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Los ‘drones’ también son arqueólogos

Los aviones no tripulados controlados de modo remoto, a los que generalmente se les conoce como ‘drones’, tienen un aura un tanto ominosa. Se les ha usado intensamente como artefactos de guerra y han realizado misiones clave para eliminar objetivos, sobre todo en el caso de la lucha antiterrorista. También han tenido uso en la vigilancia fronteriza y desataron polémica cuando se especuló que podrían ser utilizados para eliminar a personas dentro del propio territorio estadounidense si éstas están implicadas en actos o planes terroristas.

Pero los ‘drones’ tienen otras funciones más nobles y creativas. Son usadas, por ejemplo, en la agricultura y, recientemente, han contribuido de modo singular a la arqueología en Estados Unidos.

'Drones’ especiales  provistos de cámaras sensibles al calor y a la luz infrarroja han permitido descubrir bajo capas de sedimentos restos de estructuras ceremoniales y otros elementos en las zonas áridas de Nuevo México. Los ‘drones’ permiten realizar esa clase de investigación de modo más fácil y barato que antes, pues ya no se requiere contar con satélites o aeronaves mayores para practicar las exploraciones, como era el caso hasta hace poco.

No se trata desde luego de los sofisticados aviones no tripulados que realizan misiones militares ultrasecretas, sino modelos pequeños que pueden costar algunos miles de dólares y solo pueden volar durante pocos minutos pero que son capaces una amplia gama de misiones de exploración y reconocimiento.

Según la Journal of Archaeological Science’, ‘drones’ con cámaras especiales fueron probados en un área actualmente desolada de Nuevo México donde hace unos mil años floreció la cultura Pueblo, no demasiado lejos del sitio arqueológico de Chaco. Investigadores de las universidades de Arkansas y Florida lograron, así, identificar allí con ayuda de ‘drones’ estructuras enterradas en un sitio arqueológico denominado Blue J, en Nuevo México, y con ello pudieron realizar planes para futuras excavaciones.

El solo hecho de haber hallado esos restos aún enterrados ayudó a confirmar la importancia del sitio en términos arqueológicos, algo que habría sido mucho más complicado e incierto de lograr únicamente con las técnicas y los recursos de excavación tradicionales. Y si bien los actuales ‘drones’ usados en arqueología tienen capacidades limitadas, las posibilidades son muy atractivas para muchos profesionales de esa disciplina.

Estos hechos han puesto a arqueólogos a imaginar nuevas aplicaciones de los ‘drones’, por ejemplo en búsquedas arqueológicas en otras zonas de Estados Unidos e incluso en Egipto, que guarda bajo sus arenas incontables tesoros culturales aún por descubrir.