Una joven desaparecida hace una década reaparece con su padrastro

Una foto de la entonces niña Mary Nunes, antes de desaparecer con su madre y padrastro en 2004. (US Marshals)
Una foto de la entonces niña Mary Nunes, antes de desaparecer con su madre y padrastro en 2004. (US Marshals)

Una historia de desencuentro, fuga de la justicia, desaparición y reencuentro al parecer ha tenido un final peculiar, que si bien no puede considerarse en sí mismo feliz, porque tiene un fuerte sabor amargo, sí tiene un componente de justicia y de posibilidad de reencuentro familiar.

Hace más de 10 años, la entonces niña Mary Nunes desapareció de New Hampshire, donde vivía. Tenía 8 años y, según el relato del periódico local Union Leader, su madre Genevieve Kelley y el esposo de ella (padrastro de la niña), Scott Kelley, la sacaron del país sin tener la custodia legal de la menor, por lo que incurrieron en un delito de secuestro. La madre  estaba entonces en un proceso legal para obtener la custodia de la niña en contra del padre de la menor, Mark Nunes, y el pleito al parecer había alcanzado niveles candentes.

En un momento de ese litigio, el padre de Mary fue acusado por Genevieve de haber abusado sexualmente de su propia hija, alegaciones formuladas, es de suponer, para inclinar la balanza en la disputa legal por la custodia de la niña. Pero las autoridades investigaron y descartaron que hubiese existido ese abuso. Entonces, Genevieve, Scott y la niña Mary desaparecieron de New Hampshire sin dejar rastro. Por años ni siquiera se supo si la menor seguía con vida.

Su paradero permaneció en el misterio por una década y sobre ambos adultos pesaron cargos de secuestro, por haberse llevado a una menor de la que no tenían custodia legal. Algunos dirían que todo hijo debe permanecer al lado de su madre, pero en este caso las circunstancias legales les eran adversas. Sea como sea, los Kelley se llevaron a la niña al extranjero casi sin dejar rastro.

Pero las cosas cambiaron y llegó el momento de dar la cara.

De acuerdo al Union Leader la familia había estado viviendo en Centroamérica y allá, en su exilio, Genevieve y Scott tuvieron un hijo. Pero en 2014 la madre tomó la decisión de poner fin a su huida y volver a Estados Unidos con su niño, que necesitaba un tratamiento médico que, es de suponer, no podía obtener en otro lugar.

A su retorno a New Hampshire a finales de 2014, Genevieve tuvo que enfrentar a la justicia, fue arrestada y aceptó someterse ante una corte por los cargos de secuestro de un menor del que no se tiene custodia y evasión de la justicia. Logró salir bajo fianza –situada en la muy fuerte suma de 250,000 dólares- y está a la espera de juicio, previsto para comenzar el 8 de mayo. Pero en todos los meses desde su regreso, ella no reveló dónde estaba su hija Mary y su esposo Scott.

Apenas hace unos días el escenario volvió a cambiar.

Según el periódico Atlanta Journal Constitution, al aeropuerto de Atlanta llegaron, procedentes al parecer de Costa Rica, Scott Kelley y Mary Nunes, hoy de 19 años de edad. Con ellos iba su abogado Alan Rosenfeld. Todos se habían presentado poco antes en la Embajada de Estados Unidos en el país centroamericano para solicitar pasaportes para volver al país, y las autoridades diplomáticas alertaron a la policía de Atlanta de que los dos se dirigían hacia allá.

Scott Kelley, acusado de secuestrar a su hijastra, de la que no tenía la custodia. (US Marshals)
Scott Kelley, acusado de secuestrar a su hijastra, de la que no tenía la custodia. (US Marshals)

Al llegar al aeropuerto, oficiales arrestaron a Kelley y lo llevaron a la cárcel, y a Mary le dieron la opción de decidir qué hacer, al tener ya 19 años y no estar acusada de nada (en realidad, ella es legalmente la víctima en todo el asunto). El Union Leader indica que ella eligió quedarse por el momento con Rosenfeld y estaría hospedada en un lugar no identificado de Colorado. Mary no se ha reunido con su padre Mark, y al parecer su madre Genevieve estaría impedida legalmente de reunirse con ella.

No está claro por qué Scott y Mary decidieron volver. De acuerdo al portal de People, Scott habría considerado que ya era hora de regresar, de tratar de reunirse con su esposa e hijo, es de suponer y de tratar de comenzar de nuevo.

Pero de acuerdo al Union Leader, Kelley no esperaba ser arrestado tan pronto puso pie en Estados Unidos, pues de acuerdo a un investigador privado vinculado al caso al hombre se le había dicho en la Embajada que podía regresar al país libre de cargos y por eso decidió volver. Fue engañado o malinformado, y su sonada fuga de más de una década terminó en prisión.

Pero no todos están de acuerdo en que los Kelley sean culpables de lo que se les acusa. Y según la televisora WMUR, la propia Mary tendría previsto declarar a favor de su madre en el juicio que Genevieve enfrentará en mayo. Su abogado indica que ella como Scott actuaron únicamente para proteger a la niña.

Genevieve Kelley (con las flores) tras ser liberada bajo fianza. Enfrenta juicio por cargos de secuestrar a su hija. (Facebook/Friends of Genevieve Kelley) 
Genevieve Kelley (con las flores) tras ser liberada bajo fianza. Enfrenta juicio por cargos de secuestrar a su hija. (Facebook/Friends of Genevieve Kelley) 

A esta defensa se suman amigos de los Kelley, según narra la cadena CNN, que afirman que su huida con la niña fue justo lo que cualquier padre haría para proteger a un hijo, si bien esa televisora cita también otras fuentes que señalan que las supuestas pruebas que los Kelley mostraron para tratar de probar la amenaza que Mark Nunes implicaba para su hija no estaban realmente fundamentadas.

En un comunicado, Mark Nunes, padre de Mary, dijo que "amamos a Mary y estamos jubilosos de que ella esté viva y de vuelta a Estados Unidos". Pero dado que la joven no tuvo una educación completa por estar huyendo de país en país (habría, al menos, pasado por Guatemala, Honduras y Costa Rica) y al no saberse el estado emocional en el que actualmente se encuentra, persiste la preocupación por ella entre sus familiares.

Así, el retorno no puede realmente considerarse un final feliz, al menos no del modo usual del tema. Su madre y padrastro enfrentarán el peso de la ley y posiblemente pasen un largo tiempo en prisión de ser hallados culpables.

Y a sus 19 años, tocará a Mary decidir por sí misma hacia dónde dirigir su vida, y con qué personas quiere mantener una relación, luego de más de una década de huida e incertidumbre. El capítulo final de esta saga aún está por definirse.