Grupos de odio en alerta tras asesinato de periodistas en Virginia

El terrible asesinato de los jóvenes periodistas Alison Parker y Adam Ward en Virginia, cometido y capturado en vivo mientras realizaban una cobertura para la televisora WDBJ, en la que ambos trabajaban, conmocionó a la sociedad por lo cruento de los crímenes, por haber sido transmitidos en el momento mismo que sucedían y, luego, por las revelaciones y acciones del asesino, quien había sido, por lo que se ha revelado, un colega de trabajo de las víctimas.

Pero han sido comentarios del asesino, Vester Flanagan, lo que ha desatado las alarmas entre ciertos grupos con antecedentes ominosos y notorios. En un ‘manifiesto’ que Flanagan envió por fax a la televisora ABC, un documento de 23 páginas, afirmó que cometió el asesinato de Parker y Ward como reacción a la matanza perpetrada en una iglesia afroamericana en Charleston. Ese otro atroz crimen fue cometido por el joven Dylann Roof, que presuntamente profesaba la ideología del supremacismo blanco y habría cometido la masacre para desatar una ‘guerra racial’. Flanagan es afroamericano y sus víctimas, los periodistas Parker y Ward eran blancos.

Grupos neoconfederados y supremacistas blancos se dicen en alerta. (Wochit)
Grupos neoconfederados y supremacistas blancos se dicen en alerta. (Wochit)

Así, de acuerdo al portal Vocativ, organizaciones consideradas grupos de odio –de línea neoconfederada, supremacista blanca y nacionalista blanca– han comenzado a alertar a sus integrantes y seguidores sobre la inminencia de esa supuesta ‘guerra racial’ y se han puesto en ‘estado de emergencia’ para defenderse en caso de ataque, lo que dadas sus características implica una suerte de llamado a las armas.

Por ejemplo, el grupo neoconfederado de Alabama League of the South, que según el análisis de la organización Southern Poverty Law Center (SPLC) propone una nueva secesión de los estados sureños dentro de una sociedad dominada por personas ‘anglo-celtas’, dijo a sus militantes que se sitúen en ‘alerta naranja’ ante un inminente riesgo de ataque. Otros grupos, entre ellos Council of Conservative Citizens, de Missouri, que según el SPLC es una organización supremacista blanca, heredera de grupos que combatieron la desegregación, y Northwest Front, del estado de Washington y de línea nacionalista blanca, emitieron una alerta similar en sus redes sociales.

Todos esos grupos, al parecer, estarían suponiendo que la acción de Flanagan no fue un acto aislado de un hombre con rencores, problemas, enfermedades o distorsiones (algo que aún está por dilucidarse, si es que se logra dado que Flanagan está muerto) sino parte de un ataque mayor, de una guerra racial organizada que va más allá de los desequilibrios, elocubraciones o manifiestos de un individuo. Y el propio Flanagan, presumiblemente, habría también estado imbuido en cierto modo de ello, como el reverso de una moneda.

Las tensiones raciales existen en el país, y son intensas. Con todo, comenzar a actuar en la suposición de una guerra declarada, con fuerzas de uno y otro bando dispuestas para salir a combatir al contrario, resulta desproporcionado y genera sus propios riesgos de exasperación, desesperación o amenaza.