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El equívoco de ligar a Black Lives Matter con el asesinato de un policía en Houston

El asesinato artero de un alguacil del condado de Harris en un incidente en una gasolinera en Houston ha crispado los ánimos en esa ciudad texana y, en ese contexto, el malestar prevaleciente ha llevado a generalizaciones y señalamientos que, además de poco precisos, pueden encender aún más tensiones y confrontaciones.

Cabe señalar que por lo que se ha revelado hasta el momento la muerte del oficial Darren Goforth, de 47 años y raza blanca, fue un crimen repudiable que debe ser sancionado conforme a la ley. Goforth estaba llenando el tanque de combustible de su auto la noche del pasado 29 de agosto cuando un sujeto se le acercó por detrás y disparó contra él varias veces, de acuerdo a la televisora local ABC13.

El oficial Darren Goforth, asesinado en Houston en una emboscada. (ABC)
El oficial Darren Goforth, asesinado en Houston en una emboscada. (ABC)

El día siguiente, un individuo fue arrestado en conexión a ese crimen y se le imputaron cargos de asesinato capital. El acusado es Shannon J. Miles, de 30 años y de raza afroamericana.

La madre de Miles dijo que su hijo no pudo ser el asesino de Goforth porque cuando sucedieron los hechos de los que se le acusa él estaba con ella de compras, según la televisora NBC. De acuerdo a las investigaciones cierta evidencia, un arma implicada en el crimen, habría sido vinculada a Miles y de allí se habría procedido a su arresto.

Pero lo que no ha podido ser clarificado es el móvil del asesinato. ¿Por qué el acusado Miles habría matado de ese modo al oficial Goforth?

Es aún pronto para saberlo, pero ciertas especulaciones han enardecido la ya de por sí grave crispación existente tras el crimen. De acuerdo a ABC, el alguacil del Condado de Harris Ron Hickman dijo el fin de semana pasado que aunque no se han identificado los motivos del asesinato de su subordinado se indagará si Miles fue impulsado a matar a Goforth por la retórica del movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los afroamericanos importan), que protesta activamente contra la brutalidad policiaca, la muerte de afroamericanos desarmados a manos de policías y las desigualdades en el trato a las personas de color. Con ello Hickman habría sugerido, así fuese como una mera hipótesis preliminar, que Miles –en el supuesto que se dictamine que él fue el asesino, lo que aún debe probarse– habría matado a Goforth como una suerte de venganza.

Pero tal interpretación, aunque salida de un momento de dolor, es meramente especulativa y puede resultar ominosa, equívoca y potencialmente explosiva.

Una marcha del movimiento Black Lives Matter en Minnesota. (AP)
Una marcha del movimiento Black Lives Matter en Minnesota. (AP)

El movimiento Black Lives Matter es ciertamente activo y contestatario, y su actitud confrontacional y muy crítica puede causar irritación en algunos. Y, también, en ocasiones incurre en excesos y desmesuras. El comentario de Hickman, como señala el periódico Christian Science Monitor, coincidió con una protesta impulsada por Black Lives Matter en Minnesota en la que los manifestantes coreaban la frase “Pigs in a blanket, fry’em like bacon”, lo que ciertamente es una suerte de insulto y de crudo reto a los policías. Todo ello se agravó por un video colocado en Twitter en el que se muestra a manifestantes clamando esa consigna y, luego, la cámara voltea para captar a policías en sus vehículos, como publicó el periódico Star Tribune.

Pero por más agresivas que fuesen esas consignas, no habría evidencia de que realmente estuviese teniendo lugar una embestida criminal y general contra policías de parte de afroamericanos. El Christian Science Monitor comenta que el promedio de policías caídos por armas en emboscadas en 2014 sería el mismo que en 2009, 2010 y 2011. Y añade si bien hay oficiales que han comentado que en tiempos recientes han enfrentado personas más beligerantes que antes cuando detienen a alguien en las calles, eso no da pie a suponer que hay un estado de guerra contra las fuerzas de seguridad.

Y, aun especulando (pues aún no hay evidencia que lo sustente) que el asesinato de Goforth, indudablemente cruento e injustificable, haya sido motivado por un odio hacia los policías, eso no necesariamente conduce a concluir que Black Lives Matter es un movimiento que cataliza la agresión contra las fuerzas del orden. Black Lives Matter ha rechazado esa suposición.

Según analistas, la noción de que las fuerzas policiales están bajo ataque tendría su origen, entre otros factores, en una situación de estrés y baja moral por el estigma que, en cierto modo, ha caído sobre ellas tras los sucesos de Ferguson, Nueva York y Baltimore. Pero también por insuficiencia de personal y condiciones de trabajo que no serían las óptimas, indicó The Daily Caller.

Shannon Miles, acusado del asesinato del alguacil Darren Goforth en Houston. (AP)
Shannon Miles, acusado del asesinato del alguacil Darren Goforth en Houston. (AP)

El asesinato de Goforth debe ser sancionado con todo el rigor de la ley y cualquier agravante en el caso debe ser plenamente considerado para hacer plena justicia. Y, si bien, la indignación y el dolor por la asesinato de Goforth son comprensibles y punzantes, eso no debe conducir a satanizar a una organización que lucha contra la desigualdad y critica la brutalidad policiaca.

En el mismo sentido, los excesos, arbitrariedades e ilegalidades que son cometidos por oficiales de policía, que deben ser erradicados y sancionados, no implican que todos los oficiales de todas las corporaciones se encuentren viciados o sean racistas.

El dolor y la tensión tienden a convertir las cosas en blanco y negro y son necesarios ejercicios mayores de diálogo y conciliación para contrarrestar los equívocos y las generalizaciones. Pero en ese balance no debe quedar fuera que las muertes de Michael Brown, Eric Garner o Freddy Grey y las reacciones represivas en Ferguson, solo por citar algunos casos, son ejemplos de una realidad exasperante en la que las minorías se perciben oprimidas y tratadas injustamente por las autoridades. Trabajar para contrarrestar esa realidad permitirá restablecer el tejido social y, también, realzar la imagen del policía.