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La maravillosa transformación de un indigente gracias a la música de piano

Hay quienes dan en el clavo y quienes pulsan la tecla correcta en el momento justo. Y eso es lo que ha sucedido en la ciudad de Sarasota, Florida, con un singular proyecto que, entre otros logros, ha permitido a un hombre abandonado florecer y comenzar a rehacer su vida.

Se trata, casi literalmente, de una melodía de resurrección.

Donald Gould, al piano en una calle de Sarasota, Florida. (YouTube)
Donald Gould, al piano en una calle de Sarasota, Florida. (YouTube)

De acuerdo al relato de la televisora WWSB, en el centro de Sarasota la organización no lucrativa Sarasota Keys colocó pianos en las calles para promover la música y las expresiones culturales públicas. Cualquier persona puede colocarse ante uno de esos instrumentos y tocarlo.

Entonces, sucedió algo singular. Un desamparado de nombre Donald Gould, pero conocido en el lugar como ‘Boone’, se sentó y comenzó a ejecutar una melodía con tal destreza que llenó el aire de la zona y causó gran interés entre los transeúntes. Su aspecto desaliñado y de grandes barbas contrastó de inmediato a los ojos de los presentes con la vivacidad de su música.

Los videos de Gould tocando fueron entonces captados por la gente y se volvieron virales en Internet. Tan solo uno de ellos, colocado en YouTube, ha sido ya visto más de 8.5 millones de veces en menos de dos semanas. Otro similar, en Facebook

, tiene ya 5.4 millones de reproducciones.El repertorio callejero de ‘Boone’ en los pianos de Sarasota Keys quizá podría considerarse no muy extenso y tampoco es que se haya mostrado extremadamente virtuoso, pero sí ha enseñado su talento y causado sensación. Todo esto le ha dado una nueva oportunidad en la vida. Según la WWSB, él ofrece en esos pianos en la calle sus interpretaciones de ‘Come Sail Away’ de Styx, una tocata de Bach y desde luego el ‘Piano Man’ de Billy Joel.

Su súbita fama permitió que su historia saliera de las tinieblas y comenzara a tomar un nuevo curso promisorio. Gould, de 51 años, aprendió el clarinete desde niño, se enroló en los marines y tocó en la banda de su agrupamiento, para luego estudiar educación y teoría musical en la universidad Spring Arbor, en Michigan. En su momento se casó y tuvo un hijo, pero luego la desgracia lo golpeó severamente. Su esposa falleció en 1998 y él se sumió en adicciones, al grado de perder la custodia y potestad de su hijo cuando éste tenía apenas 3 años, narra la WWSB.

Pero, de acuerdo al The Washington Post, su súbita fama tras sus conciertos en las calles de Sarasota ha cambiado su circunstancia: se ha cortado el pelo y afeitado, se ha alojado en una vivienda temporal para salir de la calle y una campaña en el portal Gofundme ha recaudado en apenas 7 días casi 39,000 dólares en apoyo de ‘Boone’. Además, se le ha ofrecido una beca para terminar sus estudios de música que quedaron truncados a poco de terminarlos hace varias décadas.

Y lo mejor es que también ha podido dar un primer paso para recuperar a su familia. La televisora WOOD  de Michigan narra cómo la familia adoptiva del hijo de Gould los contactó cuando vio el video viral de ‘Boone’ y se dieron a la tarea de reunir a padre e hijo, separados durante 15 años. El joven, que no recuerda al padre al que no ve desde que era pequeño, se ha graduado ya de secundaria y prácticamente supo de ‘Boone’ al ver la grabación.

Así, en coordinación con las televisoras WFLA y WOOD, padre e hijo se vieron a través de una videoconferencia. ‘Boone’ había dicho que esa era su mayor aspiración. Aunque en la distancia, entre Florida y Michigan, padre e hijo se vieron, hablaron y pudieron comenzar a retomar una historia que se perdió en el camino hace años, pero que un piano en la calle, con la magia de la música, permitió que floreciera de nuevo.

‘Boone’ aún tiene mucho camino por delante, su rehabilitación está apenas en el inicio, pero la posibilidad de terminar su carrera y, quizá, de mudarse en el futuro cerca de su hijo son posibilidades luminosas para quien era hasta hace pocos días un indigente con pocas esperanzas y posibilidades.

La música, en buena medida, lo ha salvado.