Córdoba. Lo detuvieron por error y, a golpes, le fracturaron la mandíbula

CÓRDOBA.- Cuatro policías de la ciudad de Río Cuarto fueron separados de sus cargos en forma provisoria hasta tanto se esclarezca la responsabilidad que tuvieron en la golpiza que sufrió un hombre detenido por error.

La decisión fue tomada por el Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario. El ministro de Seguridad de Córdoba, Alfonso Mosquera, pidió que "en caso de acreditarse apremios ilegales los autores tengan las más severas y ejemplares condenas ante la cobarde y deleznable actitud".

La víctima y denunciante fue identificada como Carlos Galíndez, un plomero de Río Segundo, quien está internado en el Sanatorio Allende de Córdoba, donde fue intervenido quirúrgicamente por la fractura de la mandíbula.

El domingo pasado en horas de la madrugada -cuando regresaba de vacaciones con su esposa- Galíndez detuvo su camioneta en la banquina por una emergencia. En ese momento y en el mismo lugar, casi en forma simultánea, cinco patrulleros de la Policía de Córdoba interceptaban al conductor de otro automóvil, de color blanco.

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Cuando Galíndez y su esposa quisieron continuar viaje, los agentes le indicaron que serían llevados a la comisaría, junto con los ocupantes del vehículo blanco.

Según el relato de Diego Cheichi, abogado que representa a Galíndez, cuando la policía comprobó que no existía ninguna relación con el resto de las personas demoradas, le pidieron a su cliente que firmara una documentación "en blanco".

"Cuando él se negó a firmar la documentación, como lo haría cualquier otra persona, empezó la agresión", sostuvo Cheichi. .

El abogado explicó que Galíndez fue llevado a una habitación de la comisaría. "Dos policías se quitaron las identificaciones que tenían en sus uniformes y comenzaron a golpearlo salvajemente. Primero, le pegaron en el estómago. Luego, le pegaron en la cara, hasta romperle la mandíbula", describió Cheichi.

Con la presencia de su abogado, ya en Córdoba, Galíndez hizo una exposición en una fiscalía y también decidió informar lo sucedido al Tribunal de Conducta Policial que envió una comitiva de investigadores a Río Cuarto para indagar sobre la denuncia e identificar a los presuntos responsables.

Jorgelina, la esposa de Galíndez, dijo a Canal 10 de Córdoba: "Tengo miedo y, ¿sabe por qué? Porque entre las cosas que nos sacaron hay un juego de llaves de mi casa".

Cheichi explicó que cuando Galíndez esté en condiciones de declarar viajarán a Río Cuarto e iniciarán una acción civil contra la provincia.

Los policías separados de su cargo son tres sargentos (dos hombres y una mujer) y un oficial subinspector.

Desde el Tribunal de Disciplina indicaron que la subcomisario Mónica Ávila se entrevistó con Galíndez en el sanatorio para constatar su estado de salud, que entrevistaron en la Unidad Judicial Nº 4 la esposa de la víctima y elaboraron un informe para iniciar las acciones administrativas.

También, según se informó, enviaron una comisión a la Jefatura Departamental Río Cuarto para "poner en resguardo toda la documentación vinculada con el hecho".