Con Boris Johnson a un paso del poder, la UE se prepara para meses turbulentos

LONDRES.- Se esperan meses turbulentos en la Unión Europea (UE) con Gran Bretaña. Es probable que pasado mañana el polémico Boris Johnson se convierta en el nuevo primer ministro británico, y con su llegada al poder se vislumbra un panorama complicado para el bloque: un Brexit sin acuerdo o una nueva postergación.

Los conservadores que gobiernan Gran Bretaña anunciarán mañana quién será el nuevo líder del partido, en reemplazo de Theresa May. El elegido se convertirá automáticamente en primer ministro al día siguiente. Un poco más de tres meses después, el 31 de octubre, está previsto que Gran Bretaña abandone la Unión Europea (UE).

La crisis del Brexit, que ya lleva tres años, podría agravarse con un líder como Johnson, que choca constantemente con Bruselas y con su propio Parlamento y que prometió "morir o salir" de la UE con o sin acuerdo. Además, Gran Bretaña podría dirigirse a una crisis política, una recesión, una elección, un referéndum o varias de esas opciones al mismo tiempo.

"Es una situación muy cambiante", dijo Nick Wright, experto en política de la UE en el University College de Londres. "Literalmente, cualquier cosa podría pasar".

Por lo pronto, en Gran Bretaña se espera la renuncia de importantes ministros, quienes se replegarán al Parlamento y con su voto intentarán frenar cualquier movimiento hacia un Brexit sin acuerdo.

Los encuestadores pronostican que Johnson, excanciller, obtendrá el apoyo del 53% de los 160.000 militantes tories que votaron en la consulta para designar al nuevo primer ministro. Su rival, Jeremy Hunt, reunirá solo 29%, y el 18% restante está aún indeciso o votará en blanco.

Con su clásico estilo fanfarrón, Johnson utilizó fake news (noticias falsas) para sostener sus ataques contra la UE en su campaña, habló de recuperar la mística de Gran Bretaña y realizó una promesa: "Gran Bretaña abandonará la UE el 31 de octubre pase lo que pase".

Pero esa promesa será difícil de cumplir. El nuevo líder encabeza un gobierno sin mayoría parlamentaria en un país profundamente dividido que se enfrenta a una UE desconfiada.

El nuevo líder podría enfrentar un desafío incluso antes de tener la oportunidad de asumir el cargo. El opositor Partido Laborista está considerando emitir un voto de no confianza al gobierno conservador el jueves. Solo se necesitaría un puñado de rebeldes conservadores para derrotar al gobierno y provocar una elección anticipada, a menos que se anule la votación dentro de los 14 días.

La buena noticia para el primer ministro es que el Parlamento debe comenzar sus vacaciones de verano de seis semanas el viernes y el laborismo probablemente decida esperar antes de actuar.

A esto se suma la resistencia dentro del propio Partido Conservador de Boris. El ministro de Economía, Philip Hammond, y el ministro de Justicia, David Gauke, ya anunciaron que renunciarán el próximo miércoles porque se oponen a un no deal. Se espera que otros ministros de menor rango, como el secretario de Desarrollo Internacional, Rory Stewart, también partan.

La resistencia de los conservadores al no deal es grande. Johnson incluso sufrió su primera derrota parlamentaria antes de poner un pie en Downing Street, cuando la Cámara de los Comunes bloqueó su plan de colocar al Parlamento en receso para facilitar un Brexit duro el 31 de octubre próximo si no hay acuerdo con la UE.

Además de enfrentarse a su partido, Boris tendría que lidiar con la UE. El bloque desconfía de Johnson, quien comenzó su carrera como periodista afincado en Bruselas y publicaba historias exageradas sobre la burocracia de la UE para un diario británico.

El excanciller dijo que comenzaría de inmediato las negociaciones para cambiar el acuerdo del Brexit, que se firmó en mayo, y que ha sido rechazado tres veces por el Parlamento británico. Pero el estado de ánimo en Europa es pesimista. "Si vienen y nos piden que renegociemos el acuerdo para el Brexit, diremos: 'Gracias, no, gracias'", dijo un diplomático de la UE involucrado en las negociaciones.

Además, tal es la preocupación por el posible impacto en la economía de la UE, de 18,7 billones de dólares anuales, que las capitales europeas están aumentando la presión sobre Irlanda para acelerar los preparativos para una salida sin acuerdo, que podría sacudir los mercados financieros y estorbar el comercio.

Mientras negocia con la UE, Gran Bretaña planificará una salida sin acuerdo. Johnson afirma que si Gran Bretaña se prepara bien, un Brexit sin acuerdo será "muy barato". Pero un informe de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) advirtió que podría sumergir a Gran Bretaña en una prolongada recesión.

Agencias AP, Reuters y AFP