Bluebell y Beth, las nuevas mascotas reales que vivirán en Buckingham

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 19 (EL UNIVERSAL).- Los dos Jack Russell terriers, llamados "Bluebell" y "Beth", son los caninos que pronto se mudarán a la residencia real de Buckingham junto a sus dueños, el rey Carlos III y la reina consorte Camila. Ambos cachorros fueron rescatados en 2017 por Battersea Dogs & Cats Home, centro de rescate de animales para perros y gatos, de donde es patrona Camila de Cornualles.

Mientras que "Bluebell" y "Beth" continúan ascendiendo en el mundo de la realeza y se alistan para vivir en el Palacio, los dos corgis galeses de Pembroke, fieles compañeros de la fallecida Isabel II, "Sandy" y "Muick", vivirán en el Royal Lodge con el príncipe Andrés y Sarah Ferguson, duquesa de York.

El gusto de Isabel II por los Corgis

A lo largo de su reinado, Isabel II fue fotografiada con más de treinta corgis galés que la acompañaron durante su vida real. Su gusto por esta raza nació en 1933 con "Dookie", el primer cachorro que el rey Jorge VI incluyó en la familia para sus dos pequeñas hijas. Pero no fue hasta 1994, en su cumpleaños número 18, que Isabel II tuvo su propia corgi llamada "Susan", quien murió en 1959.

Fueron muchos los descendientes que le dejó "Susan" a la Reina, pero sólo uno de ellos tuvo la fortuna de aparecer junto a su dueña a nivel mundial, estamos hablando de "Willow", quien al igual que Daniel Craig (James Bond) y el famoso oso paddington, participaron con la monarca en el sketch para la apertura de los Juegos Olímpicos de 2012.

Tristemente con la muerte de "Willow", en 2018, la descendencia de "Susan" terminó e Isabel II decidió no criar más cachorros para no dejarlos huérfanos cuando ella faltara. Más tarde, con la hospitalización de su esposo el príncipe Felipe, su hijo Andrés le regaló a su madre dos nuevos corgis, "Muick" y "Fergus", lamentablemente, "Fergus" murió cinco meses después.

Una vez más, durante el cumpleaños número 95 de la reina, el príncipe Andres y sus hijas decidieron regalarle una nueva corgi llamada "Sandy", que junto a "Muick" acompañaron a Isabel II hasta su último día. Sin duda, el amor que la monarca sentía por esta raza quedó marcado en la historia, incluso, solía atribuírsele la creación de la raza dorgi, pues se decía había surgido gracias a que una de sus corgi se habría cruzado con un dachshund propiedad de su hermana Margarita. Los corgi de la monarca tenían a su disposición paseadores, entrenadores y otros profesionales que cuidaban su alimentación y un espacio propio para que pudieran descansar.

Los nuevos caninos reales

Todo parece indicar que el gusto por los animales viene de familia, ya que "Bluebell" y "Beth", serán los encargados de mantener el espíritu canino dentro del palacio de Buckingham, pero ¿cómo llegaron estos seres de cuatro patas a la vida de la reina consorte? De acuerdo con "Tatler", "Beth" apareció inesperadamente una vez que Camila fue a Battersea y aunque su intención siempre fue conseguirle compañía, fue hasta dos o tres semanas después que "Bluebell" se puso en su camino, la cachorra estaba abandonada y casi muerta, pero gracias a los cuidados que le dieron pudo regresar a la vida.

El amor que la reina consorte Camila tiene por sus dos Jack Russell terriers los llevó a aparecer en la portada de la revista "Country Life", en donde posaron usando las joyas de sus dueños en la residencia privada Raymill House, en Wiltshire. Y aunque se cree que el gusto por los cachorros sólo viene de la reina Camila, no es así, ya que en 2020 la pareja decidió incluirlos en los retratos de su 15° aniversario de bodas.

El rey Carlos III, al igual que su madre, también tuvo en su juventud dos fieles compañeros caninos llamados "Pooh" y "Tigga", tristemente, "Pooh" desapareció un día paseando por lo finca de Balmoral y nunca lo volvieron a ver, mientras que "Tigga" tuvo la suerte de acompañar al Rey durante 18 años.