Este escalofriante mapa revela que en EEUU un niño dispara un arma de fuego cada 36 horas

Los casos de incidentes mortales de niños que disparan inintencionadamente son numerosos y trágicos (Flickr/DvelecPhotography)
Los casos de incidentes mortales de niños que disparan inintencionadamente son numerosos y trágicos (Flickr/DvelecPhotography)

Estados Unidos es un país inundado de armas, e inmerso también en una aguda polémica sobre el alcance de los derechos constitucionales a poseerlas y portarlas, establecidos en la Segunda Enmienda constitucional.

Pero mientras se discute en términos conceptuales y legales, lo cierto es que las armas abundan en el país, de modo legal o ilegal, y causan estragos entre la población, incluso entre los más pequeños. Y poco es lo que ha podido hacerse para contener esa proliferación y reducir o prevenir sus daños.

Para documentar esa realidad dos organizaciones que apoyan un mayor control de armas –Everytown For Gun Safety y Moms Demand Action For Gun Sense in America- revelaron un estudio interactivo en el que se muestran estadísticas inquietantes. Y no se trata de terribles ataques como los de Newtown o Aurora (que por sí solos bastan para justificar una regulación más estricta de las armas de fuego sin que por ello se vulnere la Segunda Enmienda) sino de algo más cotidiano, pero con su devastadora carga violenta: los casos de niños que han disparado por accidente a otra persona luego de haber tenido acceso a un arma de fuego no asegurada o guardada apropiadamente.

El portal Vocativ, que retoma el estudio, indica que, tan solo en los primeros cuatro meses de 2015, 79 niños dispararon de modo no intencional un arma de fuego, matando a 24 personas e hiriendo a 56. Esa cifra equivale, de acuerdo al citado estudio, a un caso de tiroteo no intencional causado por un menor de 17 años o menos cada 36 horas. Y la situación es aún más grave, pues si se suman los casos sucedidos este mismo mes de mayo los incidentes de tiroteos causados por un menor suman 84.

El estudio/mapa de las dos organizaciones pro control de armas tiene un título directo y conceptualmente significativo: #NotAnAccident, que sugiere que los incidentes con armas de fuego protagonizados por menores si bien no fueron actos voluntarios o premeditados, no por ello son fortuitos o accidentales. Por el contrario, tienen su origen en el fácil acceso a armas que tienen, algo que no es para nada accidental sino consecuencia de la acción u omisión de individuos, de las instituciones y del marco legal.

Y el mapa interactivo del país en el que se despliegan gráficamente esos datos tiene una fuerza contundente, como lo es el contexto en el que suceden: más de dos millones de niños en EEUU viven en casas donde las armas se guardan sin suficiente seguridad o cuidado, abriendo así la puerta a que los menores las usen con consecuencias trágicas.

El estudio recopila sus datos de casos divulgados en los medios de comunicación (por lo que habría, quizá, muchos más no reportados) y también promueve que el público informe sobre estos sucesos.

Lo que revela el mapa es escalofriantes. Por ejemplo, en Augusta, Georgia, un joven de 15 años jugaba con una pistola cargada cuando ésta se le disparó por accidente, matando a su pequeño hermano de apenas un año. El joven fue arrestado.

Otro caso, sucedido en Minneapolis, es el de una chica de 15 años que jugaba con una pistola cargada y, sin querer, hirió a una amiga de 14 y después se hirió fatalmente a sí misma. La pistola, una .357 magnum, había sido reportada como robada.

En Houston, Texas, un pequeño de tres años se disparó a sí mismo y murió al día siguiente víctima de sus heridas. Los padres tenían un permiso para portar armas pero la habían dejado en un lugar no seguro, lo que permitió al pequeño tener acceso a esa pistola.

En Cleveland, un niño de tres años disparó y mató a un bebé de un año, sin que esté claro a quién pertenecía el arma ni cómo el pequeño logró hacerse de ella. Y en Miami, pese a que el padre de un niño de dos años habría tomado medidas razonables para colocar su pistola .380 en lugar seguro, su hijo de 2 años pudo hallarla y se mató accidentalmente de un tiro.

Todas tragedias que pudieron haber sido evitadas. (Haz clic en la foto para ver el mapa interactivo)

El mapa interactivo que documenta los casos de niños que dispararon y mataron o lesionaron sin intención a otros niños en EEUU. (everytownresearch.org/)
El mapa interactivo que documenta los casos de niños que dispararon y mataron o lesionaron sin intención a otros niños en EEUU. (everytownresearch.org/)

Las organizaciones creadoras del mapa recomiendan, en un estudio aparte sobre el tema, que los estados deben establecer leyes más fuertes para prevenir que los niños tengan acceso a armas, pues solo unos cuantos sancionan a los adultos si un menor tiene acceso, o tiene la posibilidad de tenerlo, a armas de fuego; y en varios estados solo se sanciona si el adulto entrega el arma intencionalmente. Y en otros 22 simplemente no hay regulaciones al respecto.

Además, ese reporte recomienda que el Congreso incremente los fondos para investigación sobre salud pública y sobre desarrollo de estándares y tecnologías para que las armas tengan seguros más potentes y específicos (incluidas tecnologías de seguridad biométrica). Y también pide a los pediatras asesorar a las familias sobre seguridad en el tema de las armas y que se elimine la presión legal que sobre ellos han ejercido los grupos pro armas para prohibirles hablar sobre el tema durante las consultas.

Pero pese a que parece obvia la urgencia de frenar que más casos se sumen al mapa de muertes y lesiones de niños causadas por otros debido al uso de armas de fuego, el contexto nacional no es demasiado auspicioso.

Y si se considera que muchas de las muertes de menores en estas circunstancias podrían haber sido evitadas fácilmente con tan solo un poco de cuidado y ciertas regulaciones básicas, lo que nada tiene que ver con restringir la vigencia de la Segunda Enmienda, cada nuevo caso en esta estadística representa una tragedia y una vergüenza general.