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Bolivia reporta sus peores datos de la COVID-19 acumulando récords diarios

La Paz, 3 jul (EFE).- Bolivia reporta sus peores datos de la COVID-19 desde que apareció la enfermedad en el país, con otro récord diario de contagios, 1.301, y unas cifras altas de fallecidos en relación a su población, 70, según el último reporte del Ministerio de Salud.

Los casos confirmados en una jornada son el peor dato desde que se registraron los primeros contagios en el país el pasado 10 de marzo, importados de Europa.

Estos casos elevan a 35.528 los positivos confirmados, aunque se teme que la tendencia siga ascendente mientras van llegando pruebas que se acumulan en laboratorios por falta de recursos personales y materiales.

El número de fallecidos también muestra cifras elevadas para el país, con 70 decesos en el último reporte, cerca del récord diario de 78 del pasado miércoles, cuando hasta entonces se reportaran cifras casi siempre por debajo del medio centenar.

La mayoría de los fallecidos corresponden a las regiones de Santa Cruz y Cochabamba, dos de las más pobladas del país y en esta última con serios problemas para incinerar y enterrar a muertos por coronavirus, que están generando protestas sociales al tener que esperar por días los familiares con los féretros en sus casas ante el malestar de vecinos temerosos del contagio.

El Ministerio de Salud reporta 1.271 fallecidos desde marzo, pero igualmente se teme que el dato siga en aumento a medida que aumenten las pruebas.

Bolivia figura entre los diez países del mundo con mayor mortalidad en relación a su población en estudios como los que elabora la universidad estadounidense Johns Hopkins.

El censo del país muestra unos once millones y medio de bolivianos, aunque datos de Naciones Unidas revelan que cerca de 878.000 residen en el exterior.

Según esta universidad, Bolivia está en el noveno puesto en fallecidos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes, con un porcentaje del 11,2 por ciento, y en el décimo en decesos respecto a casos positivos, con el 3,6 por ciento, lo que sitúa al país entre los más afectados porcentualmente en América Latina.

Bolivia tiene declarado estado de emergencia sanitaria desde finales de marzo, con una cuarentena que ha ido por fases y actualmente se puede endurecer o reforzar por regiones y municipios en función de un mapa de riesgo de la enfermedad, que el Gobierno interino del país estima que llegará a su pico a comienzos de septiembre.

Algunas de las principales ciudades, como Santa Cruz, mantienen una cuarentena rígida sin apenas haber flexibilizado restricciones como las que limitan el salir de casa y el circular con vehículos, mientras que otras que las habían rebajado las han vuelto a endurecer, como La Paz y Cochabamba.

Estas y otras ciudades reportan casos de centros sanitarios colapsados y algunas muertes a las puertas de hospitales y en las calles, además de enfermos que peregrinan por centros de salud hasta encontrar atención.

(c) Agencia EFE