamos de practicar el distanciamiento físico... Si suspendemos nuestra política de permanecer en casa... Si reanudamos nuestras rutinas normales sin aplanar la curva” de la infección, afirmó Newsom durante una visita a una empresa en Silicon Valley que está reparando respiradores artificiales obsoletos para entregarlos a hospitales.

El agravamiento de la crisis quedó de manifiesto con el anuncio el sábado de que a 12 ancianos les detectaron el COVID-19 en un asilo en la ciudad desértica de Yucaipa, en el sur de California.

Una mujer de 89 años que vivía en ese lugar falleció el jueves debido a la enfermedad, según autoridades de salud pública del condado San Bernardino. Las autoridades afirmaron que están trabajando para efectuar pruebas a un número no especificado de residentes y a empleados del asilo.

“Este brote es una señal para quienes en el condado no han considerado con seriedad la pandemia y se resisten a acatar las órdenes y normativas de salud pública ante la amenaza muy real que representa el COVID-19”, lamentó la doctora Erin Gustafson, directora de salud pública del condado.

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Los fotógrafos de The Associated Press, Jeff Chiu, en San Francisco, y Mark Terrill, en Los Ángeles, contribuyeron a este despacho.