La Cámara Federal rechazó el planteo de Cristina Kirchner para apartar a la jueza María Eugenia Capuchetti

La jueza María Eugenia Capuchetti
La jueza María Eugenia Capuchetti

El camarista federal Leopoldo Bruglia rechazó la recusación de la jueza María Eugenia Capuchetti y la ratificó al frente de la causa que investiga el intento de asesinato contra Cristina Kirchner. El planteo para apartar a la magistrada de la investigación había sido presentado por los abogados de la vicepresidenta en el expediente que fue iniciado hace casi tres meses.

En otro fallo que también se conoció hoy, la Cámara Federal le ordenó a la jueza que tomara medidas que habían sido reclamadas por los abogados de Cristina Kirchner para profundizar la investigación de lo que denominan “la pista Milman”, que ellos denuncian que no está suficientemente explorada.

Los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal expusieron sus fundamentos para que Capuchetti fuera desplazada en una audiencia frente a Bruglia el miércoles pasado. Horas después de esa audiencia, Capuchetti tomó la decisión de delegar la investigación en el fiscal Carlos Rívolo.

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Para el juez Bruglia, los abogados no lograron evidenciar la ausencia de imparcialidad que denunciaron en el planteo. “Se dirigen a manifestar su disconformidad –pueda ser acertada o no- con ciertas aristas relacionadas con el modo de llevar adelante la presente investigación, pero de ningún modo concreta una evidencia que demuestre la ausencia de imparcialidad invocada”.

“Por el momento no se desprende en el marco de estas actuaciones, acto alguno por parte de la magistrada interviniente que pueda inferir un objetivo y concreto dato de parcialidad”, indicó Bruglia.

José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, abogados de Cristina Kirchner
José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, abogados de Cristina Kirchner - Créditos: @Ignacio Sánchez

El juez dejó en su fallo un llamado de atención al abogado José Manuel Ubeira, que en la audiencia del miércoles pasado dijo que si algo le ocurriera a Cristina Kirchner o a sus hijos en el futuro sería responsabilidad de la magistrada, por no haber tomado las medidas que ellos, como querellantes, solicitaron en la causa. Bruglia calificó sus dichos como improcedentes y dijo que sus expresiones fueron impropias.

“También corresponde dejar constancia en la presente de las impropias expresiones vertidas por el Dr. Ubeira en los momentos finales de la audiencia, al referirse a una eventual responsabilidad de la magistrada en cuestión de hipotéticos casos de hechos posteriores o riesgos sobre la vida o seguridad de su representada y entorno familiar. Estos improcedentes dichos, registrados en la grabación, más allá del valor o gravedad que se les quiera o pueda asignar, al ser vertidos en el ámbito de una audiencia, observables en este caso, entiendo deben ser tenidos en cuenta como antecedente de su actuación”, consideró el camarista.

Ubeira había dicho en la audiencia: “Es bueno que el fuero federal tome la debida nota de que si exponemos a esta persona y a su familia y el día de mañana hay un atentado porque estos animalitos están tan tranquilos, alguien se va a tener que hacer responsable. Y la primera responsable va a ser la doctora Capuchetti”.

La orden a la jueza

Sin embargo, pese a que fue rechazado el planteo para apartar a la jueza, en otro fallo, que lleva las firmas de Bruglia, Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi, la Cámara le indicó a Capuchetti que tomara medidas que había reclamado la querella para investigar la línea que la querella denominó “la pista Milman”.

La Cámara le dio esta instrucción al concederle la apelación que Ubeira y Aldazabal habían presentado contra una decisión de Capuchetti: el rechazo de las medidas de prueba sugeridas para profundizar en los dichos del testigo Jorge Abello.

La querella había pedido profundizar la línea de investigación que surgió de la declaración Abello, el asesor del diputado kirchnerista Marcos Cleri, quien se acercó espontáneamente a declarar a la Justicia y dijo que había escuchado una conversación en el bar Casa Blanca -que se encuentra frente al Congreso- una conversación entre el diputado Gerardo Millman y dos mujeres que son colaboradoras suyas, en la que supuestamente Millman decía: “cuando la maten yo voy a estar camino a la costa”.

La querella cuestionó que la jueza no ahondó debidamente en comprobar si los dichos de Millman fueron ciertos.

Para eso le pidieron investigar los teléfonos celulares de Ivana Bohdziewicz y Carolina Elizabeth Gómez Mónaco, que habrían sido las interlocutoras de Millman en esa conversación, y que ya declararon en la Justicia como testigos. Los jueces consideraron que gran parte de lo sostenido por la querella era procedente y ahora le ordenaron a Capuchetti tomar las medidas “menos lesivas” para comprobar si existieron esos dichos.

“Dada la gravedad institucional del hecho aquí investigado -el intento de dar muerte a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Elisabeth Fernández- tornan imperiosa la producción de todas aquellas diligencias probatorias que puedan resultar pertinentes y útiles para el descubrimiento de la verdad, sin escatimar esfuerzos y premura, aunque optando siempre por la alternativa que resulte menos lesiva para las garantías constitucionales en juego”, consideraron los jueces.

“Frente a ese panorama y dependiendo del resultado que arrojen las diligencias aquí referenciadas, como cualquier otra que pudiera considerar relevante la instrucción, será entonces necesario reevaluar si se encuentra debidamente justificada (...) la producción de la medida de secuestro peticionada por la parte acusadora, la cual deberá estar exclusivamente dirigida a la comprobación, en los teléfonos celulares de las testigos Ivana Bohdziewicz y Carolina Elizabeth Gómez Mónaco, de la existencia de cualquier mención a los dichos que, según Abello, habría proferido Gerardo Milman en la jornada del 30 de agosto del corriente año”, dijeron en el fallo.