Bayern Munich venció a Borussia Dortmund en un partidazo y es el Supercampeón de Alemania

Los jugadores del Bayern de Múnich celebran el título. Fue 3 a 1 para el conjunto bávaro.
INA FASSBENDER

Hubo fútbol champagne en Westfalia. El Signal Iduna Park fue escenario de una producción deportiva vistosa, trepidante; probablemente una de las mejores que ofreció la nueva temporada 2021/2022. Por la Supercopa de Alemania, Borussia Dortmund y Bayern Munich chocaron con intensidad. El conjunto bávaro salió airoso e impuso su jerarquía por 3 a 1, y su nuevo entrenador, el joven Julian Nagelsmann (33 años), se infló de confianza. Se vio una tarea tan vistosa que, por momentos, el resultado pasó a un segundo plano y resultó difícil distinguir qué bando dominó. Se jugó, quizás, el mejor fútbol posible, y no se observaron llegadas a destiempo o ninguna de las características más corrientes de una exhibición futbolística de comienzos de año . Para jugar, se designó la cancha del derrotado porque, por regla, se elige como escenario al campo del campeón del torneo que agrupa todas las categorías del fútbol alemán (la Copa de Alemania).

Pasaron cinco meses desde la última vez que los mayores protagonistas del fútbol alemán se enfrentaron, y esta vez Borussia Dortmund no pudo doblegar al equipo que lo tiene de hijo: la última vez fue victoria para Bayern Munich por 4 a 2, y en los cinco cotejos anteriores también terminaron en triunfo de los bávaros. La última vez que Borussia Dortmund derrotó a su archirrival fue hace dos años; en agosto de 2019 y por el mismo título que se disputó este martes .

Dayot Upamecano corta un avance de Reus. El conjunto local construyó muchos contragolpes en el primer tiempo; el francés estuvo atento
Bernd Thissen


Dayot Upamecano corta un avance de Reus. El conjunto local construyó muchos contragolpes en el primer tiempo; el francés estuvo atento (Bernd Thissen/)

Con el condimento de un fervoroso canto que descendía desde las tribunas de la Gelbe Wand (pared amarilla) y un sinfín de banderas y bufandas con la inscripción “Echte Liebe (te amo)”, los hinchas y jugadores disfrutaron del ingrediente que llegó para llenar el corazón de un deporte que se jugó a puertas cerradas durante mucho tiempo: el público. El contexto se vio alimentado por dos datos sobresalientes. El primero es una estadística de Bayern Munich, que en los últimos 73 partidos oficiales hizo por lo menos un gol. El segundo, un recuento atemorizante de su artillero, Robert Lewandowski: el polaco, que solía jugar para los negriamarillos, le convirtió a su ex club 24 goles en 24 partidos. Una bestialidad.

Müller, incansable, celebra su gol. Fue el momento que definió el rumbo del partido.
Martin Meissner


Müller, incansable, celebra su gol. Fue el momento que definió el rumbo del partido. (Martin Meissner/)

Desde el pitido inicial, ambos lados mostraron sus mejores recursos. En Bayern se lucieron todos; desde los más jóvenes, como Davies, hasta los que tienen centenares de partidos jugados, como el incansable Thomas Müller, quien corrió como un canterano y metió el gol que comenzó a torcer el destino. Borussia puso en cancha a muchos de sus nuevos talentos, y mostró que la estructura autárquica que propugna hace años, es cosa seria.

A los 19 minutos, Jude Bellingham lanzó un pase entre líneas y dejó en una posición inmejorable a Marco Reus. No pudo ser para el crack que lleva la 11 en la espalda, porque el arquero se multiplicó en tamaño y desvió el disparo con una pierna. Más tarde, Neuer haría lo mismo con otros rivales.

Tres minutos más tarde, el local respondió. Por medio de un tiro libre de Reus, casi llega al gol, pero el balón salió muy cerca del travesaño. Era solo el comienzo, porque a los 25 Upamecano se lanzó en ataque y el 11 de Dortmund lo frenó con una plancha involuntaria. El delantero vio la amarilla, y quedó bajo la mirada regulatoria del juez...

Tres minutos más adelante, un Upamecano recuperado cortó un ataque venenoso. Los del local confeccionaron una llegada al área, construyendo a partir de pases de primera, en la que Haaland casi conecta de volea. El delantero noruego estuvo indetectable durante todo el encuentro.

A los 33, y desde la banda izquierda, Kimmich amagó a enviar el centro, pero optó por un pase raso al vértice del área. Thomas Müller lo advirtió y se desprendió para buscar el zurdazo. La pelota se elevó. Lewandowski se esforzó por alcanzarla de puntín, pero erró en esa segunda jugada y Gregor Kobel neutralizó el peligro. Luego hubo rumores de penal, pero el árbitro dictaminó que no hubo falta.

El partido se jugaba así: vertical y sin freno . Y el show se lo robaba Neuer, quien en el final de la primera parte se hizo gigante ante uno de los máximos peligros que merodeaban en su jurisdicción: Erling Haaland. El noruego se las ingenió para engañar a sus marcadores y quedar mano a mano....y tiró a quemarropa, a las manos del arquero.

En el inicio de los segundos 45, Nagelsmann dispuso el ingreso de Leroy Sané por Kingsley Coman. En la primera pelota que tocó, el ex dirigido por Pep Guardiola combinó con Alphonso Davies, que corrió con la pelota hasta el fondo y tiró el buscapié. Lewandowski se paró en la línea de trayectoria del pase y le dio un empujón de taco, como para que llegue al área con fuerza. Fue una gran decisión, porque su acción confundió al guardametas -que imaginó que el centrodelantero iba a definir- y permitió a Müller capitalizar la jugada con un gol, debajo del travesaño y con el arco vacío. Comenzaba a silenciarse un estadio que, hasta ese momento, ardía de aliento.

 Lewandowski festeja luego de marcar su tercer tanto en el partido por la Supercopa ante el Borussia Dortmund
Lewandowski festeja luego de marcar su tercer tanto en el partido por la Supercopa ante el Borussia Dortmund


Lewandowski festeja luego de marcar su tercer tanto en el partido por la Supercopa ante el Borussia Dortmund

Pero los dirigidos por Marco Rose no se rendían, y mediante los trotes de su estrella noruega, instigaban la banda izquierda, por entonces menos cuidada por un desgastado Stanisic. Y entonces llegó el gol, tras un pase magistral de Bellingham, que se llevó dos marcas a una esquina y envió un pase preciso a Reus. El wing impactó con el pie bien abierto y la pelota ingresó al ángulo. La volada de Neuer y el esfuerzo de Süle fueron inútiles esta vez.

Lo mejor del clásico alemán

Luego llegaron los cambios. No obstante, nada cambiaría en las formas y el triunfo bávaro comenzaría a consolidarse. De hecho, a los 73, una equivocación de Akanji produjo que Lewandowski recibiera solo y de cara al arquero. El 9 definió con la precisión de un golfista en el green y, contra su ex club, que paradójicamente lo tiene de verdugo (junto a Wolfsburgo, es el club al que más goles convirtió).

En adelante, fue tenencia por parte de Bayern para neutralizar un partido cuyo destino ya estaba definido. Borussia Dortmund deberá esperar para revertir una marca negativa de dos años sin triunfos ante su máximo rival.