Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

El peligro de abrir la puerta a la discriminación por motivos religiosos

Centenares de personas protestaron en Indiana contra la ley de libertad religiosa que, a su juicio, propicia la discriminación. (AP)
Centenares de personas protestaron en Indiana contra la ley de libertad religiosa que, a su juicio, propicia la discriminación. (AP)

La ley de libertad religiosa que fue recientemente promulgada en Indiana ha desatado inquietud y confrontación en todo Estados Unidos. La razón es que, al defender el derecho de las personas a creer en su fe particular y vivir con base en sus preceptos, se ha abierto la puerta para que con fundamento o pretexto religioso unas personas puedan vulnerar los derechos de otras y queden exentas de ser sancionadas por la ley.

En específico, en el caso de Indiana y de otros estados se ha criticado que la ley puede ser usada para discriminar en contra de personas LGBTQ, por ejemplo cuando en una disputa entre una entidad gubernamental y un particular la persona siente que las decisiones oficiales en su caso vulneran su libertad religiosa o, en otro caso, cuando un particular decide no interactuar o establecer relaciones de negocio con otra con base en un precepto o creencia religiosa.

El problema es cuando ese concepto de libertad religiosa, que resulta válido dentro de su contexto sustantivo, se estira de modo que llega a sobreponerse a otros derechos y valores igualmente válidos y cuando el efecto del ejercicio de esa libertad religiosa discrimina o afecta a otra persona sólo por ser diferente.

En un reciente artículo publicado por Tim Cook, el CEO de Apple, en The Washington Post se advierte que la proliferación de esa clase de iniciativas de ley, que en la práctica serían normas pro discriminación, es un fenómeno peligroso para el país. Cook dice que esas iniciativas y leyes racionalizan la injusticia bajo la pretensión de defender la libertad religiosa. Y si bien en su artículo aprovecha para exaltar la actitud tolerante de Apple, ciertamente pone el dedo en la llaga al afirmar que el foco en este asunto no es la religión, ni siquiera la política: es que es inaceptable que se legitimice la discriminación y, por ende, la segregación del diferente. Aceptarlo sería, siguiendo el argumento de Cook, regresar a épocas que pudieron ser superadas gracias a la lucha y el sufrimiento de generaciones enteras de estadounidenses.

Pero cabe señalar que no todas las leyes de libertad religiosa que se han promulgado o se discuten legislativamente en el país tienen el mismo alcance e implican los mismos peligros. De acuerdo a The Washington Post, además de Indiana otros 19 estados cuentan ya con leyes para restaurar o proteger la libertad religiosa (entre ellos Arizona, donde una ley similar fue aprobada pero vetada por la gobernadora Jan Brewer en 2014).

Tim Cook, CEO de Apple, alertó del peligro de las leyes que abren la puerta a la discriminación. (AP)
Tim Cook, CEO de Apple, alertó del peligro de las leyes que abren la puerta a la discriminación. (AP)

Y no todas esas normas son iguales: la gran mayoría protegen a los individuos de ser sancionados sólo cuando la contraparte en el diferendo vinculado a un asunto de religión es el estado o una entidad pública. Así, el estado no puede, según muchas de esas leyes (incluida su versión federal promulgada por el presidente Bill Clinton en 1993), presionar sustancialmente a los individuos a actuar en contra de sus preceptos religiosos, salvo en casos de relevancia mayor o excepcional.

Pero en el caso de Indiana la ley va más allá, pues protege a los individuos cuando su diferendo no es solo con el estado, sino también contra particulares. Eso abre la puerta, como se ha criticado, a que, por ejemplo, un restaurante se niegue a dar servicio a una pareja gay o a una persona de otra religión, bajo el argumento de que la homosexualidad o el ser ‘infiel’ son asuntos contrarios a sus creencias religiosas, y no pueda ser sancionado por ello.

Aunque la crítica a la ley de Indiana se ha enfocado en que puede conducir a tolerar la discriminación de las comunidades LGBTQ, se ha alertado sobre la posibilidad de que, en la práctica, cualquier individuo o grupo que no coincida con los preceptos religiosos particulares y subjetivos de cierta persona podría sufrir discriminación, lo que envalentonaría a los intolerantes y agudizaría las tensiones sociales.

Y aunque muchas leyes de restauración de la libertad religiosa vigentes caen dentro del esquema restringido de la ley federal, algunas van por el camino de la de Indiana. En Arkansas una iniciativa que prohíbe a autoridades imponer a los individuos acciones que los presionen sustancialmente a realizar actos contrarios a sus preceptos religiosos fue aprobada en el Senado estatal y debe ser aún ratificada por la Cámara de Representantes, de acuerdo al periódico local StarTribune.

Jeremy Stoppelman, CEO de Yelp, criticó las leyes de libertad religiosa que propician la discriminación. (Business Insider)
Jeremy Stoppelman, CEO de Yelp, criticó las leyes de libertad religiosa que propician la discriminación. (Business Insider)

Al respecto, otro CEO del entorno digital, Jeremy Stoppelman, del portal Yelp, alertó también en una carta contra las leyes que pueden incrementar la discriminación y pidió que los estados donde se han establecido (Indiana) o se estudian (Arkansas) las rechacen como se hizo ya en Arizona en 2014.

Sea como sea, en algunos estados hay grupos que quieren ir incluso más lejos que Indiana. En Texas, por ejemplo, se han propuesto enmiendas que buscan poner toda actividad y decisión basada en preceptos religiosos al margen de la jurisdicción de cualquier autoridad y ampliando los supuestos a cualquier tipo de presión oficial, no sólo la que es considerada “sustantiva” en la ley federal, de acuerdo al periódico San Antonio Express-News.

Libertad religiosa y derechos civiles son dos preceptos básicos en los que se ha fundado Estados Unidos y que están fuertemente arraigados en la historia del país, tanto en las legítimas aspiraciones y facultades de los estadounidenses como en las luchas para terminar con los abusos, las distorsiones y las injusticias.

Sin embargo, hay casos en que la libertad religiosa se usa como escusa para el fundamentalismo excluyente y eso no es algo necesariamente reciente, también ha sido parte de las tribulaciones históricas de la nación, como se documenta en el portal del Instituto Smithsonian. Lograr el balance entre libertades y derechos ha sido así una meta frecuente, a veces llena de obstáculos, pero justa, civilizatoria y necesaria para promover la convivencia social armónica.