Las emotivas y reveladoras confesiones de niños de tercer grado a su maestra

Hay confesiones que enternecen, y hasta tienen un toque dramático, en función de quién es la persona que las realiza. Pero cuando las revelaciones parten de niños de tercer grado, por lo general de entre 8 y 9 años de edad, sus mensajes sorprenden y son una ventana, a la vez, tanto a sus pensamientos inocentes como a los problemas reales que enfrentan cada día.

Uno de los mensajes de los alumnos de tercer grado de la profesora Schwartz, en Colorado. (ABC)
Uno de los mensajes de los alumnos de tercer grado de la profesora Schwartz, en Colorado. (ABC)

La televisora ABC presentó los mensajes que los alumnos de la profesora Kyle Schwartz, de la escuela primaria Doull en Denver, Colorado, le hicieron llegar. La mayoría de esos estudiantes son de hogares de bajos recursos (el 99%, indica la televisora, califican para recibir almuerzos gratuitos o a precio reducido) y cuando la profesora les pidió que le hicieran saber algo que ellos, desde su propia perspectiva, les gustaría que ella supiera poder entenderlos mejor, las respuestas fueron sorprendentes, a veces emotivas y con una profundidad singular.

El leitmotiv era decirle qué era lo que ellos querían que su maestra supiera ("I wish my teacher knew…"), el elemento inicial de cada frase. Las respuestas fueron breves, pero hondos y candorosos mensajes escritos a mano y en inglés por los niños.

Algunos hablan poderosamente de las necesidades de afecto de los pequeños. Uno explica, con algunos errores ortográficos que añaden a su emotividad: "Deseo que mi maestra sepa que no tengo amigos para jugar conmigo". Otros revelan entre líneas problemas económicos o situaciones familiares: "Deseo que mi maestra sepa que no tengo lápices en casa para hacer mi tarea" y "Deseo que mi maestra sepa que a veces mi registro de lectura no está firmado porque mi mamá no está aquí muchas veces".

En otro de los mensajes, un niño de 9 años revela su tristeza por la deportación de su padre. (ABC News)
En otro de los mensajes, un niño de 9 años revela su tristeza por la deportación de su padre. (ABC News)

Otros tienen un punzante vínculo contemporáneo y vital, cargados de una tristeza desgarradora: "Deseo que mi maestra sepa lo mucho que extraño a mi papá porque fue deportado a México cuando yo tenía 3 años y no lo he visto en 6 años".

Y otros, con perspectiva y optimismo, ven hacia el futuro: "Deseo que mi maestra sepa que quiero ir a la universidad".

De acuerdo a ABC, la profesora comenzó este ejercicio de escritura para ganarse la confianza de sus alumnos, y aunque les pidió que si lo querían podían revelar sus confesiones y deseos anónimamente, muchos no dudaron en poner su nombre para que tanto ella como sus compañeros supieran lo que cada uno desea y enfrenta. Una transparencia loable que revela que educar es no sólo transmitir conocimientos, también es ayudar al desarrollo completo de una persona.

Y para compartirla a escala mayor, la profesora Schwartz mostró públicamente los deseos de sus alumnos, y los mensajes con el hashtag #IWishMyTeacherKnew se volvieron virales en redes sociales.

Ahora no solo la maestra Schwartz sino, también, todo el mundo pudo echar un vistazo a los corazones de sus pequeños y lúcidos alumnos.