La burocracia que asfixia a los científicos españoles

La burocracia ha convertido a los investigadores españoles en meros administrativos asfixiados por el papeleo
La burocracia ha convertido a los investigadores españoles en meros administrativos asfixiados por el papeleo

Celedonio Álvarez, Profesor de Química inorgánica en la Universidad de Valladolid e investigador en el apasionante campo de los motores moleculares, se lleva las manos a la cabeza, casi renegando en silencio, cuando le pregunto cuánto tiempo le ocupan las tareas burocráticas en su carrera como científico… ¿Un 10%?, ¿un 15%?... más, más tiempo, responde mirando al suelo. “Para que te hagas una idea”, explica el investigador, “cuando algún equipo se rompe, no funciona y hay que repararlo o llamar a algún servicio de mantenimiento… si cuesta menos de cincuenta euros, prefiero pagarlo yo de mi bolsillo antes de ahogarme durante días con papeleo”.

“Te dejaré solo unos botones de muestra” continúa el profesor Alvarez, “con la ley actual de contratos, si por ejemplo tienes que pedir un presupuesto, por pequeño que sea, tienes que abrir un expediente, cuando abres ese expediente debe ser por el precio exacto de la factura, después pedir la factura tienes que aplicarla al expediente y todo eso antes lo hacía el Personal Administrativo de Servicios (PAS), ahora lo hacemos nosotros directamente mediante una aplicación que tiene incontables lagunas. Tampoco podemos hacer un seguimiento de las facturas por lo que ni siquiera sabemos cuánto hemos gastado en compras, reparaciones, etc... Solo el hecho de perseguir facturas es una labor que me ocupa un buen pellizco de mi tiempo de trabajo”.

Es lo que muchos ya conocen como “PASificación” de los investigadores y docentes en España: están convirtiendo en administrativos a los científicos y profesores de nuestro país.

El origen de muchos de estos quebraderos de cabeza se remonta a la actual Ley de Contratación. Celedonio explica que “se diseñó para vigilar a los Ayuntamientos después de la fiesta de gastos y corrupción de los últimos años. Como se ha pensado para fiscalizar y controlar a todo el mundo, no ha considerado casos específicos y, concretamente en el caso de la ciencia, que apenas contamos con personal administrativo para pelear con todos esos procedimientos y papeleos, está dejando en el tintero, por inviables, un gran número de proyectos de investigación”.

No solo estamos perdiendo el tiempo sino que estamos perdiendo dinero. La falta de libertad de los científicos para tomar decisiones en sus propios proyectos también sale cara… El investigador de la UVA nos ejemplifica los costes de la excesiva burocracia con una simple nevera: “En el laboratorio necesitábamos un pequeño frigorífico para mantener a baja temperatura las muestras de cristalización. Como no lo necesitábamos para nada técnico, (tan solo que enfriara a una temperatura de -4ºC), compramos esa nevera en una tienda de electrodomésticos, simplemente porque resulta hasta diez veces más barato. A los pocos días nos llamó el Servicio de investigación informando que no podían justificar esa compra en un proyecto científico porque es un objeto doméstico y se podría utilizar en cualquier casa… tuvimos que devolverla y adquirir una nevera más técnica y mucho más cara”.

En junio del año pasado publicamos en esta sección de Yahoo, un artículo titulado “Los retos, problemas (y algunas soluciones) de Pedro Duque como Ministro de Ciencia” y ya demandábamos una cuestión ineludible: “Señor Ministro, líbrenos de la estúpida burocracia”. Veremos si ahora, que parece que habrá gobierno tras el pacto entre PSOE y Unidas Podemos, el responsable de la ciencia y la investigación en nuestro país se toma en serio este problema.

Más historias que también te pueden interesar: