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¿Está la César Chávez Plaza de Sacramento preparada para resurgir?

Hace casi seis años, el restaurantero de Sacramento Ernesto Delgado apostó fuerte.

Abrió el restaurante mexicano La Cosecha en la César Chávez Plaza, un espacio público considerado desde hace tiempo un fracaso cívico. Bautizado con el nombre del líder sindical César Chávez, a quien se rinde homenaje el 31 de marzo con un día festivo por su cumpleaños, el conflictivo parque pide a gritos que se hagan esfuerzos por mejorarlo.

Delgado quiere hacerlo y se ha propuesto cambiar su reputación. Imagina familias almorzando en el césped del parque y parejas paseando junto a la fuente por la noche. Un espacio adecuado, y digno, para la creciente población latina de la ciudad.

Por un breve periodo, tras décadas de esfuerzos fallidos, el renacimiento parecía posible. El centro de la ciudad empezaba a encajar con su nuevo estadio para los Sacramento Kings, nuevos hoteles y viviendas.

Entonces llegó la pandemia. Las empresas cerraron y los empleadores y empleados se volcaron en el trabajo a distancia. La crisis de las personas sin hogar de la ciudad, como en gran parte del país, empeoró. Cuando finalmente la gente regresó, lo hizo para protestar o lamentarse, debido al aumento de la tensión racial y los conflictos políticos.

Delgado aguantó esos golpes, como él dice, durante los últimos tres años. Ahora redobla la apuesta.

A finales de año abrirá otro restaurante frente a la plaza. Celebra reuniones mensuales en La Cosecha, decidido a involucrar a los líderes de la ciudad y de la comunidad para crear un cambio sostenible en la zona.

Ernesto Delgado dirige una reunión de empresarios y líderes locales el 16 de marzo en su restaurante La Cosecha, en la César Chávez Plaza. Delgado ha estado celebrando reuniones con el objetivo de mejorar el parque y convertirlo en un lugar acogedor para toda la comunidad.
Ernesto Delgado dirige una reunión de empresarios y líderes locales el 16 de marzo en su restaurante La Cosecha, en la César Chávez Plaza. Delgado ha estado celebrando reuniones con el objetivo de mejorar el parque y convertirlo en un lugar acogedor para toda la comunidad.

Sus visiones se han hecho aún más grandes desde que se hizo cargo de un espacio de restaurante anterior en 2017.

En una reunión comunitaria celebrada a finales de enero, Delgado se situó cerca de la barra de granito de su restaurante y saludó a la gente que entraba con café y pan dulce. Delgado, de 52 años, pelo canoso y rostro entusiasta, los acribilla con preguntas y grandes ideas.

Señala hacia el ahora abandonado Edificio Federal de Sacramento, que está a unos 700 pies del restaurante.

“Veo este precioso edificio, al otro lado de la calle y sin uso. ¿Qué tal si lo convertimos en un hotel latino?”, pregunta Delgado a una persona cercana.

Delgado se asoma constantemente desde su restaurante y sueña con lo que puede llegar a ser. Lo que ve ahora es un parque vacío de dos hectáreas y media en las calles 9th e I, frente al ayuntamiento y calle abajo desde la cárcel principal.

La plaza es una pieza central del centro de la ciudad, pero también un adefesio cotidiano. Y existe el argumento de que esta plaza podría no cambiar nunca. A excepción de unos pocos días a la semana, durante unos pocos meses al año, la plaza está prácticamente vacía. Su reputación no ha cambiado en décadas.

Los trabajadores estatales siguen usando principalmente al trabajo a distancia. Y, sobre todo, el número de personas que viven en la calle se ha triplicado en Sacramento desde 2017. En un día cualquiera, la crisis de vivienda, la crisis de salud mental y la epidemia de drogas aterrizan en las puertas del restaurante de Delgado y la plaza.

Aun así, Delgado cree que la César Chávez Plaza puede tener un renacimiento y convertirse en un centro comunitario. La historia dice lo contrario.

“Hay que estar un poco loco para creer que se puede hacer un cambio, y no puedo esperar que suceda de la noche a la mañana”, dijo Delgado. “El hecho de que La Cosecha siga abierta es señal de que puede suceder”.

El exconcejal Steve Hansen habla con el propietario del restaurante La Cosecha, Ernesto Delgado, a principios de este mes en la César Chávez Plaza.
El exconcejal Steve Hansen habla con el propietario del restaurante La Cosecha, Ernesto Delgado, a principios de este mes en la César Chávez Plaza.

Un legado latino en la plaza

Lo que ahora es la César Chávez Plaza se llamó en su día Old City Plaza y fue fundada en 1849 por John Sutter.

Tras la muerte de Chávez en 1993, el primer alcalde latino de Sacramento, Joe Serna Jr., comenzó a impulsar iniciativas para honrar al líder de los derechos civiles, que durante toda su vida estuvo vinculado a la ciudad.

La relación de César Chávez con Sacramento comenzó cuando era un emigrante de 14 años que recogía tomates canarios con su familia en el delta de Sacramento a principios de la década de 1940, según Marc Grossman, portavoz y ayudante personal de Chávez durante mucho tiempo.

Chávez regresó a Sacramento años más tarde, al final de la histórica marcha de 1966 desde Delano. El Capitolio estatal fue también escenario de varias marchas que se sucedieron en las décadas siguientes.

Grossman recordó a Serna Jr., hijo de trabajadores agrícolas emigrantes, diciendo que Chávez fue la primera persona que le hizo sentirse orgulloso de ser mexicano.

“Joe le atribuyó su activismo como chicano”, dijo Grossman.

En 1997, el Ayuntamiento decidió cambiar el nombre de la plaza. Serna murió en 1999, pero dos años después, el 23 de abril de 2001, aniversario de la muerte de César Chávez, se inauguró en la plaza una escultura conmemorativa de la marcha de 1966.

Un indigente pasa junto al monumento a César Chávez el domingo en la César Chávez Plaza. Algunos líderes empresariales del centro tienen la visión de mejorar la histórica plaza cívica a pesar de los muchos desafíos.
Un indigente pasa junto al monumento a César Chávez el domingo en la César Chávez Plaza. Algunos líderes empresariales del centro tienen la visión de mejorar la histórica plaza cívica a pesar de los muchos desafíos.

Delgado quiere ampliar ese legado e inclinarse más por su cultura latina. Pretende crear una versión en miniatura del famoso Zócalo de Ciudad de México. Esa plaza, uno de los lugares públicos mas grandes del mundo, es el centro de reuniones comunitarias.

Pero el Zócalo no es único. Rara es la ciudad, pueblo o aldea de América Latina que no tenga una plaza.

“Las plazas están por todas partes y crean comunidad”, dijo Delgado.

Los espacios abiertos tienen su origen en un decreto real español, la Ley de Indias, del siglo XVI. En él se establecía que todas las ciudades debían tener una plaza rodeada de iglesias y edificios gubernamentales destacados. Según Paavo Monkkonen, catedrático de Planificación Urbana y Políticas Públicas de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), hoy en día hasta el pueblo más pequeño de América Latina tiene una plaza.

“El significado cultural es grande. Es el centro de la ciudad, en teoría, así que tiene una función muy útil como función social, además de ser un lugar de encuentro emblemático”, dijo Monkkonen.

‘Todos descargan aquí sus problemas’

A pesar de su historia, la César Chávez Plaza lleva décadas en el centro de la crisis de las personas sin hogar de Sacramento.

La Cárcel Principal del Condado de Sacramento, a dos manzanas de distancia, es probablemente una de las principales razones. En ella se procesan reclusos de ciudades de todo el condado: Roseville, Citrus Heights, Folsom y Rancho Córdova.

Un día cualquiera, varias personas salen de la cárcel, sin recursos, y se dirigen a la plaza. Según la Oficina del Alguacil de Sacramento, la cárcel tuvo un promedio de entre 64 y 66 excarcelaciones diarias en los dos últimos años.

“Todos descargan aquí sus problemas”, dijo el concejal de Sacramento Eric Guerra.

Guerra destacó específicamente la falta de servicios de salud mental en todo el estado, un problema particularmente prevalente en cárceles y prisiones. En 2017, el 42% de la población total de reclusos del condado de Sacramento recibía algún nivel de servicios de salud mental.

“¿Es justo que alguien que es arrestado en Citrus Heights sea enviado al centro de Sacramento?”, preguntó Guerra.

La zona también carece de camas en refugios.

Según Sacramento Steps Forward, la ciudad dispone de unas 1,700 camas. En 2022, unas 9,278 personas se encontraban sin hogar en el condado de Sacramento, según el recuento de personas sin hogar en un momento dado exigido por el gobierno federal.

En 2009, cuando Armando fundó su grupo de voluntarios, C.A.F.F.E. (Ropa y Comida para Todos), la población de personas sin hogar era de 2,800 y seguía disminuyendo.

Desde entonces, Armando Flores acude a la plaza todos los domingos por la mañana para proporcionar alimentos y ropa. Dice que la inspiración le vino de conducir por la ciudad y ver a gente en la calle durante el invierno.

Level Woods, voluntario de Clothing and Food for Everyone, entrega a Edward Delgado una bolsa de comida a principios de este mes, en la César Chávez Plaza. El programa, fundado por Armando Flores, ha estado ayudando a personas sin hogar y necesitadas en el parque.
Level Woods, voluntario de Clothing and Food for Everyone, entrega a Edward Delgado una bolsa de comida a principios de este mes, en la César Chávez Plaza. El programa, fundado por Armando Flores, ha estado ayudando a personas sin hogar y necesitadas en el parque.

Durante un breve periodo, Flores recorrió la ciudad ofreciendo café. Pronto pasó a servir comida, y entonces surgió la necesidad de un local céntrico. Por su comodidad y ubicación, Flores eligió la plaza.

“Conducíamos por las calles intentando encontrarlos, así que era un poco más difícil que lo que hacemos ahora”, dijo Flores.

Por aquel entonces, el grupo daba de comer a unas 20 personas a la semana. Hoy en día, las comidas pueden reunir a entre 150 y 250 personas.

Flores cree que las comidas no han provocado una mayor congregación de personas sin hogar en la plaza. Lo atribuye al aumento constante de la población de indigentes en la última década.

Pero Flores reconoce la desconexión entre la población sin hogar y las familias de Sacramento. Entiende porqué este es el “único parque de Sacramento donde la gente no viene a cocinar ni a pasar el rato”.

“Crea un poco de miedo al miembro normal de la comunidad que quiere cruzar por el parque o venir al restaurante”, dijo Flores.

Abogó por una mayor educación, para que los miembros de la comunidad sepan mejor cómo interactuar con una persona sin hogar y se den cuenta de que probablemente no les causará daño. Flores también animó a invertir más en actividades comunitarias para mantener a la población sin hogar ocupada y quizás menos congregada en la plaza.

“Estas personas están integradas en el barrio”, dijo Flores. “No van a desaparecer”.

Marsha Robinson de Rancho Cordova ayuda a Monica Win-Cowl con una mochila nueva en la César Chávez Plaza el domingo. Robinson ha estado entregando ropa a las personas sin hogar y necesitados durante los últimos siete años con su esposo.
Marsha Robinson de Rancho Cordova ayuda a Monica Win-Cowl con una mochila nueva en la César Chávez Plaza el domingo. Robinson ha estado entregando ropa a las personas sin hogar y necesitados durante los últimos siete años con su esposo.

¿Qué va a cambiar?

A lo largo de los años, Sacramento ha gastado miles de dólares en jardinería y otras reformas. La más notable, un baño estilo “Portland Loo” de $360,000 en 2019.

Sin embargo, según la mayoría de las estimaciones, la plaza sigue siendo la misma, excepto para los mercados de agricultores de los jueves y las noches de los viernes en el parque, el festival de música al aire libre más antiguo de la ciudad. Ambos eventos son estacionales.

La zona sufrió especialmente la falta de tráfico peatonal a causa de la pandemia del COVID-19.

En el edificio de CalEPA, al otro lado de la calle de la plaza, solo entre el 12% y el 15% del personal acude al edificio con base en un promedio de 30 días. Los líderes del departamento siguen evaluando las modalidades de trabajo a distancia y no hay una fecha prevista para que los empleados vuelvan a trabajar principalmente en persona, según la directora de información de CalEPA, Kalin Kipling-Mojaddedi.

Los funcionarios municipales y las empresas coinciden en la necesidad de una mayor implicación a todos los niveles para lograr un cambio sostenible.

“Todos tienen que participar”, dijo Guerra.

Últimamente se han logrado algunos avances.

Las reuniones comunitarias mensuales organizadas por Delgado en La Cosecha han reunido a una gran variedad de asistentes: miembros del Concejo Municipal de Sacramento, la Downtown Sacramento Partnership, el Consulado de México, el Mexican Cultural Center, la Sacramento Lowrider Commission y C.A.F.F.E. A finales del año pasado, el grupo organizó proyecciones de películas clásicas mexicanas durante los “Días de la familia” en la plaza.

En la reunión del mes pasado, se anunció una subvención Shine de SMUD por valor de $29,000. Downtown Sacramento Partnership igualará el 50% del dinero para un total de $44,000 dólares. La financiación se destinará a infraestructura flexible, como carritos de libros móviles, grandes bloques de construcción, sillas, mesas con sombrillas y juegos de jardín.

“Esperemos que tenga el éxito suficiente para que podamos encontrar otras fuentes de financiación que nos permitan seguir avanzando”, dijo Scott Ford, director de desarrollo económico de Downtown Sacramento Partnership.

Pronto llegará una nueva comunidad de viviendas a una manzana de la plaza. El proyecto, denominado “Envoy”, consta de 153 viviendas de alquiler, además de una estructura de tres pisos de concreto para comercios, oficinas y estacionamiento. Se espera que el proyecto abra en mayo, según Riaan DeBeer, vicepresidente de desarrollo de Anthem Properties.

DeBeer se refirió a un principio clave del diseño urbano conocido como prevención de la delincuencia a través del diseño medioambiental o CPTED. La idea es atraer a la gente a vivir en el barrio y crear una sensación de seguridad y comodidad.

Ese es el progreso que ha eludido la zona durante algún tiempo.

“Cambia toda la dinámica y, de repente, es un espacio positivo en el cual estar”, dijo DeBeer.

DeBeer dijo que el objetivo no es expulsar a la población sin hogar, sino crear una mezcla de personas económicamente activas y que residan permanentemente en la zona.

“Ellos no son el problema”, dijo DeBeer. “Necesitan ayuda y apoyo. Pero el problema es que ahora mismo no estamos animando a la gente a vivir en el centro”.

A principios de este mes, Delgado se plantó frente a La Cosecha, a pocos pasos de donde colocó grandes letras rojas que decían “Amor”. Allí habló de las dificultades de los últimos seis años con un guía de Downtown Sacramento Partnership.

Skyla Pichardo y su amiga Echidna Coleman, ambas de 14 años, posan para una foto delante de un cartel de "amor" en el restaurante La Cosecha, en la César Chávez Plaza, a principios de este mes.
Skyla Pichardo y su amiga Echidna Coleman, ambas de 14 años, posan para una foto delante de un cartel de "amor" en el restaurante La Cosecha, en la César Chávez Plaza, a principios de este mes.

Delgado y sus empleados lo han visto todo: gente fumando metanfetamina cerca de la fuente, heces en las puertas del restaurante, olor a orina en la valla trasera y un hombre educado pidiendo un vaso de agua.

Ha tenido que lidiar con todo eso aquí, y dentro de unos meses enfrentará los mismos retos en un segundo restaurante. Pero dice que su plan nunca ha sido solucionar la crisis de las personas sin hogar. Su objetivo es embellecer la plaza hasta tal punto que ya no pueda ser ignorada.

“Tenemos que venir aquí”, dice Delgado. “Tenemos que sentarnos ahí aunque haya personas sin hogar, es la única manera de que cambiemos esto”.