Es una playa preciosa, pero está llena de proyectiles
Debajo de un acantilado en la bahía de Vlore, en Albania, los buzos salen del agua llevando proyectiles de artillería. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
Y es que esta preciosa zona de la Riviera albanesa está atestada de proyectiles y granadas de la Segunda Guerra Mundial, que llevan décadas oxidándose en el lecho marino. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
En apenas dos horas de trabajo, los buzos recopilaron la impresionante cifra de 85 piezas de munición, lo que da muestra de lo contaminadas que están las aguas con este tipo de artefactos. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
Estas tareas las están llevando en conjunto buzos franceses y albaneses y tienen como objetivo limpiar las aguas de estas armas que son muy peligrosas para los bañistas. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
Además de poner en riesgo a todos, esas municiones están contaminando las aguas de este paraíso natural. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
Estas piezas llevan más de siete décadas bajo el agua y se cree que fueron arrojadas deliberadamente al mar por las tropas de ocupación italianas. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
El año pasado también hubo una acción semejante de buzos albaneses y franceses y se recuperaron 310 dispositivos. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
Todas estas municiones se van acumulando en la playa con cuidado para no detonarlas. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
Posteriormente, se llevan a una base militar de Tirana, donde son destruidas. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
Desgraciadamente, no se sabe con certeza la cantidad de estos artefactos sumergidos, aunque los expertos estiman que se produjeron unos 20 naufragios cerca de la costa adriática albanesa. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
Aunque los buzos son expertos en el manejo de estas situaciones, hay siempre cerca una ambulancia por si acaso se produce algún accidente. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
Y es que además del riesgo de tratar con proyectiles, deben afrontar el calor abrasador y los mares picados. (Photo by STR/AFP via Getty Images)
En la bahía de Vlore, en plena Riviera albanesa, buzos de Albania y Francia se afanan por sacar del agua munición que lleva allí más de siete décadas, desde la Segunda Guerra Mundial.
En apenas dos horas, en la superficie se acumulan hasta 85 proyectiles que posteriormente serán destruidos. Una tarea dura, pero necesaria porque este tipo de armas, arrojadas por las tropas italianas durante el conflicto, son un peligro para los bañistas. Y además, contaminan las aguas.
Aunque los buzos son expertos en el manejo de estas situaciones, hay siempre una ambulancia cerca por si se produjera un accidente. No se sabe cuánta munición queda por salir, pero los expertos coinciden en que se produjeron unos 20 naufragios cerca de la costa adriática albanesa.
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