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Perdió su empleo de 30 años por reponer 5.50 dólares, pero se ganó el corazón de muchos

Vladislav 'Sam' Samsonov, en la caseta de peaje en la que laboró casi por tres décadas. (Facebook/Diana Samsonov)
Vladislav 'Sam' Samsonov, en la caseta de peaje en la que laboró casi por tres décadas. (Facebook/Diana Samsonov)

Que pagar apenas 5.50 dólares le cueste a uno el empleo en el que se ha desempeñado por décadas puede resultar desmesurado, incluso quizá injusto. Pero eso es lo que le sucedió a Vladislvav ‘Sam’ Samsonov, de 77 años y quien por casi tres décadas había laborado como cajero en una caseta de peaje de automóviles en Florida.

El problema comenzó cuando ‘Sam’, quien trabajaba en Gasparilla Island Bridge, un largo puente carretero que conecta la localidad insular de Boca Grande con el este de la península de Florida, se percató de que por error le cobró la tarifa equivocada a un conductor y puso la diferencia de su bolsillo, de acuerdo al relato del periódico USA Today. ‘Sam’ fue captado en video cuando colocaba 5.50 dólares de su propio bolsillo en la caja registradora para compensar la tarifa omitida, lo que es contrario a las reglas operativas del lugar.

Y como no se trataba de la primera vez que él hacía eso –de acuerdo a People, ‘Sam’ admitió haberlo hecho ocasionalmente para ayudar a conductores que no traían consigo suficiente dinero para pagar la tarifa, los superiores de Sam le redujeron sus días de trabajo de cinco a dos. Él se negó a aceptar este cambio y por ello se quedó sin empleo.

"No se cometió ningún crimen, yo sólo ayudé a alguien", comentó ‘Sam’ al respecto a la televisora NBC2.

Todo habría sido una situación sin mayor relevancia pública si no fuera porque ‘Sam’ era al parecer muy conocido y apreciado entre los habitantes del área, que hacen uso continuo del puente entre Boca Grande y la península de Florida. Según The Huffington Post, ‘Sam’ frecuentemente regalaba caramelos a los niños y bocadillos a las mascotas que pasaban frente a él.

Ahora, según se indica en un post de Facebook escrito por quien sería la hija de ‘Sam’, que el hombre simplemente no pudo entender cómo sus empleadores podrían confiar en él para trabajar dos días a la semana si no lo hacían por cinco y se dice que, al final, lo que más echará de menos no es el empleo sino ver cada día a toda la gente que pasaba por su caseta de cobro. Con todo, se indica en ese mensaje, ‘Sam’ –quien además sirvió en las fuerzas armadas por 26 años– buscará un hospital local en el que pueda hacer trabajo voluntario algunos días a la semana para mantenerse activo.

El aprecio de la comunidad hacia ‘Sam’ se comprueba en una nota del editor del periódico local Boca Beacon: en ese texto se le reconoce al hombre su buen corazón y se le agradecen sus casi 30 años de servicio en su caseta de cobro. "Nunca te olvidaremos, ‘Sam’”, se señala en ese editorial.

Es sin duda singular que la noticia del despido de un hombre por una diferencia de 5.50 dólares se haya vuelto viral en Internet y suscitado notable interés mucho más allá de la localidad de Boca Grande.

Pero es de pequeñas grandes cosas que está construido el mundo.