El "monstruo" verde que devora los bosques de Norteamérica

Es una invasión en toda la línea, procedente de Asia y con devastadores efectos potenciales en Estados Unidos. Sus hordas se han detectado ya en 22 estados y aunque se han hecho esfuerzos por controlar su expansión hasta el momento la amenaza permanece y se expande. No se trata, desde luego, de zombies o robots hostiles, pero sí es una peste y sus verdes huestes devoran bosques a su paso.

Se trata del insecto conocido como ‘emerald ash borer, una variedad de escarabajo de color verde metálico, de una media pulgada de largo, que infesta los fresnos y puede causar severa destrucción en los bosques de esa especie, además de daños económicos. El insecto devora las partes bajo la corteza de los fresnos y puede destruir amplias porciones de tronco y ramas, incluso causando la muerte del árbol.

Su expansión se considera ya la peor plaga forestal en la historia de Estados Unidos, aunque la forma como llegó a Norteamérica desde sus áreas nativas en Asia (el este de Rusia, el norte de China, Japón y Corea) es un misterio. Se detectó primero en algunos condados de Michigan y desde entonces se ha expandido hasta abarcar prácticamente todo el noreste y el medio oeste estadounidenses, además de amplias zonas de Canadá.

Aunque comenzó a detectarse en Estados Unidos en 2002, recientemente el insecto ha tenido fuertes progresos. Por ejemplo, según la televisora WCVB en Massachusetts el escarabajo se detectó por primera vez apenas hace 18 meses, pero en tiempos recientes se ha expandido a una velocidad superior a lo esperado. Según el periódico ‘Chicago Tribune’, tan solo en una pequeña ciudad de Illinois las autoridades han tenido que gastar cientos de miles de dólares para retirar árboles infestados y tratar de prevenir el avance del escarabajo.

En Iowa, un estado alejado del área original de la infestación, ya se han detectado ejemplares del escarabajo. Por otro lado, expertos en Michigan y New Hampshire indicaron que si bien los fuertes y prolongados fríos en este invierno habrían eliminado cierta cantidad del insecto, esto no habría sido lo suficiente como para realmente frenar la plaga, pues el insecto al parecer tiene suficiente resistencia al frío. Se han buscado alternativas biológicas, pero aún hay mucho por hacer.

No es una de las plagas bíblicas de langosta pero su amenaza es considerable. Por ello, en muchos estados se han impuesto restricciones al transporte de madera para leña a fin de frenar la propagación del insecto.  Pero por el momento no existe manera de parar la invasión.