Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

La antigua canoa que fascinó a Minnesota

Es como la historia del ‘Patito feo’, solo que en el ámbito menos volátil de las piezas de museo. La protagonista era hasta hace poco una habitante un tanto despreciada, incomprendida, poco considerada. Pero nuevas revelaciones han puesto en claro que se trata de algo único y de un valor histórico singular.

Todo se centra en una pequeña canoa de madera.

Según el relato de la agencia Reuters, un pequeño museo en Minnesota tenía entre sus piezas consideradas de importancia secundaria a una canoa hecha de un solo tronco de madera ahuecado, que por casi 50 años fue identificada como un ejemplar fabricado en el siglo XVIII. Nada muy emocionante en términos arqueológicos. Por ello, el pedazo de madera no figuraba dentro de lo mejor de las colecciones de un pequeño museo –el Pioneer Museum- en la localidad de Long Lake, Minnesota, una entidad dedicada, sobre todo, a preservar la memoria de las comunidades de origen europeo que poblaron el lugar durante el siglo XIX y principios del XX.

Pero investigaciones recientes han demostrado que el objeto había sido menospreciado de modo monumental. La canoa, según pruebas de radiocarbono, tiene en realidad unos 1,000 años de antigüedad y es una pieza central para entender las prácticas de navegación que los antiguos pueblos americanos realizaban en los lagos de Minnesota muchos siglos antes de la llegada de los primeros europeos.

De repente, la olvidada pieza se transformó en centro de atracción general, como si la chica tímida súbitamente se convirtiera en la diva de la fiesta. Según Reuters, la canoa habría sido elaborada tan temprano como el año 1025 y sería el más significativo hallazgo de su tipo en todo Minnesota.

Según el sitio web del Pioneer Museum, la canoa será colocada ahora en una exhibición mucho más llamativa, un sitio del que se le negó desde 1934, cuando fue sacada del fondo de un lago en un suburbio de Minneápolis durante la construcción de un atracadero en la casa de la familia Gunnarson. Durante décadas pasó por varios museos que le dieron poca importancia hasta que 80 años después se convirtió en el nuevo orgullo del Pioneer Museum.